-Despierta
-¿Tan temprano?
-Él jefe quiere verte
-5 minutos m...
-No, ahora levántate.
-Está bien.
-Trae a tu gato.
-Se llama Yonsun.
-No pregunté y tampoco me importa, solo tráelo.

Fuimos a la oficina del señor Kwan, entramos e hicimos reverencia, Wang se posicionó a su lado, y yo me quedé frente a su escritorio.
-Me da gusto tenerte aquí querida.
-Muchas gra... -Me dió una bofetada cuando estaba por inclinarme-

Me había sorprendido, y aparentemente a Wang también.

-Debes aprender a respetar a tus mayores querida.
-Pero yo... -otra bofetada-
-A pesar de que me gustó lo que hiciste ayer en el patio, debes entender que hay límites, amenazarme frente a todos, e intentar hacerme quedar en ridículo no fue tu decisión más correcta, princesa.
-Lo siento, señor.
-Claro que lo sientes, espero que no vuelva a ocurrir.
-No volverá a pasar señor.

Aunque usted se lo buscó

-En fin, veo que estás lista, cariño. Lista para enfrentar nuevos retos.
-¿Cómo cuáles?
-Es momento que empieces a pagar tu deuda, Wang, quiero que la empieces a incorporar a las misiones.
-Pero señor, ella aún no sabe manejar armas, ni sabe los protocolos, ni como debe actuar, ni...
-¿Un mes no fue suficiente Wang?
-No señor -le pateó la espinilla- Quiero decir, si señor, pero no supe aprovecharlo bien, fue mi culpa, lo siento.
-Agh! ¿Qué debo hacer?
-Deme más tiempo, la prepararé bien, le doy mi palabra señor.
-Mas te vale. No mal gastes el tiempo Wang, sabes que es oro para mí.
-Si señor.
-Vayanse ya.
-Señor. -exclamé-
-¿Si? -dijo molesto, seco-
-¿Puedo pedirle algo?
-¿Qué?
-Son... Son 2 cosas las que quiero pedirle... La primera... Permita que Yonsun viva conmigo, no quiero seguir escondiéndolo, pero no quiero que corra peligro.
-¿Y la segunda?
-Tengame paciencia.
-Puedes irte.
-Gracias señor.

Cuando salimos de la oficina pude respirar tranquila.
-Sunbae, ¿Está bien?
-Si.
-La patada fue muy fuerte.
-Estoy bien. -dijo seco-
-Está bien.
-Vete a bañar, hoy tenemos entrenamiento con armas.

Al parecer pasé el "Nivel 1" de mi entrenamiento, ahora debía aprender a usar armas, no fue tan difícil aprender a usar armas de fuego, las armas blancas eran el verdadero problema.

-Aigoo me duelen los brazos Yonsunni -dije tirándome en la cama-

-Mi-suk levántate -se escuchó detrás de mi puerta-
-¿Qué?
-El entrenamiento aún no termina
-Pero ya es la 1 de la mañana.
-Felicidades. Ahora, levántate.
-Ya voy -suspiré y me despedí de Yonsun- Descansa pequeño, duerme por mi también.

-Agarra bien el cuchillo.
-Ya.
-Intenta darle al blanco. -lancé el cuchillo- muy abajo.
-Estoy cansada.
-Debes mejorar tu puntería.
-Quiero dormir.
-Nunca sabes cuándo serás atacada.
-A está hora hasta los enemigos del jefe están durmiendo, ¿Yo por qué no?
-Porque tu no eres enemigo del jefe. Así que, en guardia.

Y pude ir a mi cama hasta las 5 de la mañana, en cuanto me recosté y cerré los ojos, volví a escuchar su voz.

-Arriba, es hora de trabajar. -le lancé mi almohada, por desgracia estaba la puerta- la lanzaste muy abajo.
-AGH!!!

-¿Por qué todos me odian? -le pregunté a Wang mientras nos dirigíamos al comedor-
-No te odian, simplemente, aún no logran adaptarse a que haya una mujer "en casa".
-No, de verdad me odian, la mirada de un desadaptado y un asesino son muy diferentes...  -escuché su risa-
-Bienvenida a este lugar, dónde el 99.9 de la población se dedica a asesinar.
-¿Qué hay del .1 que queda?
-Eres tu
-Ah -procesando- Espere ¡¿Asesinar?!
-¿Qué? ¿Creíste que te estaba entrenando para ser granjera?
-No, pero tampoco imaginé que fuese un entrenamiento para... Asesinar
-Pues, ahora ves que si
-¿Cuándo terminará mi entrenamiento?
-Cuando demuestres que puedes defender a tu familia, sin miedo de acabar con la de alguien más.
-Es decir... ¿Nunca terminará mi entrenamiento?
-Eso depende de ti.
-Y bueno, si en este lugar no me odian sino que todavía no se adaptan a mi ¿Estoy segura?
-Mientras sigas siendo protegida del jefe, y estés conmigo estarás segura; no todos se han adaptado a ti, a decir verdad, la mayoría aún no están cómodos con tu presencia, así que puede que en su proceso de adaptación, desaparezcas tu
-¡¿O sea que intentarán matarme?! -me levanté asustada de mi asiento-
-Baja la voz -me hizo volver a sentarme- podría decirse que si.
-¿Entonces soy un blanco en la mira de todos?
-No de todos, hay algunos a los que puede que ya les agrades, ¿Por qué no intentas hacer amigos?
-Porque ahora temo que me entierren un cuchillo en el cuello mientras intento  presentarme
-¿No confías en ellos?
-Confío en quien usted confíe, estaré segura con quién usted considere seguro.
-Entonces si yo te pongo en un cuarto con 50 hombres de mi confianza ¿Te sentirás segura?
-Ehhh, supongo que sí, pero no lo hará ¿Verdad? -bebió de su café-
- No... Al menos no ahora
-¿Puede ser hoy mi día de descanso? Me siento exhausta.
-En tu momento más vulnerable, el mundo aprovechará para hacerte caer. En tu lucha podrás pelear sola contra el mundo o tener compañía, solo necesitas aprender a confiar. -dijo con la mirada perdida-
-¿Eh?
-Que te termines tu café

El Origen de la SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora