It Was Just A Dream

Sweet Dreams - Part II

Condujo rápido por las calles de Nueva York bajo la nieve. Dejó que las imágenes de Camila patinando y besándola la invadieran para tomar coraje y puso en duda su propia cordura. No tardó en encontrar la dirección, era un edificio –uno de los más grandes de la ciudad- lujoso, las oficinas más caras estaban ahí y la chica supo eso apenas entró. Los candelabros eran mucho más grandes que ella, pensó, y la delicadeza de la decoración le daba un aire fino al lugar. Lauren se dirigió a una morena y simpática recepcionista que sonrió al verla:

-Hola, en qué puedo ayudarla?

-Necesito hablar con Melanie Schineider. –respondió Lauren insegura. La recepcionista la observó de pies a cabeza y dijo;

-Las pruebas ya cerraron…

-No vine para una prueba, yo…Yo…-sus manos comenzaron a temblar y su miedo al hablar era cada vez más. Cómo actuaría Verónica?- Yo soy su sobrina.

Lauren se maldijo al decir eso, sobrina? Ya has mentido mejor, Jauregui! La recepcionista dejó escapar una risilla ahogada y asintió, tomó el teléfono y marcó.

-Señorita Schineider, -el corazón de Lauren se detuvo un momento.- su sobrina está aquí y quiere verla.

Ella diría que esos cinco segundos en los que la recepcionista se quedó muda, fueron los más largos de su vida- dios, ella podría darse prisa!? Ya estaba analizando una forma de huir de los de seguridad cuando la recepcionista cortó el teléfono y sonrió desconcertada:

-Undécimo piso.

Lauren no podía creerlo y debió hacer una cara de boba frente la muchacha, ya que acaba de pasar sin ayuda de Verónica. El alivio fue tan grande que la morena le sonrió confiada a la recepcionista e incluso le guiñó antes de entrar al elevador.

-Segunda fase, Lauren. –se dijo a sí misma viendo su reflejo en el espejo.- Nivel difícil.

El elevador pitó y se abrió. Lauren miró de un lado al otro analizando el lugar y vio que había una recepcionista más, ahora una mayor, ella caminó hasta el mostrador.

-Vine a hablar con Melanie Schineider. –la señora ni siquiera miró a Lauren, solamente salió haciéndole un gesto para que la siguiera.

Ellas caminaron hasta una puerta con un guarda alto y la señora le pidió que abriera. Lauren sintió la garganta seca, todo eso era una locura, ella aún podía huir, era solo inventar un dolor de panza y decir que regresaba luego. Aquello parecía más misión imposible, en donde su fin sería detrás de una malla. Pero entonces el rostro de Camila vino a su mente y ella podía escuchar la voz de la pequeña; “Ese es mi lugar”. Esas palabras fueron el combustible para que Lauren entrara a la sala y cerrara la puerta con cuidado. Al recorrer su mirada por la oficina, entendió el porqué de la risa de la recepcionista; la señora que escribía algo detrás de una mesa era negra, y Lauren era totalmente blanca, morena y de ojos claros.

Se sintió una idiota.

Melanie alzó la mirada detrás de sus lentes y analizó a Lauren.

-No te pareces a ninguna de mis sobrinas. –dijo dura volviendo a escribir. Lauren tragó seco y se estancó en media oficina.

-No lo soy. –respondió manteniendo la voz firme.- Pero necesito hablar con usted, mi nombre es Lauren Jauregui.

Silencio.

Melanie dejó de escribir y miró a Lauren.

-Deme un buen motivo para no llamar a la policía, señorita Jauregui.

Es ahora Lauren, desembucha, vamos! El sueño de Camila depende de ti, solo sé sincera, no dejes que tu estrella muera sin antes brillar.

-Es sobre Camila Cabello. –su voz tembló. Ella se acercó a la mesa en donde estaba sentada la señora, Melanie no dijo nada, entonces Lauren continuó;- Ella está…enferma. Camila solamente tiene algunos meses de vida y yo no puedo dejar que ella se vaya sin antes realizar su sueño de cantar en Broadway…

Melanie bajó la cabeza y retiró sus lentes. Pareció realmente triste con el hecho de la enfermedad de Camila, pero luego habló:

-Lo siento mucho por tu amiga, pero tengo las manos atadas.

Qué? No. Ella ni siquiera quiso escuchar el resto de la historia, cómo podría decir eso? Era el sueño de Camila, Lauren no quería aceptar su derrota y eso le dio aún más coraje.

-Insisto. Sé que usted puede conseguirle una presentación en algún evento… Tan solo una canción! -pidió.- Puede ser en el intervalo de alguna presentación, por favor.

Su pedido salió desesperado y ella lo estaba. La sensación de no conseguir lo que esperaba la angustiaba.

-No sea inmadura, sabe cuántas personas darían su vida para presentarse en ese escenario?

-Lo sé, lo sé, solamente le estoy pidiendo que haga una excepción…

-Una excepción? Porqué haría una para Cabello? –preguntó Melanie incisiva y al mismo tiempo despreocupada, mientras retiraba sus lentes y cruzaba las manos sobre la mesa.- Hay centenas de personas enfermas, inválidas y muriendo que tienen el mismo sueño!

-Eso no es justo! –exclamó Lauren furiosa sintiendo las lágrimas invadir su tono.

-Estamos hablando de la vida real, señorita, y ella no es justa.

Lauren se quedó de pie en medio de la oficina, estaba nerviosa y furiosa. Dejó que las lágrimas cayeran, se sentía vencida. Melanie volvió a colocarse los lentes y a escribir, en señal de que la conversación había terminado. Lauren incluso intentó dar la vuelta, pero algo en su interior le impidió dar cualquier paso más y el odio de repente fue mayor que su sobriedad.

-Usted ha recibido un no? –preguntó, regresando al mismo lugar de hace unos segundos. Melanie alzó la mirada una vez más y se quedó en silencio.- Ya ha sentido alguna vez que todos sus sueños, esperanzas y deseos son acabados por una persona? Estoy segura de que en varias oportunidades de su vida un no le fue dicho. Duele, no? –preguntó sin esperar respuesta.- Duele ser rechazado, sé que personas como usted quieren que los alumnos aprendan que un no es una forma de aprender a no cometer los mismos errores, pero para Camila es diferente! Usted me preguntó por qué ella sería una excepción y la respuesta es porque yo la amo. Y siempre haré de ella una excepción. Así que sí, mentí sobre mi identidad y estoy a punto de ser presa, pero no me voy a rendir hasta verla a ella feliz! Es lo que usted debería hacer también. Darle a las personas un poco de esperanzas en vez de simplemente decirles no. Discúlpeme, pero no son todos los que tienen la fuerza para continuar después de haber sido rechazados, y no quiero enseñarle cómo hacer su trabajo, pero un poco de esperanza es lo que falta en este mundo.- Lauren prácticamente escupió las palabras y ella permanecía inmóvil.- Camila es una estrella y no importa lo que usted diga, las estrellas no mueren fácilmente! Ya la escuchó cantar? Es por eso que está en NYADA, ella tiene la voz más hermosa que ya escuché y sería un honor no para Camila, pero sí para el público escucharla cantar. Aquel escenario es la vida de Camila y usted está tirando su oportunidad de sentirse viva por última vez, por una sola noche.

Melanie mantuvo su expresión vacía, mientras Lauren había dejado todas sus emociones florecer.

-La señorita conoce la salida.