El Inicio | Saga: E.N.O. Libro uno.

Capítulo 28. Manos a la obra.

|Kitaro

El resto de días habían pasado como si nada, lo único que puedo decir de ello es que no vi a Nitasha en ninguno momento lo cual me preocupo un poco por varias razones, tenía pensado el invitarla para la fiesta de Arethia ya que Zoren y Kaz me permitieron invitar algunas personas así ella no sería la única chica del grupo pero como no la vi en ningún momento me fue imposible decirle, incluso no pude comunicarme con ella por el celular, lo cual me hizo sentir ansioso, sé que no le ha pasado nada malo pero el hecho de que ni responda a mis mensajes es algo preocupante.

No hice más que invitar a Axel el cual acepto encantado la invitación y aunque parezca difícil de creer hubo otra persona que acepto mi invitación, se trataba de Janeth, resulta que después de que Nitasha despertara se dedicó a juntarse con nosotros con más frecuencia junto con su amigo Darru, el entara al cual nos enfrentamos Axel y yo tiempo atrás. Resultan que eran personas muy agradables solo que Janeth al momento de pelear parece que su actitud cambia completamente, pero resulto ser una persona bastante agradable y sentía interés por nosotros, creo que de mi más que todo, por supuesto también le ofrecí al entara venir, pero dijo que tenía cosas por hacer ese día.

Ya era domingo por la mañana y debíamos poner el plan en marcha para mantener a Arethia afuera mientras se preparaba todo, Kaz y Zoren me recomendaron traerla alrededor de las cuatro ya que para ese entonces todo debería estar listo al igual que los invitados, así que sin perder más tiempo comenzamos a ponernos manos a la obra.

Los tres estábamos en la sala terminando de desayunar mientras esperábamos que Arethia se despertara, una vez que bajo sabíamos que era el momento en que la operación comenzaría y no se aceptarían fallos para cumplir el objetivo.

—Buenos días muchachos —saludó tras bostezar profundamente.

—Buen día —saludamos al unisonó.

—Veo que ya desayunaron... Bueno mejor me hago algo cuanto antes.

Tras eso la elfa se va caminando hasta la cocina estábamos esperando que todo comenzara tal y como se planeó.

—¡Esto tiene que ser una broma! —la escuchamos gritar desde la cocina.

—Sí se dio cuenta... —indico el tigre.

—Claro que se iba a dar cuenta... —agregó Zoren

—Ya cállense... —hablé.

Lotería... Tras eso Arethia sale de la cocina con una expresión algo molesta mirándonos a los tres de forma muy seria.

—Muchachos....

—¿Sí? —preguntamos.

—Me podrían decir... ¿¡Que le paso a toda la despensa!?

—Je, je, je, he de admitir que teníamos mucha hambre —dijo el lobo.

—¿¡En serio se comieron un kilo de papas, casi todo el paquete de pan, queso, jamón y todos tomates entre ustedes tres!? ¿¡Y solamente en el desayuno!? —exclamó desconcertada, no hicimos más que asentir como repuesta— Dios... Denme un respiro por favor... Sé que ustedes los hombres suelen comer mucho, pero esto incluso es una exageración.

—Je, je, je —reímos nerviosamente.

—Al menos me dejaron algo para comer... —soltó un suspiro decepcionado— En fin, como que tocara comprar más para el almuerzo y la cena... —nos ve con los ojos entrecerrados— Más les vale a ustedes tres prepararse porque ni de chiste cargare con todo eso yo sola.

—Hablando de eso Arethia, lo siento, pero a Kaz y a mí nos acaban de asignar una misión y no nos será posible acompañarte.

—¡¿Que?!