Sentí que había dormido demasiado mi cuerpo se sentía lánguido y pesado y me costaba intentar abrir los ojos porque me dolían las cuencas. Mí corazón se sentía demasiado agitado como si fuese a tener un ataque cardiaco o algo parecido que me hacía de pronto abrir los ojos asustada, afirmándome con la palma de tus manos en el suelo.
¿En el suelo?
Me levanté pasmada observando a mi alrededor, dándome cuenta donde estaba. Claramente pensé que estaba soñando porque otras veces había tenido sueños de estos pero ¿Por qué se sentía tan real?
Lo que mis ojos veían me resultaba tan real que el miedo se me subió a la garganta casi impidiéndome gritar.
Estaba en el piso de un balcón brillante y una dulce fragancia a flores invadió mis fosas nasales haciéndome girar hacia el borde del balcón, froté mis ojos mientras intentaba acostumbrarme a la cegadora luz brillante de Asgard.
—Estoy soñando, estoy soñando — me dije a ti misma.
Traté de repetírtelo varias veces, incluso me pellizqué y dolió tanto que me quedé desconcertada observando la marca roja en mis brazos. Volví a alzar mi vista al frente, donde se extendía el todo poderoso Asgard, en su brillante y esplendorosa majestad el lugar deseado de muchos. El paraíso al que algunos anhelaban llegar, del que había leído y visto y averiguado e informado como una fan que se alimentaba del sueño imposible de alguna vez verlo con sus propios ojos.
Cuando estuve en el set de Thor, el mundo oscuro, pude ver la escenografía y el diseño computacional totalmente increíble de Asgard, pero esto era real tan real que el miedo me caló los huesos.
No puede ser verdad.
Abrí y cerré la boca intentando encontrar mi propio aliento, temí que me diera un ataque de pánico y no saber cómo lidiar con eso en lugar como ese. De pronto el sonido de una puerta me alertó, provocando que me girara hacia atrás y me encontraras con una enorme habitación dorada, en tonos oscuros y verdes. El piso brillaba como un espejo y podía ver claramente mi reflejo en las baldosas, yo aun estaba vestida con la camiseta de Tom, desnuda.
La vergüenza me invadió de pronto como a Eva en el huerto del Edén y al mismo tiempo alguien abrió una puerta interior; una humareda enorme me nubló la vista por un momento hasta que una alta figura comenzó a abrirse paso a través de ella.
La sombra arrastró los pies descalzos y mojados sobre el piso y mi mirada se fue hacia arriba lentamente; piernas largas, fuertes, virilidad escondida por una sabana que parecía de seda desde la cintura amarrada con debilidad, a penas con el agarre de una mano, hombros anchos y el torso mojado y humeante.
Mi corazón se detuvo pasmado porque además de exageradamente hermoso conocía ese rostro y ese cuerpo perfectamente.
El cuello largo y venudo y sobre éste el rostro del hombre que me gustaba... demasiado. Aunque sus cejas negras eran negras y fruncidas bajo gotas de agua y vapor y su cabello negro alborotado y mojado dejó caer gotas que se perdían en sus pectorales, era alto. Más alto de lo que hubiera creído.
Pero era un sueño.
Era Loki Laufeyson, pero era solo un sueño.
Aunque se veía más real que en los escasos sueños tenido con él. Era eso o una broma de mal gusto de Tom. Lo que, claramente creía que no.
Tragué con dificultad dándome cuenta que sus ojos eran verdes y no azules como los de Tom. Loki se intentó secar el cabello negro y largo en vano con una toalla y al mover su cabeza se percató de mi presencia lo que lo hizo detener su paso al instante. Se echó el cabello sobre la cara para atrás salpicando un par de gotas y mientras yo retrocedí asustada. Él subió una ceja sobre la otra poniendo toda su atención en mí.
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Fuera De La Dimensión ━ Loki Laufeyson.
Fiksi PenggemarNadie malo es realmente malo y nadie bueno es realmente bueno, él dijo. No me dejes, no me dejes. Por lo que más quieras no lo hagas, también el dijo. PD: CONTIENE ESCENAS +18