Ya habían pasado dos horas de vuelo y el avión estaba por aterrizar. Mire a Harry y este llevaba los ojos cerrados. Ya eran las once de la noche y supongo que después de tanto trabajo, era hora de dormir. Me sentí mal pero le di un leve movimiento a su hombro para que se despertara. Fue en vano, dormía como un bebé.
Intenté todo a mi alcance pero se durmió en un completo trance y solo una cosa me quedo por hacer. Me acerqué a su oído y con mi mano casi en su entrepierna comencé a moverla acariciando esa zona débil y aun cerca de su oído mordí levemente su lóbulo.
–Despierta, dormilón. –Susurre tomando fuertemente la zona con mi mano. Harry se levantó de un salto y me miró sonrojado y con la respiración entrecortada.
–Dios. –Suspiro colocando su mano en su cabello y acariciándolo hacia atrás. Quite mi mano de su entrepierna y me acomodé en mi asiento. –Eres una pervertida…
Lo miré sonriente y me encogí de hombros mientras él negaba gracioso. –Creo que es el ambiente de Las Vegas.
Harry rio y dejo un beso en mi mejilla y luego en mis labios antes de levantarse de su asiento y caminar al baño. Miré a ambos lados y esperé unos minutos antes de levantarme y sin que nadie lo notara, me encaminé al baño y justo cuando iba a entrar a la caseta, sentí un jalón hacia el sentido contrario haciéndome chocar contra el pecho del causante.
Mis ojos se posaron en sus labios realmente cerca y a medida que mi mirada se elevaba, se deleitaba con tan buena vista. Pero al final del camino había un par de ojos que me miraban con deseo, esos ojos esmeraldas a los que yo miraba de la misma forma.
Besé suavemente sus labios y me alejé para sonreír pero Harry me atrajo con su mano en mi cintura y volvió a besarme pero esta vez con un mayor volumen. Mis manos volaron a su cuello y mi lengua a su boca, era tan simplemente deliciosa, un beso apasionado y con delicadeza que pronto se convirtió en solo deseo. Harry se movió contra mí, adentrándonos en la caseta de hombres y cerró la puerta con seguro.
Sus manos viajaron a mi trasero y de un tirón me levantó, dejando mi cuerpo caer en la barra del lavamanos. Por un momento se separó y me miro con la lujuria saliendo en llamas de sus ojos y me sonrió descarado. –Empezaste algo… –señaló la erección en sus pantalones. Sonreí mordiendo mi labio inferior. –Que ahora debes terminar.
No me dejo decir otra palabra cuando estrelló sus labios con los míos en una excitante batalla por dominar el beso. Con mis piernas rodeando su cintura lo atraje más a mí sintiendo su miembro en mi entrepierna y con una mordida en su labio inferior, perdimos el control.
–Creo que debemos volver a nuestros asientos. –Dice agitado mientras sube su bóxer después de cierta clase de química conmigo en un baño de avión. El lugar se siente caliente y el olor que emana es de sexo puro. Nada más.
–Sí. –Me baje de la barra y subí mi ropa interior para salir del baño antes que Harry y arreglarme bien. No quería sospechas, aunque si las había, me daba igual.
Me senté en el asiento de la ventana y a los minutos llegó Harry mirándome con una sonrisa pícara y descarada en su rostro.
En diez minutos más, el capitán avisaba que estábamos por aterrizar y que debíamos color nuestros cinturones y mantenernos en nuestros asientos. Al aterrizar bajamos y pude sentir la alegría, la astucia y la sobre todo, dinero y ese olor a borracho apostador con mala racha cada noche, por todos lados.
Harry me dio una sonrisa y me tomo de la mano hasta llegar al autobús que nos llevaría a la entrada del aeropuerto para poder tomar nuestras maletas y así lo hicimos aunque al recoger la de Harry nos dimos cuenta de que era la equivocada.
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Posesivo |H. S.|
FanficUna carrera. Dos concursantes. Un ganador ¿El premio?...Ella. ''No soy bueno para ti, pero si lo suficientemente egoísta como para no dejarte ir. Eres MÍA''. Todos los Derechos Reservados© Registrado en Safe Creative bajo el N° 1509135153067. Prohib...