Frio... eso era lo que se podía sentir... el frio con que eres arropado mientras estás sumergido...
El frio estaba acompañado por una intensa oscuridad azul marina tan profunda que dificultaba distinguir el contorno de una mano, además se sentía la presión del agua aumentando con el paso de los segundos dificultando el respirar.
Un joven estaba hundiéndose en las profundidades de la oscuridad, sentía en todo su cuerpo el frio con que era arropado a medida que descendía en el oscuro abismo, quería moverse y salir a la superficie, pero le era imposible ya que apenas tenía energías para permanecer consciente.
«¿Por qué sucede esto? ¿Me esforcé tanto solo para terminan de esta forma? ¿Todo este tiempo perdido para nada?»
Eran el tipo de pensamientos que recorrían su mente como trazas de luz a mitad de la noche.
«P-por favor... A-alguien...»
La desesperación invadía su cuerpo mientras que la fuerza de la presión del agua se incrementaba sobre su pecho.
«A-alguien... Por favor...»
La necesidad de respirar lo estaba enloqueciendo.
«No quiero que termine así... Por favor...»
Tan solo podía pedir socorro, sin que nadie fuese capaz de escucharlo.
«Por favor... Alguien... Alguien que me... ¡Ayude!».
—¡AAAHHHHH! —se levantó muy agitado.
Se encontraba el joven sobresaltado, sudando y jadeando sobre su cama a mitad de la noche. Se había despertado de golpe tras una pesadilla, curiosamente no era la primera vez que sentía tal sobresalto, debido a que la misma pesadilla lo venía acosando desde hace varias semanas, sin embargo, siempre que tenía ese sueño despertaba a mitad de la noche lleno de pánico.
—Otra vez ese condenado sueño... ¡Ya es la segunda vez en menos de 3 días! —dijo el joven con irritación mientras sostenía los lados de su cabeza con sus manos.
Era frustrante, no terminaba de comprender porque pasaba eso y sabía que no era para nada normal pasar por una situación de tal clase con frecuencia, pero no iba a conseguir nada preocupándose a mitad de la noche, así que nada más decidió volverse a dormir deseando de que esa pesadilla lo dejase descansar un poco antes de levantarse por la mañana.
—Todo por culpa del estrés de la universidad... —pensó mientras se frotaba la cabeza— ¡Rayos! —exclamo en su mente.
Justo en ese momento el joven observa el reloj, era la 1:00 am, inmediatamente volvió a acostarse para volver a tratar de dormir ya que su jornada diaria empezaba en unas 3 horas y necesitaba estar descansado ya que odiaba andar soñoliento durante el día.
Después de unas horas ya era de mañana, una como cualquier otra, el sol comenzaba a brillar con el canto de los pájaros anunciando el inicio del día, y se podía respirar la tranquilidad que muchos aman recibir al despertar; sin embargo, no era ese el caso para el joven, cualquiera amanecería de mal humor sin importar el ambiente si lo vienen acosando las pesadillas durante muchos días.
El reloj marcaba las 4:52 de la mañana y el joven simplemente se levantó de la cama y se dirigió al baño para limpiarse y así comenzar a prepararse para salir, una vez dentro se miraba al espejo viendo como las ojeras se le marcaban en los ojos, varios días de mal sueño siempre pasan factura. No había nada que envidiar a su cara, era la típica cara de un joven de 19 años, lo único que destacaba de ella eran sus ojos grises claro como ceniza y su cabello oscuro un poco largo y algo desarreglado por el simple hecho de haberse levantado recientemente, no eran nada que después de un aseo diario no solucionara.
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El Inicio | Saga: E.N.O. Libro uno.
FantastikAlgunas personas viven sus días rodeadas de lujos, otros de forma modesta, pero algunos deben luchar con las heridas que han sufrido en sus corazones. Así que plantea la siguiente pregunta: ¿alguna vez has sentido que vives sin un propósito? Un jov...