CAPÍTULO 20

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Casi dos semanas han pasado desde que me hundí en una terrible depresión, jamás pensé que él fuera capaz de hacerme algo así

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Casi dos semanas han pasado desde que me hundí en una terrible depresión, jamás pensé que él fuera capaz de hacerme algo así. Me encuentro en la casa de Chris, sus papás han sido demasiado amables, Chris por otro lado no me deja sola ni por un solo instante, me alegro un montón de tenerlo en mí vida.

Ahora el se fue al colegio y yo me encuentro en la habitación que me dieron para que yo me quedará, estos días no he ido, tengo la cabeza en otra cosa e ir seria una perdida de tiempo.

Estoy con mi celular, desde esa noche no lo prendía, tengo un sin fin de mensajes y llamadas de Enzo, los ignoro completamente, también tengo muchos mensajes de mis amigas.

En nuestro grupo mando un mensaje.

Hola chicas, no se preocupen, estoy bien, solo necesito estar sola. Les prometo que cuando esté un poco mejor nos vemos, las quiero.

Tras escribir ese mensaje voy a la galería de mi celular y me es inevitable ver mis fotos con Enzo, sin consuelo comienzo a llorar. De repente abren la puerta del cuarto y es Allelén la mamá de mi mejor amigo.

—Ay pequeña ya no llores, él no se merece que estés así —ella se sienta en el piso a mi lado y me abraza  fuerte, hacia mucho tiempo que nadie me daba uno de estos abrazos maternales, simplemente me anclo a ella y dejo salir todo mi dolor.

Durante una hora me estuvo consolando, ahora estamos en la cocina, yo estoy tomando un vaso con sumo de naranja y ella un café.

—De verdad muchas gracias por todo —hablo sincera.

—Por ahí dicen que gracias hacen los monos, además ¿Quieres qué te cuente un secreto?

—Sí, por supuesto —respondo curiosa.

—Siempre quise tener una hija, pero luego de tener a Chris no logré tener más hijos por unas complicaciones en mi salud —me cuenta.

—De verdad los siento —hablo sincera —es una gran madre.

—No te preocupes querida, ya es un tema superado y muchas gracias por tus palabras.

Le iba a responder pero suena el timbre de la casa y nos interrumpe, pasados unos minutos llega una de las chicas y nos avisa que un chico me está buscando, lo primero que pienso es que es Enzo.

—No quiero verlo —hablo mirando a Alle.

—No te preocupes, yo misma me encargaré de ese desgraciado —ella sale de la cocina hecha una furia, pero unos diez minutos mas o menos ella vuelve —cielo no es él —me avisa.

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