Desperté con ganas de volver a dormir, me dolía absolutamente todo, no quería levantarme de la cama, y mucho menos, salir de mi cuarto, tenía miedo de ver a mamá, pues temía a que me golpeara otra vez, me resigné, y me convencí de que había sido mi culpa el que me golpeara ayer, así que, quería disculparme, suspiré con todo el dolor de mi pequeño ser, y como pude salí de mi cuarto para saludar a mamá y pedirle perdón, pero en cuanto salí de mi cuarto, papá tomó mi cabello y me llevó arrastrando hasta la sala de estar, yo solo intentaba safarme pues me estaba lastimando.
-¡¿POR QUÉ CARAJOS ESTÁN ROTOS MIS CABALLITOS FAVORITOS?! --me reclamó señalando la mesita de centro, ¿Caballitos? Yo solo veía los vasitos de vidrio donde mamá bebió anoche, pero ¿Por qué me pregunta a mi? Yo no hice nada-- ¡TE ESTOY HABLANDO! ¡RESPONDE MALDITA NIÑA INGENUA! --Exigió mientras tiraba de mi cabello sacudiéndo mi cuerpo-- ¡MALDITA INSERVIBLE! ¡TE BEBISTE MI BOTELLA DE ALCOHOL FAVORITA! ¡APESTAS A TEQUILA! ¡A MI TEQUILA! ¡MALDITA LADRONA EBRIA! ¡PAGARÁS HASTA LA ÚLTIMA GOTA DE ESA BOTELLA! ¡RECOGE EL DESORDEN QUE DEJASTE EN LA COCINA! ¡LAVA LA ALFOMBRA! ¡HAZ ALGO ÚTIL POR PRIMERA VEZ EN TU VIDA! --me tiró al suelo, sobre los vidrios de los vasitos rotos, mis rodillas comenzaron a sangrar, pero a pesar de que me dolía, me apresuré a limpiar, recogí los vidrios de la vieja alfombra y los tiré en el bote de la cocina. Papá se fue y yo me puse a recoger el desorden que había quedado de ayer, reacomodé las cositas del botiquín y lo puse en su lugar, limpié la mesita y como había prometido, me puse a limpiar la alfombra donde había derramado alcohol, pronto llegó mamá con unas gafas de sol muy bonitas y un cigarrillo, yo muy emocionada corrí y la abracé, ella acarició mi cabello, se quitó las gafas, me miró y me sonrió.
-Hay mi niña, pero que torpe eres, me voy un rato de la casa y te llenas de moretones, rasguños y sangre, ven, deja que mamá te cure. --Tomó mi mano y me llevó a dónde estaba el botiquín, me sentó en las escaleras y comenzó a curarme-- Esto va a dolerte princesita pero se fuerte ¿Si? Prometo hacerlo lo más rápido posible --limpió mis heridas con el poco alcohol que quedaba-- Que extraño, no recuerdo haber usado alcohol últimamente, pero ya no queda mucho --dijo para si misma y continuó, puso banditas en mis rodillas-- ¿Estuviste jugando con mis cigarrillos? --Me preguntó al ver la quemadura en mi mano-- Sabes que no debes agarrarlos, le pertenecen a mami, recuérdalo --puso una bandita de corazón-- y... ¿Qué es ese aroma? --olfateó mi alrededor hasta dar conmigo- ¿Eres tú? Hueles a...
-¡HANEUL! --papá entró gritando--
-¿Qué sucede? ¿Por qué gritas? Baja la voz, puedo oírte perfectamente.
-¡TU MALDITA MOCOSA BEBIÓ MI TEQUILA, DESTRUYÓ MIS CABALLITOS Y PUSO LA CASA PATAS ARRIBA! --mamá me dió un vistazo y volvió la vista a papá--
-¿Tanto desastre por una botella de alcohol? ¿En qué te afecta el desorden de la casa? Nunca estás y soy yo quien recoge...
-¡ESE NO ES EL PUNTO! ¡QUIERO QUE TE DESHAGAS DE ESE MONSTRUO! --papá me señaló con enfado--
-Y yo quiero que dejes de gritar, en primer lugar no es un monstruo, es nuestra hija, y en segundo lugar, ella también tiene derecho de vivir aquí, una botella de tequila menos no va a matarte, ve, sal a distraerte y déjanos limpiar aquí.
Papá llegaba borracho a casa, peleaba con mamá, gritaban, se golpeaban, papá arrinconaba a mamá, la insultaba y lastimaba, mamá bebía, hacía un desorden y se desquitaba conmigo para volver a la normalidad al día siguiente.
Después de peleas del día a día, papá comenzó a dejar de llegar a casa, uno, dos días, 3 semanas, iba y venía, mamá le reclamaba dicuéndole que la casa no era su hotel, papá la abofeteaba, y se volvía a ir, mamá comenzó a llevar hombres a la casa en ausencia de mi padre, uno tras otro, uno diferente al anterior; todas las tardes se escuchaban los gritos de mamá, la cama pegando contra la pared, y yo escondida en mi habitación intentando no escuchar nada, cerraba mis ojos e imaginaba no estar allí hasta que caía la noche, los hombres se iban o mamá y su compañía de quedaban dormidos, eso pasó de ser ocasional a ser consecutivo, mamá era cuidadosa de que papá no la descubriera, todo se volvió rutina, cuando papá estaba era alcohol y golpes gratis en casa, tanto como para mí madre, como para mí, me tuve que acostumbrar, pero, como diría el comercial de Pepsi... "La rutina, está para romperse", y tal parece, que no fue lo único que se rompería...
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El Origen de la Sangre
FanfictionNada es lo que parece, todo aparenta lo que no es; la historia es horrible si no la vez desde el ángulo correcto, el monstruo es aterrador hasta que conoces su historia, la oscuridad te asusta hasta que conoces la razón del porqué apagó su luz. La s...