Dong-sun comenzó a protegerme aún más, realmente se comportaba como un hermano, y yo, era su hermanita menor.
Dak-ho no llegó a casa durante toda la semana, pero Dong-sun me aseguraba que estaba bien, que sólo era trabajo y que pronto volvería.
Durante esa semana, Dong-sun se quedó conmigo mientras las pastillas para dormir hacían efecto.
-¿Lista?
-¿Te quedarás hasta que me duerma?
-Te protegeré hasta que despiertes.
-Ahhh -solté un gran suspiro, él me extendió un vaso con agua y las pastillas, las bebí y me recosté-
-No te va a pasar nada, y si algo pasa, aquí estaré para protegerte.
-¿Lo prometes?
-Lo prometo.Comencé a sentirme cansada, las pastillas estaban haciendo efecto, me acurruqué y Dong-sun me arropó.
Pastos tranquilos, aire tan puro, era perfecto... Tan perfecto que incluso me estaba comenzando a dar miedo.
~Tranquila~
Escuché su voz desde fuera, y mi pecho volvió a calmarse, pude volver a respirar sin prisa.
Pero al poco rato, el cielo se puso rojo, y la tierra comenzó a abrirse, las raíces ataron mis pies, comenzaron a jalarme, la tierra me estaba tragando y no podía sostenerme de nada. Caí en agua, y la tierra se cerró sobre mi, podía flotar pero el oxígeno se estaba agotando, no había salida, comencé a desesperar, perdí fuerzas y comencé a hundirme, el poco oxígeno que mis pulmones tenían, poco a poco les fue arrebatado. Nuevamente raíces ataban mis pies arrastrándome a lo más profundo, aguas donde no daba la luz, entonces las raíces comenzaron a atar todo mi cuerpo, impidiendo el movimiento, sentía como si me momificaran con un árbol, ya no podía pelear, no podía respirar, no podía moverme, no podía ver, no podía despertar.
Cuando creí morir, sentí como las raíces eran arrancadas, la luz daba a mis ojos, y fue cuando pude abrirlos en la vida real, tomé un gran suspiro como si de verdad me hubiera ahogado, y abracé a Dong-sun, necesitaba tranquilizarme, necesitaba los brazos de Dong-sun, su voz diciéndome que todo estaría bien.
Esa noche Dong-sun durmió conmigo, en mi cama, era la primera vez, en la que un hombre y yo pasábamos más de una hora en una cama JUNTOS, sin necesidad de que él comenzara a tocarme de una forma que a mí no me gustara.
Pasadas unas dos horas, comencé a tener un mal sueño, Dong-sun sintió mi inquietud y sin despertarse me abrazó por la cintura, me sentí cómoda, me sentí segura, me sentí bien, y fue así que pude dormir tranquila.
Al despertar solo reímos, por la cara del contrario.
-Ah! ¿911? Un león se tragó a mi hermana mientras dormía. Y aún tiene hambre, sigue babeando y me está viendo furioso... Ah! No, espere, falsa alarma, es solo mi hermana que se acaba de levantar.
-No sabía que teníamos perro.
-No lo tenemos.
-Oh! Y también habla! Qué lindo! Te llamaré Sun-sun. Ay!!
-Tarada.
-Perro malo.
-Si sigues así yo te llevaré al zoológico a qué te metan con los leones, o mejor aún abriré un circo y serás la atracción principal. ¡Un león insaciable, que traga y duerme! Te llamaré Garfield! La leona mutante!
-Si hicieras un circo, no irían a verme a mi, sino a ti: "ES MITAD PERRO, MITAD MONO, TIENE CARA DE TRASERO DE BABUINO, CACHETES DE HURÓN! ADELANTE, VENGAN A VER.... A MI HERMANO!Ambos reímos, fuimos a la cocina y desayunamos las sobras del día de ayer.
-¿Cuándo regresará Dak-ho a casa?
-No sé, se supone que llega en estos días. ¿Por qué? ¿Lo extrañas?
