Capítulo 43. El asalto a Hairus.

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Lejos en el pueblo

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Justo en la entrada del pueblo de Hairus un batallón de al menos cien personas estaba marchando para adentrarse en el lugar mientras que eran observados por cuatro figuras a lo lejos.

—Ji, ji, ji.... —rio una elfa de ojos amarillos, cabello corto amarrado con una coleta—Parece que ya es hora de divertirse.

—Tranquila hermanita recuerda a lo que venimos... —le dijo la otra elfa que era igual a ella, pero con el cabello suelto.

—Por favor hermana no seas tan aguafiestas... —se quejó Kirari

—Más te vale calmarte de lo contrario arruinaras todo... —advirtió un sijari que acompañaba a las gemelas.

—Oye... —mira molesta al sijari— ¿acaso quiere morir hoy?

—Je... Quisiera ver que lo intentes... —Jarus dirige la mano a su arma.

—Cállense ya... —ordenó fríamente un entara de gran estatura, provocando que un escalofrió recurriera los cuerpos del sijari y la elfa.

Las cuatro figuras, las dos elfas, el sijari y el entara, estaban lejos mirando el espectáculo de fuego que se desato en las cercanías del pueblo, justo antes de que la tensión entre la elfa y el sijari empeorara el entara los detuvo lanzándoles una mirada amenazante que hizo que se notara con profundidad la gran cicatriz en su rostro.

—Recuerden el plan y no lo vayan a arruinar... —Krouder miro fijamente a cada uno de sus acompañantes.

—C-como ordenes Krouder... —respondió Jarus con miedo en sus palabras.

—N-no h-haremos nada tonto... —aseguró Kirari igual de asustada.

—Recuerden sus papeles... Creo que está de más mencionar que es lo que ocurrirá si fallas ¿o no Jarus? —dirige la mirada al sijari, este traga saliva por los nervios que le infunde el entara.

—D-descuide... Primero muero antes de fallar...

—... Es buenos saberlo, en cuanto ustedes dos... —mira a las elfas.

—Sí, sí, debemos distraer a cualquier guardián que pueda resultar molesto para Jarus... No somos tontas Krouder... —contestó con fastidio la elfa Adiari.

—... —el entara le da una mirada amenazante sin decir palabra.

—B-bueno mejor me pongo en posición... —anuncio Jarus.

El Sijari salió volando del lugar lleno de medio dejando a las dos elfas con el enrome entara pensando que era cuestión de tiempo de que sucediese alguna catástrofe, la elfa más joven, Kirari, se quedó sin decir alguna palabra deseando en su corazón de que no sucediera nada entre esos dos.

—Haz lo que quieras siempre y cuando no perjudique el plan... —Krouder resopló tras decir eso.

—Je... —Adiari sonrió malévolamente— Descuida no soy tan tonta como para arruinar una misión como esta.

El entara comenzó a caminar directo al pueblo dejando a las dos elfas en su sitio.

—En verdad hermana no entiendo como lo haces... —Kirari tenía las piernas temblorosas.

—Oh vamos... Ese sujeto no da tanto miedo...

—¡Habla por ti! Me preocupa que tarde o temprano se harte de tu boca y decida matarte.

—¿Acabo de escuchar bien? ¿Te estas preocupando por mí? Esto en verdad es un milagro —dijo en tono sarcástico

—Oh vamos... Eres mi hermana es normal preocuparme por ti ¿o no? Je... —pone una sonrisa sádica.

El Inicio | Saga: E.N.O. Libro uno.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora