Capítulo 42. La ceremonia de las tres lunas.

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|Kitaro

Aún quedaban unas pocas horas antes de la ceremonia, pero todos decidimos ir de camino al templo para estar preparados. Se había acordado que los guardianes iban a vigilar las cercanías del templo mientras que los miembros de las demás órdenes patrullan por las calles del.

—Muy bien ya estamos aquí... Creo que será mejor que ustedes se reúnan con sus protectores por el momento —le sugirió Zoren a mis compañeros aprendices.

—Tienes razón en eso... —habló Axel— Debemos reportarnos con ellos con tiempo de sobra.

—Por mucho que quiera estar con ustedes hay que acatar las órdenes —dijo Janeth.

—En ese caso... Nos vemos luego, cuídense —Lira dio una sonrisa mientras agitaba la mano antes de retirarse.

—Ustedes igual —me despedí de los tres.

—Nos vemos cuando termine todo esto —dijo Nitasha para despedirse.

Nos despedimos de Axel y las hermanas mientras estos se alejaban, Nitasha seguía despidiéndose con su mano extendida.

—En ese caso nos tocara irnos dentro de poco —comento el elfo.

—¡Oh vamos Faren! ¿Podemos seguir un rato más? —Nitasha le mira haciendo ojos de cachorro.

—Bueno... Aún queda una hora así que no estará mal, de todos modos, debemos estar en nuestra zona antes de que comience la ceremonia.

—Ja, ja, tranquilízate Faren no está de más relajarse antes del trabajo —comentó el lobo.

—En ese caso ¿qué tal si vamos a por algo de comer mientras? —sugirió Arethia.

—No suena mal... Vi un puesto de malteadas calientes no muy lejos —indicó Kaz.

—En ese caso los acompaño —habló Zoren.

—Vale, Faren te quedas para cuidar a los niños —el tigre puso una sonrisa burlona mientras nos veía a Nitasha y a mí.

—¡No somos niños! —exclamamos molestos.

—Ja, ja, ja, de acuerdo —acepto el elfo.

—Ja, ja, ja, bien, no tardamos. —indico el lobo.

Zoren y los demás se alejaron de notros dejándonos con Faren como "niñera". A pesar de que aún faltaba poco más de una hora la gente ya estaba comenzando a aglomerarse por los alrededores del templo mientras que el sol estaba comenzando a descender hacia el horizonte.

—Están comenzando a acumularse muchas personas... —dije mientras miraba a los alrededores.

—Lo sé, esto me está poniendo un poco nerviosa.

—Ja, ja, descuiden, lo harán bien —nos animó el elfo.

—Habla por ti... Si estalla el caos no sé cómo hare para mantener la calma.

—Oigan, relájense, tengo la confianza de que no sucederá nada serio.

—¿Cómo puedes estar seguro? —preguntamos al unisonó.

—Vaya... Cualquiera juraría que son pareja al decir eso al unísono... —dijo levantando la ceja.

—¿¡Que dices!? .... —preguntamos a la vez, justo luego de eso nos miramos— ¡Deja de hacer eso! ¿¡Yo!? —nos señalamos a nosotros mismos— ¡Sí, tú! —señalamos al otro molestos— ¡YA PARA!

—¡Ja, ja, ja, ja! —rio el elfo sonoramente— Relájense chicos, no lo dije en serio, solo fue para que se relajaran ja, ja.

—Pues no resulto del todo... —la entara lo mira con expresión seria.

El Inicio | Saga: E.N.O. Libro uno.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora