Aunque todavía estaban bajo el efecto del ‘sí’, Camila y Lauren no dejaron de amarse con mayor intensidad. A lo largo del tiempo que pasaron juntas, no se convirtieron solamente en amantes, sino también en mejores amigas. Juntas, se divertían como niñas, se amaban como adultas y se respetaban como humanas. Después de la propuesta no planeada, las dos se besaron como si fuera la primera vez, durmieron abrazadas y despertaron con amplias sonrisas en el rostro. Camila le preparó hamburguesas a su chica y le dijo que no tenía hambre, mientras Lauren intentaba, sin éxito, pescar. Es claro que la pequeña se desquitó con la morena y filmó los intentos fallidos que tanto la hacían reír.
El clima estaba húmedo, pero el sol parecía más fuerte expulsando las nubes grises. El viento soplaba como una canción delicada y acariciaba el rostro moreno de Camila, quien estaba con los ojos cerrados apreciando el tranquilo sonido del río. Lauren caminaba de un lado al otro ahora en la habitación con la puerta cerrada y el estresante sonido del celular que sonaba frenéticamente, frotaba las manos en señal de impaciencia y nerviosismo, algo andaba mal.
En la pantalla del celular, el nombre de él parpadeaba.
El hombre que tantas veces le hizo mal y le causó asco, el hombre que la hacía sumisa a él y sentía placer por eso. El sonido de la llamada le traía recuerdos desagradables de ese gran cuerpo sudado sobre ella, de gemidos que le causaban nauseas. El único problema es que ella no pensó en él en el momento en el que le pidió matrimonio a Camila. No pensó en sus padres, ni siquiera pensó en la universidad. Y ahora todo venía con una simple llamada que ella insistía en ignorar. No se arrepentía, todo lo contrario, lo haría dos, tres veces; solo que ahora, a través de la falsa realidad de sus mundos divididos, se veía presa al pasado que había dejado atrás. La lucha sería mayor y la presión asustadora. Pero no dejaría a Camila si era eso lo que le impedía ser feliz, no abandonaría a la única persona que la hizo ver más allá de la realidad, no dejaría escapar a la pequeña.
No esta vez.
El irritante sonido paró y Lauren respiró aliviada, guardó el celular en el bolsillo de su pantalón y bajó corriendo las escaleras detrás de Camila, ellas necesitaban hablar y esto no podía esperar.
-Camila? –llamó recorriendo las habitaciones.- Amor?
Silencio.
Concluyó que no estaba ahí dentro, entonces abrió la puerta principal y luego la vio de pie frente al río, con la cabeza hacia arriba y los ojos cerrados. Lauren sonrió un poco y se apoyó contra la puerta para verla, tan hermosa y sólo de ella. No entendía cómo era tan magnético ese sentimiento por Camila, porque cada segundo separadas, el anhelo se volvía insoportable.
Los ojos de Lauren se entrecerraron cuando vio a Camila bajar la cabeza con dificultad y tambalear tres pasos, la morena dio un paso preocupada y al mismo tiempo Camila llevó las manos a la cabeza y cayó directamente en el río.- Camila! –sintió el grito rasgado, sus piernas trabajaron rápidamente y Lauren corrió como nunca por el pasto dejando caer el celular en el camino, su corazón se apretó y su respiración falló.
No supo cómo, pero al minuto siguiente estaba sumergiéndose en el agua fría buscando a Camila. Ignoró el ardor en los ojos y el choque térmico que se llevó, tan solo buscaba el pequeño cuerpo en medio de la inmensidad del fondo. Ella la vio. Flotando con la boca y los brazos abiertos, ojos cerrados y una expresión aliviada. Nadó rápidamente hasta Camila sintiendo que sus pulmones necesitaban oxigeno o explotarían en cualquier momento. La verdad eso no le importaba, solamente necesitaba llevar a Camila a la superficie. Sujetó el tronco de la pequeña y con mucho esfuerzo nadó hacia arriba, el peso de sus cuerpo no estaban ayudando y Lauren comenzaba a perder los sentidos debido a la falta de aire; parpadeó un par de veces en un intento por mantenerse despierta. En un movimiento falso, abrió la boca y sintió agua bajar por su garganta, comenzó a ahogarse, pero sin soltar a Camila que era su prioridad.
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It Was Just A Dream
Фанфик—nos casaremos y nos iremos a vivir a Nueva York. –contó bajo.- regresarás a NYADA y yo estudiaré fotografía, compraremos una casa cerca de Central Park… Esta historia no es mía, solo quise subirla. Todos los derechos a la autora original a la cual...