Fuera De La Dimensión ━ Loki Laufeyson.

Capitulo 2:

Terminé de trabajar y me quedé en el Lobby sentada en una banca junto al elevador esperando que se abrieran las puertas, me sentí dudosa con respecto a llamar a Tom, tal vez todo estaba resultando según la naturalidad de las cosas, pero me dio tanto miedo que gran parte de mí persistió en hacer oídos sordos. Él fue quien me llamó, era un numero desconocido, pero no tenía que ser tonta para saber que se trataba de él.

—Estoy abajo, ¿Vienes? — sonó tan natural y seductor, que incluso el tono bajo de su voz, me hizo espabilar, como si hubiera sido Loki de las películas tras la línea.

Sacudí la cabeza como tonta, tomé mis bolsos y chaqueta y me levanté.

—Voy — colgué la llamada y me guardé el celular en el bolsillo de atrás de mis vaqueros. Intenté no sonar animada pero la verdad era que en el fondo lo estaba y mucho.

Cuando llegué al estacionamiento, un auto azul oscuro se estacionó delante de mí y se bajó la ventanilla del copiloto. Tom asomó su cara sonriente mientras yo estaba a punto de acercarme para abrir la puerta. Él se bajó rápidamente y rodeó el auto para hacerlo por mí, cogió mis bolsos que colgaban de mis manos y las tiró en el asiento trasero.

Luego sostuvo la puerta abierta para mí y al pasar junto a él fue inevitable sentirme torpe por aspirar su aroma como a naranja, olía tan bien a limpio... perfecto. Tragué saliva y me sentí, en lo que abroché mi cinturón él rodeó el auto para sentarse al otro lado. Y en poco tiempo estábamos en camino hacia uno de sus restaurantes favoritos.

—Me iré por aquí — apuntó delante, donde había un montón de paparazis esperando novedades, la idea de que me vieran con él me paralizó un momento, entró y los flashes entorpecieron mi vista, tapé mi cara, pero sabía que era inevitable — realmente lo siento.

—Está bien — susurré, lo vi observándome inquieto por el rabillo del ojo.

Estacionó lejos de la prensa, donde una enorme muralla les impidió la vista. Desabroché mi cinturón para bajarme, pero Tom puse una mano sobre la mía abriendo su puerta.

—Espera — dijo, se bajó y rodeó el auto abrió la puerta de atrás y sacó mi abrigo, posteriormente abrió mi puerta y me extendió una mano para ayudarme a bajar -aunque realmente no la necesitaba, me agradaba mucho la actitud-

Bajé la vista y sonreí intentando que no me viera, en la entrada del restaurante fue lo mismo, tenía pinta de bar vip una rara mezcla con buena música de fondo. El mesero saludó a Tom y a mí y nos condujo hacia una mesa cerca de un enorme ventanal que daba a un hermoso jardín.

Pedí café y Tom también.

—¿Qué? — le acusé tras verlo verte fijamente sin temor.

—¿Por qué te fuiste?

Tragué nerviosa, revolví mí café observando el fondo de la taza.

—No lo sé — susurré — bueno, a decir verdad....

—Te asusté

—Un poco — bromeé, él sonrió encantador — mira, no es personal... es decir.

—Te había observado desde hace mucho, si es eso lo que te preocupa y no, no soy el típico famoso que se acuesta con alguna chica todos los fines de semana, yo no soy así.

De ambas miradas salieron chispas se formó un nudo en mi vientre que no se deshizo ni con pellizcarme el brazo.

—¿Me habías observado desde hace mucho?

—¡Sí! — exclamó en voz baja — te veía a diario por medio año, mientras grabábamos. Te reías de mis bromas, solía mencionarle a Chris lo guapa que eras y él solía bromear frente a ti para sonsacarte si tenías novio, si estabas casada o algo.