Acabo de tener una noche muy candente con Enzo, esta es nuestra última noche en la isla, él duerme plácidamente, pero yo no logro conciliar el sueño así que me coloco su remera y decido salir a la orilla del agua.
El suave sonido de las olas me calman, este lugar es hermoso, es más es mi lugar favorito en el mundo.
—Veo que no soy el único que no concilia el sueño —habla a mis espaldas la voz de Chris.
Me giro para mirarlo —tal parece que no —le respondo con una sonrisa.
—Bonita noche —comenta.
—Si, hermosa —respondo sin apartar la mirada del horizonte.
Él se para a mi lado y nos quedamos un largo rato en silencio, ninguno de los dos habla y la verdad no parece ser un silencio incómodo, todo lo contrario.
—¿Recuerdas cuando nos conocimos? —pregunta de repente.
—Claro que lo recuerdo —respondo ahora mirándolo a los ojos.
—Estabas hermosa ese día...
—Gracias, siempre lo estoy —por alguna razón el calor se apodera de mis mejillas —tú no te quedabas atrás —devuelvo el cumplido.
—Eso ya lo sé, siempre fui un galán —alardea.
—Engreído —golpeo suave con la palma de mi mano su brazo izquierdo, él solo sonríe mientras finge que mi golpe le dolió.
—Hay algo que debo decirte, un día juré que no te lo diría pero ya no lo quiero callar y la verdad es un riesgo que estoy dispuesto a tomar.
—¿De qué hablas? —cuestiono sin entender su punto.
—Me refiero a que tú me gustas desde la maldita primera vez que te vi —sin darme tiempo a reaccionar me besa.
Mi cerebro entra en corto circuito y no reacciona, no lo beso pero tampoco me alejo, simplemente mi mente y mi cuerpo no emiten ningún tipo de acción.
Luego de unos instantes el separa nuestros labios.
—¿Qué fue eso? —hablo algo consternada.
—Desde que te conocí has estado enamorada de Enzo, eso lo tengo más que claro pero a mi siempre me has gustado, entregarte a él en el altar fue lo mas difícil que hecho en mi vida —confiesa —se que jamás vas a sentir nada por mi —continua —pero los años pasan y no puedo seguir siendo un cobarde, no puedo callar mas lo que siento, porque se nos escapa la vida y yo te amo.
—Chris no me puedes estar diciendo esto, simplemente no puedes, nuestra amistad de años —me alejo unos pasos y me sujeto la cabeza con la esperanza de qué eso ayude a aclarar mis ideas.
—Perdón, pero te lo debía decir y ahora te voy a hacer una pregunta ¿Tú jamás has sentido nada por mi?
Me giro para quedar frente a él nuevamente, mis ojos están llenos de lágrimas —lo siento Chris, eres un gran hombre, pero jamás te vi con otros ojos, para mi siempre fuiste mi mejor amigo, así que no, nunca te vi con otros ojos.
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Yes Daddy
RomancePaula por fin tiene su vida en orden, no es la vida perfecta pero tiene claro a dónde quiere llegar y jamás se debía de sus objetivos. El por su parte ya tiene la vida resuelta y no necesita de nadie ni problemas en su vida. El choque de destinos qu...