El Inicio | Saga: E.N.O. Libro uno.

Capítulo 39. Arribando al pueblo de Hairus.

|Kitaro

Nitasha acababa de terminar de contarnos su historia de cómo conoció a Zoren y a los demás, yo solo me mantuve callado escuchando atentamente cada una de sus palabras. Jamás se me habría pasado por la cabeza que ella viviese semejante experiencia, ahora comprendo porque cuando vio a Zoren tiempo atrás se quedó sorprendida.

—Es increíble que ya pasaron casi tres años desde ese incidente —comentó Arethia.

—Sí, jamás me imaginé que volveríamos a encontrarnos con Nitasha y mucho menos como una aprendiz de guardiana —comentó Kaz.

—Es cierto, comienzo a sentirme mal de no haberte reconocido antes —Zoren puso una sonrisa irónica.

—Ja, ja, ja, por favor no te preocupes por eso —le dijo Nitasha al lobo—, después de todo casi han pasado tres años.

—Pero es que mírate nada más —le comentó Arethia—, cambiaste mucho en esos años.

—Recuerden que el hecho de que su elemento despertara también influyo —aclaro Faren.

—Hablando de eso Faren —intervino Kaz—, podrías habernos dicho sobre Nitasha antes y de que tú eras su protector.

—Bueno... —el elfo puso una sonrisa irónica— No tuve oportunidad sino hasta ahora, pero en realidad esperaba que se dieran cuenta ustedes mismos ja, ja...

—No entiendo como creías que nos acordaríamos después de todo lo que hemos pasado estos años... —el tigre mira al elfo con ojos entrecerrados.

—Aun así, eso no quita el hecho de que Nitasha se ha puesto muy guapa ¿a qué no? Apuesto que tienen algo de envidia porque mi protegida sea tan linda je, je, je...

—¡P-por favor deja de decir cosas como esas! —la entara de ruborizo.

—Vamos Nitasha, no te debes avergonzar por... ¡AUCH!

—Mejor bájale dos rayas antes de que Nitasha comience a soltar vapor por la cabeza... —dijo Arethia mirando al elfo seriamente.

Todo el mundo se sorprendió cuando Faren fue interrumpido, de la nada un látigo de agua le dio una bofetada en todo el rostro, pero cuando nos enteramos que fue Arethia, la cual estaba justo al otro lado del círculo que rodeaba la fogata, estallamos en risas lo cual alivio la tensión del momento.

Ya era bastante tarde y varios comenzamos a tener sueño por lo cual se decidió que lo mejor sería ir a dormir después de todo aun nos quedaba mucho para llegar al pueblo de Hairus.

XXX

Los días siguientes fueron un tanto complicados al viajar por las montañas, pero gracias al cielo no sucedió nada fuera de lo común. Habíamos subido bastantes metros sobre el nivel del mar y se podía sentir en varias formas, hacía mucho frio y podía verse unas grandes pendientes y acantilados desde lo alto de la montaña, pero a pesar de eso la vista era completamente hermosa, solamente recordar como es el paisaje con el amanecer y la puesta del sol es algo que desearía ver todos los días.

Cuando por fin llegamos al pueblo me quedé sorprendido por lo que vi. Tuvimos que pasar por alguna especie de túnel que atravesaba una de las montañas y justo cuando salimos del lugar tuvimos un cambio de escenario muy drástico.

El terreno escarpado lleno de rocas y cuestas paso a ser el de una gran llanura de montaña con pasto y varios árboles que crecían por todos lados, justo a lo lejos estaba un gran poblado el cual tenía muy cerca las orillas de un enorme lago, con casas de hasta de tres pisos y varias granjas con animales de corral dentro. Era la viva imagen de un pueblo que pasa sus días justo en medio de las montañas, pero lo que más destacaba del lugar, al menos a mí vista, era lo que parecía ser una pirámide que se alzaba justo en medio del pueblo, me dio la impresión que era como de cinco o siete pisos de alto lo cual lo hace la edificación más alta del lugar.