Under Your Sky.

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Y así el silencio volvió a caer sobre las dos. Lauren no dudaba más sobre los sentimientos de Camila y Camila no dudaba de los de Lauren, tan solo se sentía insegura en cuanto a la relación que la mayor mantenía en UCLA. Pero eso quedaría para después. Y una noche más se pasó para las dos chicas que durmieron juntas, sin soltarse de las manos ni una sola vez. El viento sopló fuerte y sonó un trueno, pero sin señales de lluvia, tal vez eran los ángeles celebrando el regreso de Lucy y Vero o quizá estaban felices por poder ver a Lauren y a Camila una vez más, dormir bajo su cielo.

Al otro día las cosas fueron más animadas para ellas, no sabían si era su ánimo o la necesidad de aprovechar cada segundo de ese lugar, pero al preparar el almuerzo, Camila se vio obligada a soportar a Lauren queriendo ayudar y al final quebrar los huevos de una forma errónea. La morena fue prácticamente expulsada de la cocina después de lanzarle harina a la pequeña, salió corriendo hacia afuera, el día se mantuvo nublado, y a pesar del sol, la lluvia vendría pronto.

-Por qué es tan difícil para ti mantenerte lejos de la cocina? –Camila venía con algunas cuantas ollas en las manos y un mantel en la otra.

Ellas sonrieron.

-Si tuvieras paciencia para enseñarme. Qué es eso en tu cabeza?

Camila extendió el mantel en el césped y dejó las ollas. Después se acercó a Lauren llevando la mano hasta una delgada cinta roja en su cabello.

-Yo la hice, quedó bien?

Lauren reprimió una risa.

-Está linda.

La pequeña le cerró los ojos y las dos se sentaron a comer lo que Camila había preparado. Estaba delicioso. Ellas hicieron su picnic durante el almuerzo, hasta quedar satisfechas y Camila pedirle a Lauren caminar por el terreno.

-Tenemos que traer a mis papás aquí, amarán este lugar. –dijo la pequeña sujetando la mano de Lauren.- Dinah también lo hará y Lucy y Vero…

Lauren arqueó una ceja.

-Vamos a traer a todo el mundo. –concluyó recibiendo una mirada dramática de Camila.- Sabes algo? No dejaré a nuestros hijos en tus manos, serán locos como su madre.

Camila dejó de caminar y Lauren sintió un fuerte apretón en su mano. La miró preocupada preguntándose si dijo alguna mierda otra vez.

-Qué pasó?

-Nada. –ella respondió con un brillo en la mirada.- Es solo que…dijiste hijos.

Lauren respiró hondo.

-Y no vamos a tener? –apretó la nariz de la pequeña cariñosamente y besó su frente.- Sé que pasará un milagro y no vas a dejarme. Quiero casarme contigo, tener hijos, hacerme viejita, poder mirarte todos los días con arrugas en el rostro y el cabello blanco y recordar el por qué me enamoré de ti.

Los ojos de Camila brillaron aún más y una lágrima cayó, Lauren la limpió con la punta de su dedo y la abrazó rápidamente.

Todo estaba funcionando. Sus corazones palpitaban de alegría, sus escalofríos eran constantes con cada toque gentil y delicado. Sus almas? Esas sí se sentían alegres después de mucho tiempo.

-Ok, Camila, quiero que pises el clutch y gires la llave. –ordenó Lauren seria desde el asiento del pasajero.

Ella le estaba enseñando a Camila a conducir con su auto.

Camila hizo lo que la morena le pidió y el carro encendió.

-Perfecto, ahora baja el freno de mano. –Camila lo hizo.- pon la marcha en primera y acelera un poco, luego vas a ir soltando el clutch y acelerando más.

-Mierda! –maldijo golpeando el volante cuando el auto se apagó.

-Tranquila, intenta otra vez, es solo soltar el clutch al mismo tiempo en el que aceleras.

Camila lo intentó una vez más, se apagó. Una más, se apagó. Lauren diría que después de ocho intentos, ella finalmente logró salir con el auto por el campo.

-Eso, amor! –exclamó Lauren feliz.- después cambia a la segunda para que el auto gane velocidad y continuar…Camila!

La pequeña estaba tan feliz con la idea de estar conduciendo que ni escuchó los demás consejos de Lauren, siguió acelerando y conduciendo el auto por el pasto. Lauren gritó desesperadamente, ella no quería morir. No de esa forma.

-Camila, detén el auto, detente! –pidió aferrándose a la puerta. La pequeña lo intentó, pero se le había olvidado cómo encender y apagar un auto.

-Se me olvidó! –gritó soltando el volante automáticamente. Lauren saltó en el regazo de Camila y sacó la llave, el auto dio una sacudida y se detuvo. Las dos respiraban pesadamente, la pequeña abrió la puerta del auto y se lanzó al pasto teniendo un ataque de risa.

-Casi matas a mi auto. –anunció una Lauren con el ceño fruncido mientras bajaba del auto cerrando la puerta.

Camila dejó de reír en ese momento.

-Tienes que elegir qué es prioridad.

Las dos intercambiaron chispas con la mirada hasta que la expresión de Lauren se suavizó y llevó a Camila a su regazo, en cuestión de segundos estaba siendo cargada en los hombros de Lauren que la llevó hasta un árbol. El más grande de todos en ese lugar. Era hermoso y muy antiguo. El tronco era enorme, Camila y Lauren podrían abrir los brazos de lado a lado que no les alcanzaría para rodearlo. La pequeña tomó las llaves del auto de Lauren y comenzó a escribir algo en el tronco.

Camren forever.

It Was Just A DreamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora