| 𝐖𝐄𝐋𝐂𝐎𝐌𝐄 𝐓𝐎... 𝐓𝐇𝐄 𝐔𝐍𝐈𝐕𝐄𝐑𝐒𝐄 𝐎𝐅 𝐁𝐀𝐊𝐔𝐆𝐎 𝐊𝐀𝐓𝐒𝐔𝐊𝐈 |
‧₊˚✧| Diferentes mundos, escenarios, momentos, experiencias y sentimientos junto al mejor de los personajes: Katsuki Bakugõ. Conviértete en la protagonista y vive mi...
· Bakugõ y la protagonista son adultos, y padres de hermosos hijos.
· Universo de BNHA.
· Narrado en primera persona.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—₊✧‧₊˚✧‧.—
Luego de un día tan ajetreado, complejo y largo, la paz que se forma en la noche luego de la cena es inigualable. La casa se sume en un silencio como aquellos solitarios que le siguen a una tormenta muy brusca en la ciudad, donde ni las aves parecen cantar.
Abro la puerta de la habitación de los gemelos y, antes de salir, me doy la vuelta y observo las dos cunas de madera blanca que siempre me sacan una sonrisa, incluso cuando los gemelos están en casa de sus abuelos y el cuarto está vacío. Esto no solo pasa porque amo a mis dos pequeños traviesos, sino también porque ver esos dos grandes mobiliarios me recuerdan al día en que Katsuki las compró e intentó armarlas él solo. Estaba en este mismo lugar en el que me encuentro ahora, observando cómo mi esposo gruñón maldecía a cada pieza, al manual y a los fabricantes. Pero, por supuesto, luego de varias horas logró hacerlo y sonrió tan triunfante que me permite afirmar que ni la victoria contra el villano más poderoso lo dejó tan satisfecho.
Ahora observo entre los barrotes de la cuna las dos pequeñas cabezas de cabello rubio de los gemelos, y disfruto este silencio y esta paz de verlos dormiditos.
Cuando salgo de la habitación al pasillo, miro la última puerta con un cartel rosado colgando en su centro, y suspiro de forma tendida. Antes de acostar a los gemelos, intenté hablar con ella, pero cualquier intento es inútil si considero que es la hija del mismo hombre que se peleó con dos cunas al construirlas, y rezongó como niño pequeño encaprichado con sus juguetes cuando nuestra primera hija nació y los enfermeros le pedían que la dejara dormir en la cuna y no en sus brazos.
Con Katsuki tenemos tres hijos, y dentro de unos meses Kaida cumplirá dieciséis años. Pero aunque los gemelos hayan sacado demasiados rasgos físicos de Katsuki, al punto de ser casi idénticos a él, Kaida se lleva todo su temperamento y carácter. Hace horas que no sale de su cuarto, y se negó a cenar con nosotros el día de hoy.
Por experiencia, sé que insistir no dará resultados, que es mucho mejor que digiera todas sus emociones negativas en soledad hasta que esté lista para platicar y estar con nosotros.
Por ello, voy a la sala y encuentro el espacio oscuro, solitario. Solo es la luz de la televisión con los programas infantiles que ven los gemelos lo que alumbra la casa. No hay nadie en la cocina, y tampoco veo rastros de mi esposo en el sofá, donde todavía quedan desperdigados muchos de los juguetes que debo levantar antes de ir a dormir.
