Posesivo |H. S.|

VII.

Mis manos temblaban ante el contacto con el sobre, exasperada por las palabras que venían a mi mente una y otra vez junto a imágenes que invaden mi memoria como una lluvia de ideas.

Entonces sentí el roce de su mano con la mía, atragantada y con pocas palabras que decir, abrumada ante la sensación de descontrol en mi misma, me gire para verlo y ahí estaba, con lágrimas que caían de sus ojos como hojas de un árbol en el otoño cuando toca el suelo. Sus ojos esmeralda rojos al igual que sus labios y pómulos, con esa mirada, esa mirada que me había cautivado cuando nos conocimos, ese día cuando quería salir corriendo y que un auto me pasara por encima, ese día en el que estaba tirada en el suelo frío del baño y, él apareció y me tendió su mano con una sonrisa diciéndome que todo estaría bien y con esa mirada, esa que tuvo cuando tuvimos nuestra primera vez y cuando nos besamos, esa mirada que me dice que estaremos juntos, sin importar nada ni nadie, esa era justo la mirada que tenía ahora, esa mirada que para mí, era más que suficiente.

Sus labios se acercaron a mí pero me aleje, por más doloroso que fuese.

– ¿Qué pasa? –pregunto. Me levanté del sillón y este me siguió.

–No puedo.

– ¿No me has perdonado? ¿Es eso? Sabía que nunca me perdonarías. –Sollozo con voz quebrada y cada palabra era como una espina que crecía en mi corazón.

–Harry. – tomé su rostro entre mis manos. –Yo ya te perdoné, Harry. –trato de sonar lo más sincera posible.

– ¿Por qué? –Lame sus labios en desespero y me toma de las manos. – ¿Por qué no?

–No puedo.

–Dime. –solloza.

–Estoy… saliendo con Niall. –Admití y ahí estaba esa mirada que llevaba el día de la muerte de Kendall.

–Quiero volver...

–No. –Niego.

–Pero…

– ¿Si te digo que lo pensaré te irás? Demi está muy alterada. –pregunté y Niall asintió. –Lo pensaré.

Este asintió y dejo un beso en mi frente antes de salir por la puerta que fue cerrada con mi espalda mientras me dejaba caer al piso frío. Demi se acercó y se sentó a mi lado.

–Aún lo amas. –aseguro y yo negué. –A Harry.

–Con todo mi corazón...

–Deberías aceptar volver con Niall, podría ayudarte con eso. –La mire pensativa y asentí. –Pero no más que nosotras.

Sonreí y la abracé fuerte. –Gracias, Demi. Por todo.

Ella asintió y subió las escaleras hacia la habitación. Me quedé un largo momento pensativa hasta que las chicas bajaron preocupadas y me llevaron arrastrada a la habitación, pedimos pizza y a los diez minutos el timbre sonaba. Baje a recibir la pizza y al abrir la puerta mi boca casi cae al suelo, el repartidor se parecía mucho a…

–Kendall? –pregunte viéndolo de lado a lado. El chico levanto su mirada del suelo y me sonrió siniestro.

–Mi nombre es Peter. –dijo señalando la etiqueta en su uniforme. Me entrego la pizza y yo le di el dinero. Mientras, lo detallaba. Era muy parecido, mismos ojos, mismas facciones, mismos labios y cuerpo. Tal vez había crecido un poco y su cabello ahora era más corto. Pero no podía ser Kendall. –Gracias por comprar en Papa John’s.

–Gracias, Peter. –Dije dudosa, el chico se giró y comenzó a caminar pero antes de llegar a la mitad del jardín, el chico se detuvo y se giró a verme.