Capitulo 26:

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El corazón me seguía latiendo fuerte, detuve mis ojos sobre la punta de mis botas mientras intentaba controlar el agitamiento en mi interior, parecía que más me agitaba en vez de calmarme, mis pies se comenzaron a mover automáticamente en dirección a cualquier parte, el cielo sobre mi cabeza había comenzado a tronar y yo no traía nada que pudiera protegerme de una lluvia inminente —ahora no solo estaba desdichada y tenía una vida amorosa más complicada de lo usual, ahora también, iba a mojarme— y dicho y hecho, en un abrir y cerrar de ojos, comenzó a caer la lluvia y la gente comenzó a corretear para protegerse, yo simplemente, seguí mi camino.

No quería cuestionarme nada, pero no podía; porque estaba haciéndole daño a Tom, pero al mismo tiempo —nadie, absolutamente nadie— iba a creer semejante cosa, ya lo he mencionado, es una locura. Me detuve bajo el alero de un restaurante, el techo de la entrada levemente me cubría la cabeza mojada como una catarata, el mozo de adentro me miró con malos ojos y supe que estaba a punto de echarme, me abracé a mí misma esperando que tan solo me tuviera compasión, lo observé acercarse a la puerta y hacer el ademán de abrirla para dirigirse a mí, pero de un momento a otro su gesto hurón cambió a sorpresa y pasmo, retrocedió.

Y yo lo miré con las cejas juntas sobre el arco de mi nariz, confundida ante su actuar, hasta que sentí la respiración de alguien atrás de mí, hasta que un par de manos grandes tomaron mi cintura con naturalidad y me giraron bruscamente frente a —Ojos verdes, ¡Ojos verdes! — Zamarreé mi cabeza confundida y estuve a un segundo de desmayarme, volví a verlo fijamente —eran azules— y mi corazón ya pequeño, se apretó más contra sí mismo, haciéndome sentir una desilusión que no quería tolerar.

Tom me miraba desde arriba con una mirada poco usual en él y su agarre sobre mí por un momento me recordó a Loki —con esa manía posesiva que solo él tenía—.

— ¿Qué haces aquí? Parada, bajo la lluvia... lamiendo tus propias lagrimas...

Yo, que había apartado la vista hacia las gotas en el cemento, levanté mi rostro para ver sus ojos y corroborar una vez más que eran —azules— yo veía a Tom, pero sentía y escuchaba a Loki —ok, ahora es cuando me vuelvo loca— los dedos de Tom presionaron mi carne, apegándome más a él.

—Quería caminar, necesitaba pensar — conseguí decir, Tom se inclinó hacia mí sin apartar sus ojos azules de mi boca, automáticamente yo me hice para atrás y él sonrió. Esa sonrisa, no era usual en Tom, pero, no. No tenía sentido.

—Mírate — Deja bu en mi interior — Estás toda empapada — susurró y por un momento, debido al tono reseco de su voz y esa socarrona sonrisa, mal entendí su preocupación — vamos al apartamento.

Se desprendió de mí con una facilidad que me dejó en blanco — ¿Podría ser ésta una faceta escondida de Tom? — porque sí así era, estaba acelerando mi corazón de una manera incontrolable, deslizó sus dedos por mis brazos hasta tomar mis dedos entre los suyos y jalarme hacia la acera una vez más. Y juro, juro que sentí chispas entre mis manos y las suyas. Como si hubieran salido corrientes eléctricas cuando nuestras palmas se juntaron. Me quedé muda mirándolo y lo seguí sin chistar, observando el movimiento de sus pies y no me di cuenta cuando llegábamos al apartamento, subimos por el ascensor y cuando las puertas se cerraron y me miró tuve de nuevo un terrible deja bu.

Desde que había vuelto, solo lo había deseado de manera intensa la noche que bebí demasiado como para creer que era Loki y no él, pero, en ese momento —Y sin pensármelo demasiado— al observarlo apoyado en la pared el ascensor, con el pelo mojado, las gotas resbalando por su rostro perfecto y haciendo tronar sus dedos, en lo único que pensé fue en lanzarlo contra esa pared y hacer toda clase de cosas sucias.

Fuera De La Dimensión ━ Loki Laufeyson.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora