La caída no fue dolorosa, pues las flores y el césped amortiguaron todo. Finalmente, después de dos minutos, él rodó a mi lado y comenzó a reírse.
-¿No fue divertido? -dijo de manera alegre-
-No! No lo fue! Me lanzaste de un tren!
-Yo también me lancé.
-Si, pero no tuviste a un loco asustado que te apresurara a saltar mientras lanza a un gato contigo.
-Pero fue divertido, además, si no te lanzaba, no ibas a caer en suavecito.
-¿Nos perseguía alguien?
-Nop, pero, era mi oportunidad de lanzarte de un tren, y de rodar en campos de algodón. Es como cumplir un combo de sueños.
-¿Tu sueño era lanzarme de un tren?
-Mmm... Básicamente, si. Ve el lado positivo enana gruñona, rodaste, estás a salvo, fue divertido, y casi llegamos a dónde debemos, podemos caminar y conocer un poco antes de instalar...nos en el nuevo lugar.
-¿Volverás a lanzarme de un tren?
-Si se me presenta la oportunidad, claro que por supuesto que sí. Pero bueno, vámonos ya! Antes de que alguien venga a reclamarnos por estar encima de sus flores. -tomó mi mano y salimos de ese lugar-

Conforme íbamos caminando, Dong-sun recogía dientes de león, y cuando me notó distraída, se puso detrás de mí y los sopló en mi cabello.

-Llevas el invierno a otro nivel, chica Minion.
-¿Ahora que hiciste?
-Nada... Nada, no he hecho nada.

Caminamos un buen rato, hasta que llegamos a la ciudad.

-Es linda, ¿No crees?
-Wooooow
-Personalmente prefiero Incheon pero, no puedo negar que esté lugar es lindo.
-¿Incheon?
-Si, ya sabes, la ciudad de dónde venimos... De la que estábamos huyendo. Espera ¿Me estás diciendo que no sabías en donde estabas?
-¿En la casa de Dak-ho?
-Pero... La ciudad, ¿No la conocías?
-Cuando vives en una prisión y tú transporte es un costal, no hay nada del mundo que no puedas ver cómo una maravilla más. -dije levantando una mano-
-Aigoo... La chica se vuelve poeta después de una caída en tren, si que te hace daño.

¿Poesía? Quizá no fue una prisión, pero literalmente me encerraron en un manicomio y mi transporte era un costal o una ambulancia. Nunca supe a dónde me habían llevado desde aquel accidente en la escuela, me habían sedado durante el camino, y cuando me trasladaban a otros manicomios para no levantar sospechas, era en algún costal, pero era algo que nunca la había comentado a Dong-sun y la única persona que sabía a medias mi historia, estaba muerta.

-¡Ala!
-¿De pollo?
-¡No, tonta! -tomó bruscamente mi mano-
-¿Qué sucede?
-¿Por qué lo haces?
-¿El qué? -le arrebaté mi brazo-
-¿Por qué te lastimas? te dije que todo estaría bien, te prometí que te pondría en un lugar seguro, ¿Por qué dañas tu cuerpo?

Oh, vió las marcas de mis brazos cuando la manga del suéter se bajó por levantar mi mano... ¿Cómo le explicó que no las hice yo, sino que fueron causadas años atrás por los compañeros de mi salón, sin tener que contarle esa historia?

-No son recientes, mira, cicatrizaron hace un buen tiempo.
-Eso es aún peor... ¡Te lastimabas estando aún más pequeña!
-Sun-ah, cálmate, mira -le mostré ambos brazos- son las únicas que tengo, y fueron de hace mucho tiempo, no debes preocuparte.
-¿Y cómo se que no te has cortado recientemente?
-Te acabo de enseñar mis brazos.
-Los brazos no son lo único que te puedes cortar. -dirigió su mirada a mis piernas-
-¡NO TE VOY A MOSTRAR MIS PIERNAS! -mi cara se sonrojó y yo me di la vuelta para seguir mi camino, estaba molesta con Dong-sun.
-¡Oh vamos! ¡Era una broma! ¡No te enojes!
-¡Cállate!
-Por favor... No te molestes conmigo, era una broma.
-¿Qué me darás a cambio de mi alegría?
-Mmh... ¿Mi presencia no es suficiente?
-No.
-Si logramos quedarnos con el lugar, prometo comprarte el helado que te quedé a deber la última vez que salimos.
-Está bien.
-Hay un parque cerca de aquí ¿Quieres ir?
-Eso no se pregunta ¡Vamos ya!

Pasamos casi todo el día en el parque, fue increíble, está vez Dong-sun no se cayó del columpio, pero de igual forma me divertí. Estábamos recostados en el pasto, hasta que el sol comenzó a caer.

El Origen de la SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora