El Origen de la Sangre

21

-Pssst... Yon Sook, despierta -susurró-
-Mmmh?
-Despierta
-5 minutos más.
-Se nos hará tarde.
-¿Por qué susurras? Así solo me arrullas más.
-¿Entonces debo gritar?
-No.
-Despierta ya, que debemos irnos.
-Hace frío -puse su mano en mi hombro como si él fuera mi cobija-
-Te daré mi suéter, pero debemos irnos ya... Podrás dormir en el tren.
-¿Un tren? -dije emocionada-
-Entonces ¿Solo debía mencionar el tren para que se despertara? -dijo para si mismo, yo me levanté y comencé a tirar de él-
-Vamos! Vamos! Vamos! Se nos hará tarde! El tren va a irse! Corre! Apresúrate! -él rió-
-Ya voy, niña.
-Rápido! Corre!
-¿Dejarás al gato?
-¡Claro que no! Pero se le ve muy cómodo en ti.
-Eso si que no, una cosa es que te haya dejado conservarlo, ni creas que voy a cargarlo.

Íbamos camino al lugar seguro, yo tomada de la mano de Dong-sun, él me lo pidió, porque dijo que podría perderme o podrían robarme, la otra opción era atarme un lazo a la cintura... Pero no encontró un lazo, en fin, yo iba de su mano y Yonsun estaba acurrucado en el hombro de quién dijo "nunca lo cargaría".
-Sun-ah ¿A dónde vamos?
-A tomar el tren.
-Pero... No creo que por aquí sea la estación
-Si pero.... Shhh, pon atención -se acercó a mi oído y susurró- ¿Escuchas eso? -se escuchaba un tren a lo lejos-
-¡Un tren! ¡Sun-ah! ¡Escuché un tren!
-Ya estamos llegando. -me sonrió.

Llegamos cerca de las vías, según Dong-sun, el tren se de tendría por un momento, así que debíamos ser rápidos  para subir. El tren llegó, como Dong-sun había dicho, se detuvo pero... No era como imaginé.
-¡Vamos! ¡Sube, sube! -me cargó y entré a un vagón, después me pasó a Yonsun y subió él de último- ¿Qué pasa pitufina? ¿No te ha gustado el tren?
-Es ... Lindo, pero lo imaginé diferente.
-Sé que no es lo que esperabas... Pero...
-Es aún mejor.
-¿Qué?
-Si, en los libros que Dak-oh tenía, decía que un tren de transporte público es muy moderno, con gente a tu alrededor, conviviendo en el mismo espacio, uno junto a otro. Y aquí solo estamos, tu, yo y Yonsun, ¡Es perfecto!
-Me alegra escuchar que te guste. Ahora, puedes dormir otra vez.
-Pero el día es lindo.
-Ni siquiera ha salido bien el sol.
-Pero de igual forma se ve bien, es la primera vez que viajo en tren, no quiero desperdiciar está oportunidad durmiendo.
-La bola de pelos no opina lo mismo.
-Sun-ah... ¿Cómo es?
-¿Quién? ¿Yo? Soy alto, guapo, valiente, perfecto y en pocas palabras, lo mejor que te pudo pasar.
-No! Tonto! -reí y golpee su brazo- ¿Cómo es el lugar al que vamos?
-Ehhh... Pues...-la sonrisa se le borró y su nerviosismo se hizo presente, pude ver cómo rascaba su nuca buscando una respuesta correcta ante algo que no la tenía- Es un lugar... Muy seguro, hay demasiada seguridad allí, hay... Eh... Hay... Pocas personas como vecinos, tendrás un cuarto para ti.
-¿Y tú?
-Yo... Yo también tendré mi cuarto. No te preocupes, estaremos bien, lo prometo. Antes de que lleguemos, tengo que pedirte unas cosas.
-Claro!
-En ese lugar, deberás confiar pero no demasiado y cuando estés lista, intenta valerte por ti misma.
-Ehhh...
-Todo va a estar bien.
-Lo sé, vas a estar conmigo.
-Ehhh... Claro, lo estaré, pero no podrás verme.
-¿A qué te refieres?
-Oh, ya sabes, en ese lugar, hay reglas y una de ellas es "Hombres trabajan con hombres y mujeres con mujeres" por... Temas de seguridad.
-Mmmh -entrecerré los ojos y lo miré-
-¿Confías en mí?
-Ya te había dicho que si
-¿Harás lo que te diga?
-Por supuesto.
-Entonces, solo sígueme la corriente, y por nada del mundo, digas que somos conocidos, es por tu bien.
-Estás actuando muy raro, ¿Estás bien?
-Yo...
-Oh! ¿Ya soltaste a tu amiga la mariposa? -Claro! Puede que sea eso!-
-¿Qué?
-Ya sabes, con la que habla... -espera, se supone que yo estaba dormida-
-Mmmh... Alguien estuvo despierta hasta tarde.
-No podía dormir.
-¿Escuchaste todo?
-Tranquilo, tu secreto de que eres amigo de una mariposa está a salvo conmigo, pero no dejes que nadie más te escuché hablando con mariposas, pueden creer que enloqueciste.
-Está bien. -ví una sonrisa más forzada que su cariño por Yonsun-
-¿Falta mucho para que lleguemos?
-Te avisaré cuando hayamos llegado. -tomó a Yonsun, se quitó su suéter y lo hizo bolita para después recostar al gato en él-
-Está bien, eh... Sun-ah... -me senté cerca de la orilla del vagón, donde él estaba-
-¿Si? -Con una sola mano, me abrazó por los hombros-
-Eso tipos que nos han perseguido... ¿Por qué lo hacen?-recosté mi cabeza en sus piernas y él comenzó a acariciar mi cabello, ninguno de los dos ponía la vista en el otro, ambos veíamos el panorama que el tren atravesaba-
-Ya no debes preocuparte por eso... Ya pronto todo esto terminará.
-¿Volveremos a casa cuando todo esto termine?
-Tendremos un lugar mejor para cuándo todo esto termine. -¿Por qué siento como si eso no fuese verdad?-
-¿Es una promesa?
-No. Es una meta.

