Nada en ese lugar me era conocido, pero estaba segura de que estaba muy lejos de casa.
Durante mi caminata, un tipo se acercó a mi, intento llevarme, y fingía que yo era su hermana con problemas mentales y me había perdido en el mercado, para que la gente no sospechara que un maldito ebrio que me estaba secuestrando. Nadie hacía nada por mi, solo verme con lástima, tenía miedo del hombre, y ganas de gritarle a los demás "su lástima no me va a salvar". Yo me jaloneaba para evitar cualquier cosa que ese tipo tenía planeado, pero él no parecía tener ganas de perder fuerza en la mano que apretaba mi muñeca.
-Hey imbécil! Suelta a la chica! - ambos volteamos a ver de dónde salía esa voz, y de la nada un puño voló sobre mi cabeza para impactarse en la mandíbula de aquel ebrio, el tipo me soltó, y en cuanto vió de quién había provenido el golpe huyó, yo agaché mi cabeza cuando vi que un puño se dirigía a mi- ¿Está bien jovencita? ¿Está perdida? - aquel hombre que me había salvado, se puso frente a mi, recargó sus manos en mis hombros y buscó mi mirada, él notaba que yo tenía miedo- Tranquila, ya no corre peligro.
-G... Gracias señor. - levanté un poco la mirada y la expresión facial del hombre cambió totalmente, como si hubiera visto un muerto revivir-
-¿Princesita?
Esa palabra me trajo un huracán de recuerdos, sin usar droga alguna, esa voz y esa palabra me hicieron recordar a aquella niña de 5 años. Pero no quería problemas.
-Us-usted me está confundiendo, lo siento, no soy quien usted cree.
-Creí haberte pedido que no me hablaras de usted, y claro que eres tú princesita, nunca olvidé esos bonitos ojos, pero, recuerdo que tenían más brillo, ¿Qué pasó? ¿Estás bien? Dejé de verte desde hace mucho, creí que... - lo mire con ojos cristalinos, al borde del llanto y él lo notó- este no es un buen lugar para hablar, vayamos a casa, allí estarás a salvo.
-¿A-a c-casa? -Comencé a temblar, no quería volver a casa, no quería volver con mi padre-
- Si, a casa, a partir de ahora, vivirás conmigo.Y así fue, llegamos a su departamento, me dio agua, y nos sentamos a platicar, le conté todo lo que había vivido y al parecer él sintió mi dolor.
-Creí que aquella noche, mi padre te había matado. Pero esperé tu regreso aún después de lo que él me hizo. Cada noche, iba a la ventana del baño a esperarte por si algún día regresabas, hasta que me internaron.
-Lamento no haber vuelto princesita, en ese momento, el joven que yo era, era cobarde, no quería morir, pero quería volver a verlas, así que tuve que conseguir empleo, para tener una casa, y poder traerlas aquí conmigo. -dio un sorbo a su bebida y cambié de tema-
-Tu casa es linda, no debería estar aquí, tan solo mi presencia ensucia el viento de tu hogar.
-Tienes razón, vete a bañar, iré por ropa para ti.
-No no no no, no puedes hacerlo.
-Claro que si, es fácil, tomo mi cartera, tomo mis llaves, subo al carro, voy al centro comercial, compro ropa, y regreso, ¿Ves? No es tan difícil.
-Pero...
-¿O planeas vivir en bata psiquiátrica?
-¿Cómo puedes confiar en alguien que no has visto por más de 10 años?
-Porque conozco tu corazón, y dudo que puedas cargar un departamento y llevártelo a otro lugar, anda ve a bañarte, no tardo.Sin dejarme responder, guiñó un ojo y se fue, obedecí a lo que él dijo, busqué el baño y me sorprendí al verlo, lujoso, blanco, sin grietas ni cucarachas, abrí la llave y por primera vez en mi vida, sentí la lluvia artificial chocar con mi cuerpo, mi piel se erizó al contacto con el agua, comenzó a salir agua calientita, mi cuerpo se acostumbró y lo disfruté, y después, el agua se enojó conmigo e intento quemarme, tuve que soportarlo, había muchas botellas en el lugar donde estaba yo, no sabía para que servían, así que solo use el jabón, terminé y huí de ese infierno líquido.
