|Zoren
Ya era un nuevo día y me encontraba en el comedor desayunando con los demás
—Te ves de buen humor hoy Kitaro —menciono Darco.
—Bueno... debe ser porque ya sanaron mis heridas, y que hoy saldré con Crista y Zoren a pasear por el pueblo.
—Parece que alguien le dijo anoche acerca de sus planes —Crista me observa.
—Je, je, je —No pude evitar sonreír de forma irónica.
—Ya veo... Bueno cuando termine de hacer mis labores en el restaurante podríamos reunirnos para comer algo ¿qué les parece? —propuso Darco.
—Me parece bien —aceptó Kitaro.
—No sería mala idea me gusta —dije.
—Bueno, ya está decidido —declaró Cirsta.
—Perfecto, entonces nos vemos más tarde en el centro ya me tengo que ir, hasta luego.
Nos despedimos de Darco y este salió de la casa hacia el trabajo.
—Mejor terminamos de prepararnos para salir cuanto antes —propuso mi amiga.
—De acuerdo —dijimos al unisonó el humano y yo.
Una vez que terminamos de comer subimos a nuestros cuartos para terminar de prepararnos. Ya después de un tiempo nos encontrábamos en medio del pueblo.
—Y bien... ¿Por dónde comenzamos? —pregunté.
—¿Les parece con esa tienda de allí? —señaló Crista.
Nos dirigimos a una tienda que vendía toda clase de ropa para todas las razas, después de ver un poco las prendas tomamos unas cuantas, y nos dirigimos a los probadores, una vez ahí Kitaro entro para cambiarse.
—Y bien... ¿Le dijiste lo que tenías en mente no? —preguntó Crista con interés.
—Sí, ya sabe que mañana nos dirigimos para la capital.
—Imagino que no sabe el por qué.
—Le dije que le daría los detalles hoy, pero no pienso decirle mucho, no quiero que se ponga nervioso desde hoy.
Mientras hablamos en voz baja Kitaro sale del probador con un pantalón negro y una camisa blanca de manga corta con rayas azules.
—¿Cómo me veo?
—¡Bien! Me gusta cómo te queda —dije.
—Se te ve muy bien, estas muy guapo con eso puesto
—Gracias —veo un ligero sonrojo en las mejillas del humano.
—Bueno, sigue probándote el resto —Le animo Crista.
Ya después de unos minutos salimos de la tienda con la ropa y decidimos pasear para matar el tiempo hasta que Darco terminara de trabajar. Decidimos ir a comer unos helados para matar el tiempo.
Unas horas más tarde Darco había llamado a Crista avisándole que ya había terminado, que lo esperáramos en la plaza para encontrarnos con él. Después de caminar un poco nos encontramos los tres sentados en un banco de la plaza esperándolo.
—Hoy fue un día divertido —comentó Kitaro.
—Sí, lástima que mañana tú y Zoren ya se van.
—¿Cómo sa....? Claro, Zoren te lo tuvo que decir hace días.
—Ja, ja, nos lo contó a mí y a mi hermano el día que despertaste, no puedo evitar sentirme un poco triste, me caíste muy bien, te extrañare.
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El Inicio | Saga: E.N.O. Libro uno.
FantasyAlgunas personas viven sus días rodeadas de lujos, otros de forma modesta, pero algunos deben luchar con las heridas que han sufrido en sus corazones. Así que plantea la siguiente pregunta: ¿alguna vez has sentido que vives sin un propósito? Un jov...