-Un poco.
-Awwww, cosita, pero ahorita no nos conviene que llegue, si ve la casa así, se entera que comimos chatarra, y que te volviste la pitufina de naranja cabeza de león, me mata.
-No soy una pitufina!
-Eres como una calcomanía con aroma a naranja. Solo hace falta despeinar tu cabello o apretarle las mejillas para que sueltes un dulce aroma.
-Lo del jugo de naranja fue un accidente.
-Si, mi pequeña accidente, pero eso no quita que apestes a naranja desde ese día.
-Mira la hora, ya es tarde! Shu! Shu! Debes ir a la escuela!
-Escuela mi trasero! Mi deber es cuidar a mi hermanita menor. Además, estoy en pijama.
-Puedo cuidarme sola.
-Ayer casi mueres aplastada por tres cajitas de cereal.
-No es mi culpa que las galletas estén muy lejos del suelo.
-Que curioso, esas palabras ya las había escuchado de alguien...
-¿A si? ¿De quién?
-De una pitufina que apesta a naranja, ah espera! Eras tú! Es que como estás muy enana, cuando dices algo, me tarda en llegar el mensaje. -Le pateé la espinilla- Auch! ¿Qué te pasa?
-Uy! Lo siento! En la pitufialdea pateamos los árboles para que caigan los frutos, te confundí.
-Me las vas a pa...
-Si si si, luego, ahora debes ir a la escuela - le metí lo que quedaba de la hamburguesa a la boca y lo fuí empujando a su cuarto- Vístete y Shu!
-No puedo vestirme.
-¿Por qué?
-Porque hay un par de ojos que no me han dejado de ver, y no planeo quitarme la pijama frente a una enana que espera show.
-Oh! Lo siento! Lo siento! - cubrí mis ojos, me dí la media vuelta y me fui a la cocina-
-¿Qué fue eso? -Gritó desde su cuarto, ollas, cacerolas y sartenes se cayeron cuando choqué contra la alacena, por ir con los ojos tapados-
-Nada! Simplemente estaba armando mi banda de rock. ¿Te unes?
-Tal vez luego - dijo acomodando la corbata de su uniforme- debo irme al colegio, sino los pitufos son capaces de morderme los pies. Te veré más tarde, ahí está el control de la t.v., hay radio, puedes poner música, puedes ver películas, puedes limpiar mi cuarto, no sé, pero no salgas ¿Si? No quiero que te pase algo mientras no estoy.
-Está bien.
-Adiós pitufina, te quiero - besó mi frente y se fue-
Me puse a limpiar el desastre que se había quedado del día anterior, comí un poco de las botanas que Dong-sun me dijo que no comiera, y no sé, me sentí con mucha energía, comí más ¡¡SOBREDOSIS DE ENERGÍA!! hice tanto como pude, estuve todo el día en movimiento, comí otra que encontré, era totalmente distinta a las anteriores, me hizo sentir tan tranquila.Por la tarde llegó Dong-sun, y me encontró debajo de tantas envolturas.
- ¿Qué te pasó?
-Ñam ñam...
- ¿Todo esto es tuyo? -señaló las envolturas y rió- Tragona... -tomó una de las envolturas- ¿Qué es esto? ¿De dónde lo sacaste?
-Ehh... Las encontré en tu cuarto, creo.
-¡Te dije que no te las comieras!
-¡Estaban deliciosas!
-¡Eran mías!
-¡Yo me las encontré!
-¡Estaban en mi cuarto!
-¡Ahora están en mi panza!
-Y en toda tu ropa, tu cara, tus manos...
-Ahora soy como una botana tuya! Cómeme!
-¡Agh! ¡Ven acá!
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El Origen de la Sangre
FanfictionNada es lo que parece, todo aparenta lo que no es; la historia es horrible si no la vez desde el ángulo correcto, el monstruo es aterrador hasta que conoces su historia, la oscuridad te asusta hasta que conoces la razón del porqué apagó su luz. La s...