No lo está prometiendo, y a pesar de que habla con una voz de seriedad y frialdad... Noto el nudo en su garganta que se está intentando tragar... Él no quería decir lo que pasaba y yo no podía obligarlo a hablar. Me reincorporé, lo miré a los ojos y lo abracé, dejé a un lado cualquier jugada que mi mente quisiera hacer para que yo no lo tocara, en esos segundos, lo único que importaba era Dong-sun, y por él, yo dejaría todos mis miedos, porque me necesita, y yo lo necesito, correspondió mi abrazo, y pude sentir como su cuerpo comenzaba a relajarse, su abrazo podía decirme todo lo que él sentía, pues me abrazaba como un niño a su madre después de no haberla visto por mucho tiempo, él me abrazaba apretando suavemente mi cuerpo, como si tuviera miedo de soltarme, yo no lo solté, ni él a mi, él necesitaba mi abrazo, y yo necesitaba que él estuviera bien.

No siempre son necesarias las palabras para poder expresar lo que sientes, pues en ese silencio, Sun-ah me dijo tantas cosas mientras me rodeaba con sus brazos, y no abrió en ningún momento la boca.

Inhaló profundamente antes de soltarme. Puso sus manos en mis mejillas y me sonrió.

-Todo está bien. -le dije-
-Ahora, ya lo está, gracias Yon-ssi. -El gato maulló y se acercó a nosotro-
-Al parecer eres más cómodo que el suéter.
-Mmmm... -fue por su suéter y me lo puso, luego puso a Yonsun en el gorro del suéter- Listo, ya no lo pienso cargar, así que cargalo tu.
-Pero no es lo mismo
-Tendrá que acostumbrarse a creer que lo es. Además, es tu gato, no mío.

En cualquier momento, yo me distraje, estábamos atravesando un campo que se veía tan suave como si estuviese hecho de nubes y algodón, Dong-sun había ido al otro lado del vagón, y de la nada, se acercaba corriendo a mi.
-Yon Sook! Salta! -dijo preocupada-
-¿Qué? No lo voy a hacer, el tren está en movimiento
-¡Salta!
-¡¿Estás loco?!
-¡Dijiste que confiabas en mi! ¡Que harías lo que yo te dijera! -sacó al gato del gorro y lo puso bruscamente en mis brazos- ¡Y yo te digo que saltes!
-¿Saltarás conmigo?
-Ya no hay tiempo Sook -respondió mientras dirigía la mirada al otro lado del vagón, ignorando mi pregunta- Lo siento.

Y fue entonces que vi a mi propio hermano, empujarme de un tren a gran velocidad, con la única compañía de un gato bebé.
No tuve oportunidad de sujetarme de algo, o de él, no tuve oportunidad de despedirme, de decirle que lo quería, solo caer era lo único que podía hacer, caer mientras protegía con mi cuerpo a una cría de gato, mientras lo veía a él, a la orilla de aquel vagón.