CAPÍTULO 11

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Subo por el ascensor y para ser honesta el recorrido se hace relativamente largo ya que sí acerte y el edificio es de 31 pisos, pero lo positivo es que una de las paredes esta hecha con un cristal oscuro que permite ver fácilmente para afuera, el ...

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Subo por el ascensor y para ser honesta el recorrido se hace relativamente largo ya que sí acerte y el edificio es de 31 pisos, pero lo positivo es que una de las paredes esta hecha con un cristal oscuro que permite ver fácilmente para afuera, el lugar es nuy bonito como todo lo relacionado con Enzo, así que no me soprendo demasiado por eso, hay demasiadas oficinas por todos lados y un silencio digno, excepto por el sonido de los teclados y las impresoras, al salir del acensor enseguida veo una gran puerta de madera oscura, al lado de la misma se encuentra un escritorio, en el que hay una jóven muy bonita, la cual supongo es su asistente.

Antes de acercarme la miro detenidamente y tiene el cabello negro, unos ojos azules muy bonitos, buen cuerpo y hasta una sonrisa perfecta, ¡Dios!

¿Qué veo? Una rival acaso... Hay ya tengo que dejar de ser celosa y sentirme menos, yo se lo que valgo.

-Hola, en que te puedo ayudar -habla de una forma muy educada y con una sonrisa la chica, sacándome de mi pelea interna.

-Hola -le devuelvo la sonrisa, por por mas celosa que este debo ser amable si ella lo es conmigo -vengo a ver a Enzo -hablo dulcemente mientras respondoa a su pregunta.

-De acuerdo enseguida le aviso -me responde de forma amable.

-Gracias -toma el teléfono para avisarle mi llegada al susodicho y mientras lo hace yo tomo un caramelo que hay encima de la mesa en una caramelera son de menta y chocolate, mis favoritos.

Cuando le quito el envoltorio y me lo llevo a la boca Enzo abre la puerta y se me queda viendo de brazos cruzados, una ceja alzada y una cara entre molesta y divertida.

¡Mierda! Creo que ya la cague...

Olvide que en el contrato muy claro decía que podía comer dulces solo con su autorización, pero la verdad me tente y me termine olvidando.

-Victoria -llama la atención de la chica -ella es Paula mi novia -mi cara se mantiene normal y serena pero juro que por dentro estoy saltando en un pie y haciendo un baile raro de la victoria.

-Mucho gusto Paula -me saluda ella, ahora con mi nombre.

-El gusto es mío y por favor, solo Pau -devuelvo amable.

-De acuerdo Pau -es muy amable y siempre responde con una linda sonrisa.

-Pequeña, ella es novia de Germán uno de mis mejores amigos -me cuenta Enzo.

-Genial -eso calma bastante mi ataque de celos, ya me cae bien está tal Victoria.

-Que gusto ya conocerte, Enzo no para de hablar de ti -dice ella mientras rodea el escritorio y se acerca a nosotros -y eso que este -lo señala con mala cara -parecía no tener sentimientos.

Me sonrojó muy visiblemente y prefiero bajar la mirada mientras mastico mi caramelo, pero la curiosidad de inmediato me gana.

-¿De verdad? -interogo mirándola a los ojos en busca de respuestas.

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