Salimos del restaurante y nos dirigimos a un bar que para ser honesta no conozco, en el camino vamos escuchando música con Enzo, me encanta pasar tiempo con él. Lo miro detenidamente mientras maneja y se ve tan perfecto como siempre, hace rato se quitó la corbata y desabrochó los primeros tres botones de su camisa, se ve súper lindo.
Estacionamos y bajamos del coche al mismo tiempo que los chicos. Cuando nos aproximamos a la entrada hay una gran fila de jóvenes esperando el ingreso, en la puerta hay dos chicos gigantes.
-Señor Enzo, adelante -saluda uno de los chicos y nos da el acceso.
-Hola Jeff y gracias.
Él tipo solo asiente y se hace a un lado para que pasemos.
-¿Vienes seguido? -pregunto en tono bajo para que solo él me pueda oír, pero evidentemente es obvio que si, por algo lo conocen.
Entramos y las luces de colores, la música y el pesado aire me hacen saber que es un buen lugar o que al menos la gente aquí si se divierte.
-La verdad Pau solía venir muy a menudo -habla mientras me toma de la cintura y una jóven muy guapa nos guía por unas escaleras que nos lleva a una zona VIP, desde aquí hay una predilecta vista a todo el lugar.
Los sillones son de un color rojo sangre, hay una pequeña mesa en el centro dónde de seguro dejarán las bebidas.
-¿Qué van a tomar? -nos pregunta la amable chica con una sonrisa.
Los chicos piden y yo por ahora solo pido una margarita.
La joven se va con nuestros pedidos y nosotros comenzamos a charlar muy animadamente, estos chicos son geniales.
Llegan nuestras bebidas y comenzamos a beber tranquilos entre risas, charlas y anécdotas de cuando los chicos eran pequeños.
-Pau vamos a bailar -me propone Sam junto con Victoria.
-Sí, vamos -respondo sin vacilar.
Nos levantamos y antes de que me vaya con las chicas Enzo me toma de la cintura y hace que nuestros labios se unan, es un beso muy demandante y me encanta cuando se pone así.
-Ya déjala, la tienes para ti todos los días -habla Vicky.
-Si es verdad -concuerda Sam -vámonos -me toman de las manos y nos dirigimos a la pista.
Justo están pasando una canción de Reguetón, no soy la mejor pero bailo bien, hay que decirlo. Comienzo a mover las caderas lentamente al ritmo de la música, las chicas hacen lo mismo que yo, pasado un rato estamos muy sedientas, así que nos dirigimos a la barra.
Estoy a punto de pedir otra margarita, pero las chicas me cortan la acción.
-Prueba un sexo en la playa con nosotras -me proponen.
-No puedo chicas, soy menor -les recuerdo en un susurro.
-Nadie lo notará y creeme que no te pedirán identificación -apela Vicky.
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Yes Daddy
RomancePaula por fin tiene su vida en orden, no es la vida perfecta pero tiene claro a dónde quiere llegar y jamás se debía de sus objetivos. El por su parte ya tiene la vida resuelta y no necesita de nadie ni problemas en su vida. El choque de destinos qu...