| 𝐖𝐄𝐋𝐂𝐎𝐌𝐄 𝐓𝐎... 𝐓𝐇𝐄 𝐔𝐍𝐈𝐕𝐄𝐑𝐒𝐄 𝐎𝐅 𝐁𝐀𝐊𝐔𝐆𝐎 𝐊𝐀𝐓𝐒𝐔𝐊𝐈 |
‧₊˚✧| Diferentes mundos, escenarios, momentos, experiencias y sentimientos junto al mejor de los personajes: Katsuki Bakugõ. Conviértete en la protagonista y vive mi...
Para una persona especial, un regalo especial... (y atrasado).
Feliz cumpleaños ^.^
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‧₊˚✧| 𝐀𝐃𝐕𝐄𝐑𝐓𝐄𝐍𝐂𝐈𝐀𝐒 |
· Bakugõ y la protagonista son adolescentes.
· Universo de BNHA.
· Narrado en primera persona.
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El cariño se representa para todas las personas de muchas formas. Cada uno tiene su modo diferente de expresarlo, ya sea directo o indirecto... Sin embargo, una extraña pregunta siempre me surcó la mente...
Si el amor tuviera un olor... ¿A qué olería?
La sala en común de los dormitorios huele a chocolate, de los muffins que cocinó Sato; a hierbas de manzanilla, por el té que preparó Midoriya; a miel, por el extra que le sumó Aoyama a su té; y a los plumones de tinta que usa Yaoyorozu, sentada junto a la mesa ratona, haciendo quién sabe qué... Cosa que ya explicó pero no presté atención.
Termino de comer el tercer muffin de un bocado y le niego silenciosamente con la cabeza a Sato que ya esta levantando el plato para ofrecerme otro más. Sonrío ante el leve puchero que esboza, y me dejo caer sobre el respaldo del sillón con un suspiro agotado como si comer fuese una tarea que me consume más energía que el uso de mi quirk.
Kaminari está a mi lado en la misma posición, y cada tantos segundos me muestra la pantalla de su celular para que me ría junto a él de un meme que encontró. Tengo que admitir que los que a él le hacen gracia, yo no los entiendo... pero me rio especialmente de su risa chillona y convulsa que lo obliga a retorcerse en el sofá y girar como si fuese un perro hasta chocar conmigo. Kaminari tiene una mezcla de olores en su persona, pero más puedo destacar uno: a tostada.
A mi otro lado se encuentra Sero y le sigue Mina, los cuales, cada tanto, me suman a su conversación de temas triviales con preguntas que respondo con normalidad pero con un tono mortífero que les hace intuir que no duermo hace una semana. Es más, Sero me ofreció silenciosa y amablemente su hombro para que me recostara y pudiera dormir una siesta allí, prometiéndome que luego de unos minutos me despertaría y no me dejaría abandonada sabiendo de lo profundo que es mi sueño... Acepté porque no tenía otra cosa más interesante que hacer y casi me obligué a dormir, descubriendo en el acto que Sero tiene un particular olor a papel, como si fuese un libro nuevo... Quizá eso se deba a su particularidad. Sin embargo, no duré mucho y a los minutos desistí porque no es cansancio lo que tengo hoy.
