Fuera De La Dimensión ━ Loki Laufeyson.

Capitulo 24:

Esa noche, habíamos reído tanto y yo había decidido aceptarle más copas de vino de la que acostumbraba hacer y para cuando decidí detenerme a penas podía sostenerme de pie; el recuerdo de Loki solo resultaba ser el amago borroso de un amor que dolía más que pegarse en el dedo meñique del pie. 

Mis manos y mi boca estaban en Tom antes de que pudiera pensarlo demasiado, su lengua buscaba la mía con ansiedad mientras sus manos apretaban la carne en mis caderas al subir el vestido, comenzó a bajar por mi cuello con su boca dejando besos hasta encontrar la curvatura de mis pechos, metió las manos en el brasier para sacar mis pechos afuera y dejarlos libres, me sentó sobre él.

—Tom... — jadee cuando sus manos bajaron a mi vientre y sus dedos masajearon la zona erógena en mi entrepierna, su boca volvió a mí y me acarició la cara. 

—Te deseo tanto 

Abrí los ojos, mis manos sobre su torso, me mordí el labio mientras todo me daba vueltas y llegando a su cintura levanté su chaleco para dejarme ver poco a poco su trabajado pecho, levantó los brazos sobre su cabeza y por fin salió, rodee su cuello con mis brazos y me acerqué a besarlo, deseosa de sentir de una buena vez dentro de mí la dureza dentro de sus pantalones. 

—También yo — me esforcé mucho por no pensar en Loki al decir eso.

Tom acarició mis muslos mientras estaba sentada sobre él, tiró de la comisura del vestido hacia arriba, me hizo levantar las manos igual que él y separándose de mí se inclinó a mis pechos para meterlos en su boca mientras sus manos apretaban mi espalda. 

No quería esperar más, levanté mi pierna él rápidamente, urgentemente se deshizo de sus pantalones y su bóxer liberó el inminente miembro, en cuanto los bajó por sus piernas volví a ponerme sobre él, tomándolo entre mis manos y masajeando de arriba hacia abajo mientras Tom tiraba el cuello hacia atrás abriendo la boca excitado, solo ver su manzana de adán bajar tan lento me terminó de desesperar, así que me levanté un poco y tomando su miembro lo acomodé en mi mojada entrada; Tom volvió su cabeza a mí y su dedos se hundieron en la carne de mi trasero mientras se hundía en mi hendidura de a poco estimulándome a soltar un gemido.

Me quedé quieta cuando Tom estuvo tan dentro de mí que pareció romper mis paredes vaginales o romper mi propio útero, me miró con ojos ardientes, tanto que hasta por un momento y se me fue la borrachera; en un desprevenido momento, empujó sus manos en mi espalda para chocar nuestras bocas y unirnos en un beso desesperado. 

Comencé a moverme suave, despacio sin prisa, rodee su cuello con mis brazos y hundí mi cara entre su cuello y hombro mientras él hundía los dedos en mi carne, entre jadeos, besos y caricias comencé a perder el control de mi misma, no pasó mucho hasta que empecé a dar pequeños saltos sobre él dentro de mí, sintiendo como chocaba al fondo, quité mis brazos de su cuello para afirmarme de sus hombros mientras los saltos se ponían más y más fuertes. 

Tom no decía nada, solo me observaba ardiente, jadeante, tan caliente que eso me hacía sentir más excitada de lo que cualquiera pudiera pensar, tenía un deje de romanticismo al tocarme, al mirarme, al apretarme y al besarme... Eché mi cabeza para atrás mientras saltaba sobre él, intensificando el movimiento. 

—Estoy a punto — consiguió decir con dificultad. 

Abrí los ojos con mis manos sobre sus hombros lo miré fijamente, observé esos ojos azules  y me estremecí. 

—No pares — suplicó bajando su cabeza hasta uno de mis pechos y metiéndose a la boca el pezón para mordisquearlo sin piedad — ¿Te gusta? 

—Mhh... — mis labios estaban apretados, mis movimientos estaban desesperados, enterré mis uñas en sus hombros mientras Tom tomaba mis caderas y me ayudaba al movimiento.