III

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Niall me miró y luego a él y asintió, al principio lo tomé bien, había una posibilidad de que Harry perdiera y sufriera algo por todo lo que me hizo. Sé que suena egoísta, pero a él no pareció afectarle en nada mientras que yo caía en una depresión, pero por otro lado, Harry también era buen competidor además de que me sentí como el trofeo de alguien.

Ah, esperen. ¡Eso soy!

Niall se acercó y tomo mi brazo para sacarme de las manos de Harry, pero este lo detuvo.

–Aún no has ganados. –Dijo Harry y Niall me apretó más fuerte la muñeca. Me queje ante su agarre y Harry tomo a Nial por la camiseta haciendo que me soltara.

–Vuelve a tocarla y estarás muerto para entonces. –Advirtió Harry, Niall rio sarcástico y cuando Harry estuvo a punto de golpearlo en el rostro, interpuse mi mano y le toque el brazo lo suficientemente rápido como para detener el golpe.

Harry suspiro y soltó la camiseta de Niall. Me miro con esos ojos color esmeralda, con ese brillo inquietante en ellos, era tan extraño como de un momento a otro podían volverse oscuros.

Eran en si como una fortaleza, en parte creía en eso de “los ojos son la ventana al alma”. Cuando Harry estaba feliz, sus ojos eran brillosos y siempre se acompañaban de sus hoyuelos. Pero cuando enfurecía, podría llegar a dar mucho miedo.

Harry se acercó y deposito un pequeño beso en mi frente, otro en mi mejilla y con sumo cuidado, casi pidiendo permiso rozó sus labios con los míos, lo suficiente como para que yo los sintiera, lágrimas caían de mis ojos, era algo tan doloroso y casi inevitable. No podría escapar.

No sabía si atraerlo del cuello y besarlo lo más feroz que pudiese antes de no poder hacerlo o perderlo de nuevo. O alejarlo y apoyar a Niall. Así que no hice ninguna, solo me quedé ahí, sintiendo el sabor salado de sus lágrimas y las mías mezclados en nuestros labios.

Se alejó tan solo milímetros y ahí acabo nuestro beso. Dejo otro beso en mi frente y al bajar la mirada él me detuvo y me levanto el mentón, haciendo que nuestras miradas se encontraran, perdidas entre sí.

–Perdóname. –dijo. La punta de mis labios se elevó en una leve sonrisa y eso fue suficiente para él, ya volvía a sonreír y a mostrarme esos hermosos hoyuelos que tanto extrañaba. Harry giró sobre sí mismo y camino hacia su auto, no sin antes pasar al lado de Nial y tropezarlo con su hombro, subió al auto y lo encendió haciendo rugir los motores.

Madre mía. Ese ruido es… terrible.

Niall se acercó.

–Lo haré por ti. –Dijo sonriendo y se acercó a dejarme un beso, pero me aleje y nuevamente el rugido del motor de Harry sonó. Sera mejor que me vaya antes de que Harry se baje del auto.

–Esto no habría pasado en primer lugar si no me hubieses apostados como un estúpido trofeo. –Dije furiosa alejándome. Su cara se volvió pálida y al momento estaba roja de la furia, pero lo ignore completamente.

Es su culpa– pensé –Sé que Harry lo propuso, pero él fue el idiota que aceptó. ¿Es tan difícil decir “No”? No lo creo. Es como si Nial quisiera probar algo, ya sea a Harry o a mí. Pero sigo sin entender que sería eso tan importante que debo saber, que hace que Niall me apueste.

Él subió al auto y ambos se prepararon en la salida para que comenzara la carrera, una chica se acercó a la línea con dos banderas en sus manos y se detuvo entre ambos autos. La multitud comenzó a acercarse y a gritar los nombres mientras que un hombre sonó algún tipo de cuerno para llamar la atención de todos y con un micrófono cerca de su boca, comenzó a dictar reglas.

– ¡Bienvenidos a nuestra carrera de sangre! Si estás buscando aprender… ¡Estás en el lugar equivocado, mi amigo! Si buscas carreras, ¡Esto es El Almacén! Mi nombre es Jace, yo hago las reglas y dirijo la carrera. Las apuestas terminan una vez que los oponentes estén en la última curva. No se permite cambios de apuestas, y entrar en la pista. ¡Si rompen estas reglas, se les partirá la madre y serán retirados de aquí sin su dinero! ¡Eso las incluye a ustedes, señoritas! ¡Así que no utilicen sus puterias para estafar al sistema, muchachos!

Madre mía.

El hombre volvió a sonar el cuerno y la multitud se calló.

–En esta carrera profesional privada, tenemos a dos grandes concursantes, de un lado en el auto deportivo azul, tenemos a Niall Horan–la multitud aplaudió y grito. –Y del otro lado en el auto negro deportivo, tenemos a Harry “Speed” Styles.

¿Harry “Speed” Styles? ¿En serio? Wow.

La multitud se volvió salvaje y grito fuertemente mientras aplaudían ante los rugidos de los motores. Había personas por todos lados, nadie me era conocido hasta que vi a Eleonor y esta se acercó a mí, abrazándome.

– ¿Dónde está Harry? –preguntó. Mientras las chicas se acercaban a nosotras.

–El deportivo negro.

Eleonor se giró y desde la orilla de la calle logramos ver como se hacía el conteo.

– ¡3! ¡2! ¡1! –la chica entre los autos agitó las banderas al mismo tiempo que la luz se volvió verde y los autos arrancaron.

Por un momento Harry y Nial estaban iguales hasta que en la curva, Niall lo pasó pero después de eso la emoción de la multitud se concentró en el teléfono. Todos miraban sus pantallas asombrados, hasta que un chico me vio algo confuso y se acercó.

– ¿Por qué no estás viendo la carrera? –preguntó.

–Eso intento, pero ellos ya no se ven.

El chico se echó a reír y sacó su teléfono móvil de su bolsillo.

–Saca tu teléfono…–dijo haciendo u par de cosas y luego la carrera apareció en la pantalla de iPhone.

Hice lo mismo con los teléfonos de las chicas y todos mirábamos embobecidas las pantallas. Harry había pasado a Niall, por unos centímetros. Y estaban varias curvas de terminar.

Harry se adelantó nuevamente y Niall aceleró, ya estaban de vuelta en el almacén cuando ambos giraron en una curva y Harry estuvo a milímetros de rayar el auto con la pared, pero logró pasar sin equivocaciones, detrás de él, Niall.

Justo antes de llegar, ambos estaban empatados.

Era Harry, Niall, Harry.

– ¡Niall! – gritó Eleonor.

Y entonces el auto ganador pasó justo a un centímetro antes que el otro.

–Y el ganador es…– dijo Jace viendo la foto de la meta. – ¡Lo sabía! –Suspiró–  ¡Harry!...

Posesivo |H. S.|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora