Capítulo 16. El primer día de entrenamiento.

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Tres días después.

Kitaro

Al día siguiente de llegar a casa de Zoren me llevo a comprar ropa la cual me facilitaría el moverme durante los entrenamientos, pensé que se trataría de esas que suelen usar los que entrenan artes marciales en mi mundo, pero para mi sorpresa eran más sencillas como las que uno usa al ir al gimnasio, la camisa tenía una especie de capucha y los pantalones no tenían bolsillos y eran largos. Toda la ropa me quedaba muy pegada al cuerpo casi como un guante, sorprendentemente no molestaban en absoluto me podía mover sin dificultad y me sentía bastante ligero.

Al segundo día Zoren se dedicó a explicarme en que suelen consistir los entrenamientos:

Estaban dividíos en dos tipos de prácticas, físicas y de meditación, ambas con el propósito de despertar mi elemento latente, los entrenamientos físicos eran los típicos ejercicios por carreras de obstáculos, luchas con otras personas y disciplina de combates; llámese entrenar postulas, manejo de armas y cosas por el estilo; en cambio las prácticas de meditación consistían en permitirme sentir las energías del mundo, como fluyen y como dominarlas para que se manifiesten en el elemento que deseamos manejar. Zoren... hizo mucho énfasis en estas últimas ya que la mayoría suele fallar en esas disciplinas, pero me dijo que si me era difícil no me desanimara al comienzo, que con el tiempo me sería fácil comprenderlas siempre y cuando dé la talla para la tarea.

Ya era el tercer día y me acababa de preparar para ir a la torre de la orden, me había vestido con un pantalón negro y una camisa blanca con capucha con detalles negros en los costados, ambas prendas estaban hechas de un materia como sintético, he de admitir que estoy un poco nervioso con esto tanto que me estoy preguntando si fue una buena idea, pero sabía que ya no había vuelta atrás, por suerte tenia a Zoren a mi lado lo cual me animaba, me iba a acompañar hasta la torre lo cual me ayudo a relajarme cuando salimos de la casa rumbo a la torre.

Era temprano, más o menos alrededor de las seis de la mañana, la gente de la ciudad estaba comenzando con sus tareas diarias, al igual que los niños y jóvenes iban rumbo a la escuela. Mientras caminábamos podía escuchar el cantar de algunas aves que volaban por la ciudad lo cual era de las cosas que más disfrutaba en esos momentos del día, después de varios minutos de caminata ya nos encontrábamos en el patio de la torre, veía como las demás personas comenzaban a entrenar en varias disciplinas mientras seguíamos con nuestro camino. Una vez frente a la entrada después de atravesarla justo en medio de la sala se encontraban la maestra Annilea la cual estaba en esta ocasión con un vestido azul celeste mientras esperaba, tanto a Zoren como a mí nos dejó sorprendidos eso, pensaba que me la encontraría con los demás maestros en el gran salón como la vez anterior.

—Buenos días —saludó sonriente—, espero que pasaras bien todo este tiempo sin vernos.

—Buen día maestra —Zoren regresó el saludo—, descuide no ha pasado nada malo durante estos días.

—Buen día maestra —saludé—, pensé que nos encontraríamos con usted junto con el resto de maestros.

—Ji, ji, digamos que no podía esperar por verte de nuevo Kitaro.

—Maestra, imagino que estaba esperándonos para llevar a Kitaro a su primer entrenamiento.

—Es correcto, pensé que como es el primer día del joven lo mejor sería que fuese guiado por su maestra al lugar de encuentro.

—De ser así, si me lo permite me debo retirar, debo hacer unas cosas y sé que Kitaro estará en buenas manos con usted.

—Adelante, espero que tengas éxito en tus tareas, nos veremos luego.

El Inicio | Saga: E.N.O. Libro uno.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora