It Was Just A Dream

- Don't Leave Me

-Tengo cáncer, Lolo. Y probablemente dos meses de vida.

Hay momentos en la vida en los que deseas desaparecer. Cuando todo a tu alrededor parece derrumbarse. Tus amigos te traicionan por la espalda, tu familia sueña por ti, tus relaciones no son más que por diversión y personas ajenas te juzgan. Esto llena un día, y sientes el deseo de explotar, desaparecer, morir, lo que sea, con tal de que algo te aleje de ellos. Te sientes en un agujero negro, y era justo en un agujero negro que Lauren se sentía ahora.

Dinah y Ally lo sabían! Camila lo sabía!

Ella… Dios mío. Ella moriría. Dentro de dos meses Camila estaría muerta, ella nunca más vería aquel par de ojos castaños y…

Lauren sintió flaquear. La superficie desapareció y todo en su cabeza rodó, ahora su visión era en cámara lenta. Ella parpadeó algunas veces liberando las lágrimas y alejó su mano de la de Camila, los ojos de la pequeña se llenaron de lágrimas con el acto de la morena, pero ella no estaba pensando, estaba actuando por la razón y su razón la guió hasta la puerta de espaldas. Con una última mirada a la pequeña, Lauren giró la manilla.

-Lauren, no me dejes, por favor! –aquel pedido quemó la sangre de Lauren y tropezó con uno de los médicos, estaba tonta, apoyándose en las paredes, camino tambaleándose por los pasillos, Dinah y Ally intentaron impedirlo, pero con apenas una mirada enfurecida, ella las alejó.

Ella no supo decir cómo, pero entró al auto de Vero y condujo locamente por la ciudad. Sus manos temblaban, sus lágrimas no cesaban y ella hacía de todo para detenerlas. El mp3 se encendió automáticamente y se comenzó a reproducir la última canción que estaba.

-Pero que infierno! –con un golpe, apagó el aparato.

Increíblemente logró llegar a casa sin sufrir un accidente. Abrió la puerta violentamente y pasó por la amiga confundida;

-Laur, supe lo que pasó…-intentó Vero, pero Lauren no le prestó atención y corrió a su habitación trancando la puerta. No necesitaba que nadie sintiera pena de ella ahora.

Lanzó el celular con fuerza en la cama y tiró la chaqueta, dejándola en el suelo. Caminó de un lado a otro en la habitación con las manos en los cabellos. Se preguntaba por qué Dios estaba haciéndole eso, por qué Él la dejaría ver a Camila tan solo por unos días más para después arrancarla de una forma tan cruel. El mundo era cruel. Y Lauren estaba torturándose por sentirse tan mal por una amiga, si ni siquiera Dinah estaba así. Se detuvo algunos instantes para encarar su propia imagen en el espejo, estaba con los ojos hinchados, totalmente desarreglada.

“-Ya pasaron dos años…-la pequeña susurró en el oído de Lauren.- Y no hubo un día en el que haya dejado de pensar en ti. –todo el cuerpo de la morena se estremeció.- Fuiste muy importante para mí, Lauren.
-Yo te di un pasaje…
-Y tú tenías el otro.”

Los recuerdos venían a su mente y ella sintió rabia de sí misma. Tomó una taza que estaba sobre el escritorio y la lanzó contra el espejo despejando toda su rabia.

-Eres estúpida, Jauregui! –gritaba para sí misma.- Tuviste dos años. Dos años para verla! Y ahora es tarde!

Lauren dejó que sus piernas cedieran así como las lágrimas. Cayó justo ahí, en el suelo de aquel cuarto frío. Sintió que algo se rompió en su pecho. Un dolor que le causaba angustia, desespero y alucinación.

-Ahora es tarde. –susurró tan bajo…

Sus ojos se encontraron con el diario. Nuevamente Lauren sintió aquella energía y se puso de rodillas para tomarlo. Después regresó a su posición y recostó el cuerpo en la cama. Se abrazó tiernamente a sí misma y a su dolor. Ella quería a Camila viva. Observó el diario en su regazo; sólo de imaginar que ella tocaba aquel papel, que tal vez lagrimas cayeron mientras escribía… Hacía de ese diario el bien más preciado que ya tuvo en las manos y que ahora, presionándolo contra su pecho con toda la fuerza que podía, se aferró a él como si fuese su salvación… Y así se durmió.

“Rompiendo las sombras del escenario vacía, apenas un rayo de luz rosa y, en el centro, había una chica: La chica más maravillosa –Lauren se dio cuenta en el mismo instante- que ya había visto.”