Fuera De La Dimensión ━ Loki Laufeyson.

Capitulo 17:

La misión había sido muy interesante. No recordaba haber tenido tanta acción en toda mi vida. Nos fuimos Nat, Barton y yo en el quinjet mientras Thor, Loki y Steve se iban en aparte. Llegamos a los muelles y nada más bajando la escotilla nos encontramos con un sujeto con un traje de mallas ajustado, entre el rojo y el negro. Una sonrisa extensa y una postura muy relajada. Se dio un apretón de manos con Barton y una con Nat y luego se dirigió a mí.

—Hola, tú debes ser Nesta ¿No?

—Sí — sonreí inevitablemente.

—¡Wow! Es un placer conocerte, yo soy Shang — le di la mano y la agitaba una y otra vez y yo no podía hacer otra cosa que reírme.

—Lo mismo digo — él seguía sosteniéndome la mano, hasta que alguien se aclaró la garganta a un costado. No tuve que ser adivina para saber quien era. Como había llegado tan rápido era el asunto.

Loki estaba recargado contra el árbol cercano tras los terrenos de los muelles. De brazos cruzados mirándome fijamente. Aunque no estaba segura si miraba que Shang no me soltaba la mano o que por el traje que yo tenía puesto que Tony había mandado a pedir para mí hace unos días y habían tenido guardado. No se alejaba mucho del de Nat. Negro, ajustado y con varias correas con artefactos como navajas y un par de pistolas que había aprendido a manejar en estos meses en los que él se había mandado a cambiar.

—¿Es tu novio? — preguntó Shang-Chi.

—No — le solté la mano y seguí sonriéndole.

Nat me salvó de decir alguna otra cosa, me lanzó una correa que tenía que ir en la pierna derecha en la pantorrilla. Todos comenzaron a alejarse hacia el sendero que llevaba hacia el muelle y yo me quedé junto al quinjet para tratar de ponerle la correa, cuando vi una sombra pensé que era Nat que me había venido a ayudar, pero fue Loki. Quien se arrodilló y tomó la correa por mí y la ajustó alrededor de mi pantorrilla. Sus manos rodearon mi pierna y me miró desde abajo.

—Qué quieres que te diga — susurró encogiendo los hombros mientras se levantaba, con las manos subiendo por mi cuerpo hasta detenerse en mis caderas — te vez malditamente sexy con ese traje.

Mi cuerpo bajo su toque tembló, y mi corazón latió con fuerza, pero no podía déjame distraer por él ahora. Quería ser pesada y enojarme por estar pensando en el físico la apariencia y en coger cuando estábamos en medio de algo muy importante. Pero cerré los ojos y pensé en lo que me había dicho, sobre él abriéndose a mí... sobre yo, tratándolo con delicadeza.

Yo tenía paciencia y quería ser paciente con él. Porque yo lo quería. Porque yo me sentía capaz de soportar el tiempo necesario para demostrarle que él merecía ser amado como cualquier otro ser en el enorme planeta.

—No es momento, Loki — le dije y él solo sonrió como un picarón.

Barton silbó desde donde estaban y Loki me soltó disimuladamente y se alejó.

Nos reunimos en unas barracas y todo pasó muy rápido.

Para cuando volvimos a la torre Loki se me perdió de vista. Me duché y me alisté para ir a comer algo. Me encontré con los demás en la cocina. Bucky estaba entre ellos así que me acerqué mientras él parecía perdido cerca de la isla de la cocina, aunque más que perdido lucía bastante incomodo. Le di un codazo y me miró con las cejas alzadas.

—¿No vas a comer nada? — le dije, abriendo un pan por la mitad para echarle mantequilla de maní — Se ve en tu cara que tienes hambrecita — tomé una manzana, un vaso con jugo y un pedazo de pastel de fresas y los puse frente a mí antes de sentarme.

—Parece que la que está muerta de hambrecita es otra — miró mi plato y luego a mí y se me salió una risa tonta. Bucky también sonrió y me di cuenta que tenía una sonrisa muy bonita. Pero no tanto como la de...