Fuera De La Dimensión ━ Loki Laufeyson.

Capitulo 1:

Abrí los ojos tratando de acostumbrarme a la luz del día que se metía inerte tras las cortinas casi transparentes, no hacía tanto frío como para impedir que sacara mi cuerpo de las sábanas, pero aun así resultaba difícil para mí hacerlo. Cuando lo logré, me obligué a mí misma a dar pasos hacia la ducha, la necesitaba para despertar. Al terminar, salí envuelta en una toalla y me acerqué a la mesa de noche junto a mi cama, vi mí celular y noté que tenía un par de mensajes de mí mejor amiga Karla, me senté al borde de la cama para revisarlos y los leí con calma.

"¿Vendrás a cenar?"

Respondí automáticamente un "No lo sé, te aviso más tarde" y luego pasé al siguiente.

"¿Te gusta este color?" Abrí la foto que adjuntaba y vi un vestido de color azul, demasiado brillante para tu propio gusto, pero a Jessica le gustaban las cosas brillantes así que envíe una corta frase y un emoji "Me encanta ;)"

Karla es la única amiga que tengo desde hace más de 15 años, estoy segura de que son más pero no me atrevo a contarlos teniendo en cuenta que estaba a punto de cumplir literalmente 25 años; Siempre fui un poco nerd para mis cosas y en cierto sentido, Karla fue la única que pudo tolerar mi forma de ser, tan antisocial. Ella era la única que ha sido capaz de respetar mi espacio personal y no recriminarme por no poder responderle un mensaje a tiempo, esa era una de las fuertes cosas que tenía nuestra relación de amistad tan sujeta y fuerte.

A pesar de que me encontraba un poco deprimida por estar cumpliendo 25 años, me gusta la vida que tengo, sobre todo mi trabajo. Alrededor de varios tipos de famosos, estudie una corta carrera de maquillaje en una de los institutos más prestigiosos de Nueva York y con el tiempo mi trabajo se hizo escuchar a varios profesionales, era simple... pero les gustaba. Había estado trabajando constantemente con los hermanos Russo, ellos siempre me solicitaban especialmente para que maquillara a sus actores y les diera la mejor experiencia posible. Como había trabajado con ellos, conocía de primera plana a varios actores que trabajan para Marvel, Chris Hemsworth, Chris Evans, Robert Downey Jr, Scarlett Johanson, Paul Rudd y muchos más. En especial, conocía más a Chris Hemsworth a causa de su linda esposa, con quien de vez en cuando nos tomábamos algún café y quien de vez en cuando me presentaba chicos encantadores para que conociera. Sabía que lo hacía con una buena intención y a veces le acertaba perfectamente en mis gustos, pero siempre terminaba aburriéndote de la compañía y para no entrar en más confianza, cortaba de raíz todo y volvía a comenzar.

Sin embargo, el único que te ponía nerviosa era él; al que se le otorgó uno de mis personajes de los comics favoritos que específicamente no era un súper héroe. Lo conocía hace años, pero nunca me atreví a hablarle a pesar de que él era demasiado galante y educado y a pesar de que cuando lo tenía que maquillar o arreglarle el cabello él te me veía con esos hermosos ojazos y no podía hacer nada más que sonreír, porque en el fondo sabía que él estaba en lo alto de la torre y yo... bajo de ella, aunque amaba hacer lo que hacía, sobre todo sí tenía que maquillarlo a él.

Temía aceptar que estar enamorada de Tom Hiddleston, porque sabía que era una locura ¿Tener un amor platónico? Aunque reprimía el sentimiento, sabía que siempre había estado ahí. Me costaba aceptarlo porque alguien como él nunca se fijaría en una persona como yo, había modelos y actrices, más perfectas y hermosas estéticamente hablando de lo que yo era, y pensar eso me hacía caer al suelo para darme cuenta una vez más que, no era nada interesante.

Decidí tomarlo por un amor imposible y con ese sentimiento había cargado desde los últimos días de haber trabajado con él mientras filmaban las últimas escenas de Thor Ragnarok, siempre recordaba que cuando grabaron Thor The Dark World a penas me vio, Tom me abrazó con cariño reconociéndome al instante, preguntándome como estabas pero como estaba muy nerviosa solo sonreí y me puse a trabajar, pienso que si hubiera tenido más personalidad tal vez hubiera tomado partido en el asunto y hubiera podido compartir más que unas simples miradas amables y un par de saludos.