Me puse una toalla limpia, con un aroma delicioso, y lo mejor es que no tenía agujeros, tuve que esperar a... Espera, no sabía su nombre, fui a la sala a esperar por él, y vi que estaban abriendo la puerta, me sorprendí porque no era el chico amable que se había ido... Quién entró a la casa, era un chico más joven que el que me recibió en esa casa, la sorpresa aparentemente no fue solo mía, él llevaba unos cablecitos en las orejas, y un teléfono, no me puso atención hasta que levantó la mirada, yo ví el teléfono y me paralicé, hermosos recuerdos de escuela, vengan a mi. Él intentó hablar, pero en cuanto vi que se iba a mover, huí a la única habitación que conocía en esa casa, el baño, él fue detrás de mí y tocó la puerta.-E...es un error, fue un accidente, pronto me iré, por favor no me hagas daño - dije mientras estaba escondida en posición fetal, en el baño-
-N-no quería asustarte, lo siento, no te haré daño, lo prometo. - dijo tan amable como el otro chico- ¿Eres visita de Dak-ho? - supuse que se refería al otro chico-
-S-si.
-¿Piensas salir del baño algún día?
-N-no. - Escuché un suspiró suyo, y pasos de él alejándose, al parecer se había rendido-No escuché más ruido, así que abrí un poco la puerta del baño para ver si estaba cerca, pero no lo veía.
- Si bajas la mirada y dejas de buscarme, vas a ver qué hay ropa, si quieres quedarte en el baño está bien, pero si te quedas en toalla puede que enfermes. Y Dak-ho me matará si se entera que enfermaste mientras yo estaba en casa -Escuché su voz y me asusté, tomé la ropa y entré rápido al baño, no lo ví, pero él sabía que lo estaba buscando-
Tomé la ropa, era pequeña como para ser de "Dak-ho", pero demasiado grande como para ser de una chica, de igual forma me la puse, obviamente me quedaba grande, bastante suelta, pero era mejor que la bata o la toalla. Después de pensarlo por un buen rato, salí del baño con miedo, vi una puerta casi al final de la pasillo, estaba cerrada, toqué.
- Gracias.
-Realmente estoy de este lado - dijo saliendo del lado contrario a dónde yo estaba, con el cabello escurriendo, una toalla colgando de sus hombros y otra en su cintura, yo me puse nerviosa, bajé la mirada, me puse roja e intenté huir y él lo notó, se miró así mismo y respondió- Bueno, al menos ambos sabemos cómo se ve el contrario después de bañarse. - Eso me incomodó, realmente, cada que estaba cerca de alguien, las cosas no terminaban bien, y no quería repetir todo lo que ya había vivido-
-Solo venía a agradecerte. - dije aún con la cabeza agachada y comencé a caminar directo al baño-
-Perdón, no era mi intención incomodarte. - dijo antes de que yo entrara al baño-
- Da igual. - dije sin verle-
-De nada. - fue lo último que dijo y entró a lo que supongo era su habitación-Me quedé un buen rato en el baño, hasta que escuché que tocaron la puerta, y siguieron haciéndolo un buen rato, supuse que el chico había salido y por eso no abría, así que salí del baño y yo abrí.
-Gracias, perdón pero es que guarde las llaves en una bolsa y no sé en cuál fue. Oh! Veo que ya conociste a Dong- sun.
-Uh?
-Traes su ropa puesta. ¿Cómo lo convenciste?
-¿Convencerlo? Me llamó "visita de Dak-ho" - eso coloreó sus mejillas de rojo-
- Lo siento
- ¿Por qué? No dijo nada malo.
-Eh... Ajá, como sea, debiste caerle bien, normalmente no habla con desconocidos, y ni a mí me presenta su ropa.
-¿Es de él?
-Si, ¿Acaso creíste que a mí me iba a quedar eso?
-Tuve mis dudas.
-Bueno, pues, en la cena las aclararemos y nos presentaremos, mientras tanto, te llevo a lo que será tu cuarto, y a darte un suéter, él aún es jóven, tu ya no eres una niña y... Hay prendas que él no tiene para prestarte.
-Uh?
-Hay partes de tu cuerpo que son hermosas, que llaman la atención, como tus ojos...
-¿Y?
-Solo... No dejes que baje la mirada, que sólo vea tu rostro.
-No entiendo.
-Olvídalo, ven, vamos a tu nuevo cuarto.
Me llevó a una habitación, más grande a comparación de la que tenía cuando era pequeña, estaba limpia, pintada de amarillo con franjas verdes.-La usamos cuando hay visitas, pero, adaptaremos otra para visitas, ésta la decoraremos a tu gusto, para que te sientas cómoda, recuerda que ahora eres parte de la familia, princesita.
ESTÁS LEYENDO
El Origen de la Sangre
FanficNada es lo que parece, todo aparenta lo que no es; la historia es horrible si no la vez desde el ángulo correcto, el monstruo es aterrador hasta que conoces su historia, la oscuridad te asusta hasta que conoces la razón del porqué apagó su luz. La s...