| 𝐖𝐄𝐋𝐂𝐎𝐌𝐄 𝐓𝐎... 𝐓𝐇𝐄 𝐔𝐍𝐈𝐕𝐄𝐑𝐒𝐄 𝐎𝐅 𝐁𝐀𝐊𝐔𝐆𝐎 𝐊𝐀𝐓𝐒𝐔𝐊𝐈 |
‧₊˚✧| Diferentes mundos, escenarios, momentos, experiencias y sentimientos junto al mejor de los personajes: Katsuki Bakugõ. Conviértete en la protagonista y vive mi...
· Los alumnos de 1 A ya asisten a segundo año de heroísmo.
· Narrado en primera persona.
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La tarde está demasiado lluviosa. El cielo lleno de nubes pinta el día de gris, baja su temperatura y lo vuelve helado, mientras la sonoridad del agua cayendo sobre el edificio, especialmente repiqueteando contra la ventana del dormitorio, logra quitarme cualquier resto de energía que podría haber quedado en mi cuerpo.
De por sí, me siento para la mierda, y el tiempo sencillamente no ayuda a que todo mejore.
Hoy, en las clases de heroica, todo fue bastante mal para mí. No logré concentrarme y recibí reproches de parte de Aizawa, que incluso se vio obligado a interrumpir uno de los enfrentamientos para llamar mi atención y regañarme. Que se queje de mi estado poco enfocado le da todo el derecho, si así lo quiere, de sacarme del combate. Reconozco que tiene razón. Últimamente no puedo concentrarme en nada. El ritmo que debo llevar en el segundo año de heroísmo es mucho más exigente de lo que todos pensamos; pero siento que yo soy la única a la que este modo de vida la está derrumbando a golpes.
Duermo poco y nada a fin de poder terminar todos los trabajos pendientes a entregar, a su vez debo estudiar para los exámenes. Pero cuando creo que tengo un día de descanso, todo se complica aún más y me pesa en el cuerpo. Cuando no debemos quedarnos entrenando y haciendo horas extras en las salas para dominar nuestros quirks, debemos asistir a clases teóricas, actos académicos, salidas escolares, pasantías con héroes..., y así, los meses se me pasan volando y olvido la última vez que dormí verdaderamente bien en mi cama.
Me siento cansada; mental y físicamente hablando.
Siento que esto no hace más que retrasarme, y la culpa que me genera esa idea me machaca contra el suelo. Presiento que todo se me desborda de las manos, que no llego a cumplir con nada de lo que me propongo y me estanco.
Simplemente, es horrible.
Ahora, no sé si pensar que este día va en mi contra o a mi favor; porque la lluvia favorece a mi lado somnoliento, cansado, que solo quiere cerrar los ojos y desaparecer; pero, adversamente, me hunde más cuando alimenta mi angustia.
