Paula por fin tiene su vida en orden, no es la vida perfecta pero tiene claro a dónde quiere llegar y jamás se debía de sus objetivos.
El por su parte ya tiene la vida resuelta y no necesita de nadie ni problemas en su vida.
El choque de destinos qu...
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Estamos en un lago, a Chris se le ocurrió hacer un picnic y ahora estamos comiendo de todo.
—Bueno quiero darte mi regalo —anuncia.
—Chris no era necesario, tú amistad y este hermoso día es más que suficiente para mí.
—Lo sé Nana, pero quería que tuvieras algo mío —saca una caja de terciopelo azúl con letras plateadas, desde lejos se nota que es de una joyería carísima.
Me la tiende y cuando la abro me encuentro con una hermosa cadena de oro, tiene un sol con pequeñas piedras que parecen diamantes.
Recuerdo que en alguna de mis tantas charlas con Chris, le conté que amo todo lo que tiene relación con el espacio.
—Es hermosa —hablo mientras acaricio la pieza con la yema de mis dedos.
—Déjame ayudarte —recojo mi cabello y él me la coloca, amo mi regalo, sin pensarlo dos veces me lanzó a los brazos de Chris.
—¡Gracias!
—Merece... Pero eso no es todo, mira —debajo de su camisa saca una cadena igual que la mía, pero la de él tiene una pequeña luna, la toma entre sus manos y la coloca en el centro de mi sol, ambas piezas encajan a la perfección.
—Wow —hablo emocionada.
—Tú siempre llevarás una parte de mi en ti y yo siempre tendré una parte de ti vaya a dónde vaya, por qué siempre seremos los mejores amigos, porque la luna sin el sol no tendría luz, solo sería un oscuro astro más. Y tú desde que llegaste a mi vida, has sido mi sol, la luz en mi oscura y aburrida vida.
Las lágrimas corren, lo abrazo con todas las fuerzas, no se que he hecho bien para merecer un mejor amigo como él, pero doy gracias al cielo por cruzarlo en mi camino.
—Ya, no llores —seca mis lágrimas pero él está igual que yo.
—¡Tú estás igual!
—Eso no es cierto a mí me entró polvo en los ojos.
—¡Clarooo!
Él mira su celular que acaba de sonar y comienza a recojer todo.
—¿Qué haces? —interrogo curiosa.
—Nos vamos, iremos al centro comercial a comprar algunas cosas para nosotros.
—¡De acuerdo! —Tras recojer todo nos vamos en su coche rumbo al centro.
Vamos escuchando música y cantando juntos a todo pulmón. Cuándo llegamos bajamos y al primer lugar al que vamos es a una tienda de mujeres.
