Capítulo 48. Aprendices contra perpetrador.

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|Zoren

Kaz y yo continuamos por varios minutos corriendo directo al tempo, una vez que llegamos pasamos por la entrada y recorrimos el túnel que llevaba al interior del edificio, una vez que entramos al interior afirme mis miedos... En el interior se hallaban Faren y Arethia ambos estaban de pie mirando hacia una enorme nube de polvo que se expandía lejos de ellos, y no estaban solos, Nitasha se hallaba atrás de ellos con una cara de asombro total y si la entara está ahí eso significa que...

—¡Kitaro! —le llamó el tigre.

—¿Eh? —voltea a vernos— ¡Kaz, Zoren!

El humano estaba de pie mirando la escena dándonos la espalda, cuando Kaz le llamo volteo y fue directo hacia nosotros, pero la barrera nos impedía acércanos hasta él por completo.

—¡Kitaro! —sonreí al ver que el humano estaba bien— ¡Me alegra ver que estas bien!

—¡Muchachos! ¡¿Se encuentran bien!? ¿Qué paso con las gemelas?

—Descuida estamos bien, pero esas dos escaparon —le respondí.

—¿¡Escaparon!? ¡¿Pero cómo?!

—Eso no importa ahora Kitaro, dinos que ha pasado aquí.

—Jóvenes guardianes que alivio verlos nuevamente —escuché hablar a un hombre.

—¡Señor Lenaros! —exclamé.

No me esperaba que el jefe Lenaros y su nieto Darius también se encontrasen dentro de la barrera.

—¿¡Que rayos hacen ustedes aquí!? —exclamó Kaz con enojo— ¡Se suponía que debían evacuar con el resto de los civiles!

—Lo sentimos —se disculpó el anciano—, pero debíamos regresar al templo...

—¿¡Y se puede saber por qué!?

—Se trata del ojo de la astucia...

—¿El ojo? —pregunté.

—Verán —Kitaro intervino—, parece que los desertores vinieron a por la gema después de todo. Antes de que esta asquerosa barrera fuera invocada apareció un Sijari tratando de robar el ojo, fue ese sujeto el que nos encerró en esta cosa.

—Entonces de eso se trataba... —moví mis ojos para ver el escenario por un momento.

—Sí, como pueden ver Faren y Arethia están ahora luchando contra ese lunático.

—¡Debieron haberlo visto! ¡Fue impresiónate ver como acabaron con ese sujeto de una forma sorprendente! —Darius hablaba con emoción.

El nieto del jefe parecía un niño en una dulcería, no sé qué es lo que sucedió aquí desde que se convocó la barrera, pero viendo los daños que hay está claro que fue una gran batalla.

—¿Dices que acabaron con el sijari? —le pregunté al joven.

—¡Sí! Después de esa paliza es imposible que esté vivo.

—Yo no pienso lo mismo...

—¿Qué? No entiendo es seguro que...

—No seas tonto... —Kitaro le interrumpió en tono cortante.

—¿¡Perdona!? —Darius se puso a la defensiva y miró a Kitaro con algo de enojo.

—¿Recuerdas lo que nos dijo el jefe Lenaros? La barrera solo desaparecerá si el que la invoco muere...

—Lo sé y es claro que... —sorpresa— N-no es posible...

—Por fin te diste cuenta.

Es cierto... Esta barrera debería desaparecer si el que la invoco es asesinado, pero aún sigue activa lo cual solo deja en claro una cosa...

El Inicio | Saga: E.N.O. Libro uno.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora