Capítulo 52. De regreso a Siladus.

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Días atrás

|Zoren

Una vez que acabo la batalla los civiles lograron regresar a salvo al pueblo, solo que tuvieron que usar una ruta larga rodeando la montaña gracias a que el túnel estaba bloqueado.

Kaz y yo tuvimos que disculparnos con algunas familias ya que mientras luchábamos en medio de nuestro frenesí de furia destruimos por desgracia sus casas. Las familias estaban furiosas con nosotros, pero cuando le explicamos lo sucedido se vieron más comprensivas y nos perdonaron.

Se acordó pasar aquí lo siguientes tres días para prepararse antes de regresar a Siladus, así se podría atender a todos los heridos y arreglar los daños causados por la lucha en el campo afueras del pueblo y en el interior de templo, así tal vez Kitaro ya habrá despertado.

Se había acordado dividirnos en dos grupos, el primero, en el cual estaríamos nosotros, regresaría a la capital para informarle a las ordenes lo sucedido y así enviar ayuda para atender a los heridos que no pueden viajar, el segundo grupo se quedaría aquí hasta que llegase la ayuda de Siladus y partiría de vuelta una vez que todos los heridos estuviesen en condición para viajar.

Durante todo ese tiempo nos quedamos en la casa del jefe Lenaros quien nos brindó de la más cálida hospitalidad que pudo darnos. Una vez que por fin paso el tiempo llego el día para partir de regreso a Siladus. Nuestro grupo estaba siendo liderado por la maestra Reena mientras que el maestro Ignus se quedó con el segundo, estábamos Arethia, Kaz el resto de los aprendices y sus protectores, bueno... Todos menos uno. Mejor no pienso en eso.

Era de mañana y me levanté para ir a desayunar antes de partir, pero antes quería ver si Kitaro por fin despertó, ya habían pasado tres días desde lo ocurrido así que pensé que ya debería estar despierto. Fui a su habitación y para mi sorpresa seguía dormido, no pude evitar suspirar algo decepcionado.

—Tranquilo Zoren... Deberá despertar pronto.

Alguien me estaba esperando afuera de la habitación, cuando escuché esa voz vi que se trataba de Kaz mientras estaba apoyado sobre la pared al lado de la puerta.

—Kaz... Veo que ya te levantaste.

—Desperté temprano para ayudar con el desayuno, en fin... debes estar ranquilo, recuerda lo que dijo Arethia, Kitaro le tomara al menos tres días en despertar.

—Lo sé, tal vez despertara a lo largo del día...

—Ten en cuenta que ese sería el mejor de los casos... —comentó el tigre.

—Estoy claro de ello —bajé ligeramente mis orejas—, solo quiero que despierte ya.

—Yo también quiero que despierte pronto —Kaz se me acerco y me dio una palmada en el hombro—. Confiemos en que sucederá en tres dias. En fin, la comida ya está lista así que no perdamos el tiempo, recuerda que debemos estar listos para salir.

—Tienes razón —sonreí.

Fuimos al comedor y para mi sorpresa todos estaban despiertos esperando para comenzar a comer, Nitasha, Arethia, el jefe Lenaros y su nieto Darius, estaban sentados en la mesa con mucha comida sobre ella. Era agradable, tan solo faltaban algunos para que fuese perfecto, pero... Como sea, no debo desanimarme con eso.

El tigre y yo nos sentamos y no perdimos tiempo para comer. Luego de varios minutos terminamos, las chicas se ofrecieron para limpiar los platos dejándonos solos a mí y a Kaz con la compañía del jefe y su nieto.

—Hoy tienen que partir ¿cierto? —preguntó Darius.

—Así es —le contesté—, en verdad agradecemos toda la hospitalidad que nos ofrecieron.

El Inicio | Saga: E.N.O. Libro uno.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora