Capítulo 44. Enfrentamiento contra las hermanas.

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|Kitaro

El lugar se estaba sacudiéndose con fuerza y no me explicaba cómo, pero es seguro que algo grande está sucediendo fuera.

—¿¡U-un terremoto!? —exclamó Axel con miedo.

—¡No! —negó Nitasha— ¡Debe ser obra de los desertores que están afuera!

Sin anunciarse un sonido similar a un crujido comenzó a formase en el túnel.

Ese sonido hizo que mi sangre se helara, los tres subimos la mirada y justo sobre nuestras cabezas se formaron grietas en el techo. Poco después sin darnos oportunidad el techo se nos vino abajo.

—¡CUIDADO! —gritó el león.

—¡Waaa! —balbuceo la entara.

—¡Cúbranse! —grité.

No lo pensé dos veces, agarré a Nitasha entre mis brazos y salté fuera del lugar, las rocas que cayeron levantaron una gran nube de polvo que bloqueaba la vista que tambien me dificultaba la respiración.

—¿Estas bien Nitasha? —pregunté después de toser un par de veces.

—Eso creo... —tosé.

—¿Axel, que hay de ti?

Espere escuchar repuesta del león, pero nada, solo hubo silencio...

—¿Axel? —volví a llamar.

Me comencé a preocupar, no escuchar repuesta alguna después de un derrumbe es una mala señal.

—¡Axel! ¡¿En dónde estás?! ¡Contesta!

Antes de seguir buscando escucho algo que capta mi atención.

—El comunicador...—pensé con sorpresa y no dude en contestar— ¡Diga!

—¿¡Kitaro, se encuentran bien!? —era Axel quien me hablaba.

—¡Axel! Gracias al cielo estas bien —suspiré de alivio—. Descuida los dos estamos enteros

—Qué alegría... —puede escuchar al león suspirar— Me había temido lo peor cuando vi el camino bloqueado.

—¿Qué? —exclamé ligeramente.

Cuando la nube de polvo se despejo para mi sorpresa el camino estaba bloqueado por una gran cantidad de rocas.

—Esto no es bueno... —no podía creer lo que paso.

—Opino lo mismo, por lo visto se quedaron atrapados de ese lado... —me indico el león.

—Quizás yo podría quitar las rocas del medio. —sugirió Nitasha.

—M-mejor no lo intentes... —me apresuré a hablar— El derrumbe debió debilitar las paredes del túnel y otra sacudida podría empeorar la situación.

—...—la entara tragó saliva— Tienes razón.

—En fin... ¿¡Que hacemos!? —me preguntó el Leon con preocupación al otro lado de la llamada.

—No hay mucho que podamos hacer, Axel mejor adelántate y comunica lo sucedido a los guardianes, me temo que Nitasha y yo tendremos que regresar...

—¿¡Estas seguro!? —Axel me pregunto como si le costara creer lo que dije— Recuerda que afuera...

—Lo sé... —le interrumpí— Pero es mejor estar oculto afuera que esperar aquí a que suceda otra sacudida, eso podría hacer que el resto del túnel se nos caiga encima.

—Eso es cierto... —dijo Axel comprendiendo la situación— En ese caso me adelanto, lo mejor será que todos los civiles salgan de aquí cuanto antes, estoy seguro que los guardianes se les ocurrirá algo.

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