Ella no sabía cuánto tiempo había pasado. Bueno, la verdad ella sabía; siete horas con cincuenta minutos. Ese era el tiempo en el que Camila Cabello estuvo acogida al cuerpo de Lauren bajo un árbol, frente al gran lago congelado. Suena confuso? Imaginen cómo sería para Lauren, que despertó en menos de treinta minutos y desde entonces se preguntó qué rayos estaba haciendo. Lo obvio recorrió su mente, pero la morena se negaba a aceptarlo, ella no cedería a una tentación. Oh, cielos, la noche de ayer fue perfecta. Ellas bailaron, cantaron, y por un momento ni parecía ser un sueño de Camila, parecía más uno de ella. Se preguntó en qué estaba pensando cuando maltrataba a la pequeña en el colegio, porque eso le pasaba tanta confianza y seguridad, pero ahora, Camila era quien le pasaba confianza y eso la asustaba. Su corazón parecía más una máquina fuera de control y el perfume que venía de la pequeña mantenía el cuerpo de la morena completamente relajado, incluso para el frío que hacía.
Lauren tenía que admitirlo, ella se sentía presa en la realidad. Presa en el buen sentido, por primera vez en mucho tiempo, ella quería estar ahí, ella quería vivir ese momento sin alterarlo, o pasar el tiempo.
Camila murmuró cosas incoherentes y abrió los ojos. Ella levantó un poco la cabeza y vio a Lauren, ellas estaban tan…cerca. La morena podía sentir la lenta respiración de la pequeña en su cuello, y Camila admiraba sus ojos, orgullosa, feliz, realizada. Eran tantas sensaciones que la pequeña podría perderse en ellas.
-No fue sólo un sueño, o sí? –la voz de Camila sonó ronca, Lauren vio el vapor que salió de la boca de la pequeña y después respondió;
-Te hubiera gustado que lo fuera?
La pequeña observó a Lauren y se sentó en el cobertor frotando las manos y acomodando un poco su cabello.
-Antes de dormir, tuve miedo de despertar y que todo no hubiera pasado de un sueño. –ella cerró los ojos y los abrió nuevamente contemplando el lago.
Lauren también se sentó y observó cómo Camila parecía digerir todo lo que había pasado la noche anterior.
-Estoy segura de que el rojo en el ojo de Wes demostrará que no fue un sueño.
Camila se rió acompañada de Lauren, la pequeña parecía tan feliz que casi no se dio cuenta cuando la broma había perdido el chiste y ella seguía sonriendo, ahora con la cabeza recostada al hombro de la morena.
-Entonces comprendí que me sería imposible soportar la idea de no volver a oír su risa nunca más. Para mí era como un manantial en el desierto…-susurró bajo.
-El Principito? –preguntó la pequeña divertida. Lauren levantó una ceja sorprendida.
-Desde cuándo te volviste tan culta?
Camila le dio un codazo a Lauren y las dos rieron. La morena se levantó estirándose y ayudó a la otra a levantarse también, que ahora temblaba del frío mientras recogían las cosas.
-Ten. –dijo Lauren acomodando el cobertor en el hombro de la pequeña que sonrió en señal de agradecimiento y volvió a mirar el lago congelado.
-Me quedaría aquí toda la vida. –murmuró. Lauren la escuchaba un poco más atrás.- Es bueno huir de vez en cuando, y en mi caso, cada día que pasa se vuelve una tortura seguir respirando. Como si mi arena en el reloj se estuviese acabando y tú, Lauren, has hecho que todo sea más fácil… Sólo me gustaría saber cuál es mi misión aquí en la tierra.
La morena entrecerró los ojos, no quería llorar, necesitaba ser fuerte, sólo que estaba siendo difícil sujetar el dolor en el pecho de solo imaginar que en unos meses, ella ya no estaría presente para poder hacerla sonreír.
-Yo no te voy a dejar, Camila. –dijo Lauren con la voz determinada- Tú eres mi misión.
Camila se volvió secando una lágrima y Lauren sintió su suelo desmoronarse al ver los ojos rojos de la pequeña. Las dos siguieron hacia el auto.
-Estás siendo muy buena, Jauregui. Qué estás tramando?
Lauren no pudo dejar de sonreír, es claro que ella desconfiaría. Quién no lo haría?
-Sólo me di cuenta muy tarde de que eres una buena persona.
Y no estaba mintiendo. Nunca se detuvo a pensar en Camila como una persona de buen corazón, ella tan solo la veía como una barrera, un obstáculo en su vida, y fue así como trató a la pequeña durante todos los años en el colegio. Se arrepentía mucho de eso.
-Sabes, ya hace un rato que estamos conversando y aún no sé nada sobre tu vida.
El corazón de Lauren falló la batida y sintió como le faltó el aire, fue necesario enfocar su atención en la carretera y dejar que todo saliera automático.
-Entonces pregunta.
Camila pareció excitada con la idea de poder descubrir más cosas sobre la morena, luego se acomodó en el asiento y pensó unos segundos.
-Sigues en UCLA?
-Sí.
Silencio.
-Algún nuevo enamorado?
Lauren tragó seco.
-N-no.
Camila no pareció convencida con la respuesta, así que continuó viéndola con curiosidad y desdén.
-Sí? –preguntó la pequeña después de convencerse de que ella no respondería.
-Sí.
Hubo un suspiro y un repentino silencio. La carretera fue cubierta por los autos que circulaban, probablemente personas yendo a visitar parientes o saliendo de paseo con la familia. Lauren movía el dedo en el volante incómoda, sintiendo la mirada de Camila clavada en su cara. Qué le diría? Que salía con un hombre más grande o peor, su profesor? Ella no podía hacer eso, se sentía avergonzada y odiaría ver la mirada decepcionada de Camila. Ella no necesitaba de más decepciones, y la lastimaba el solo imaginar palabras duras viniendo de la pequeña. No hubieron más preguntas, ese fue el más corto cuestionario que jamás había visto, pensó Lauren, aún más viniendo de Camila Cabello. Pero, Camila permaneció en silencio en todo el trayecto de regreso a casa de los Cabello, como si procesara todo lo que Lauren la había dicho.
-No te vas a quedar? –preguntó Camila después que la morena estacionó frente a la casa.
-Necesito ver a Verónica, estoy preocupada por ella. –respondió sinceramente. Camila balanceó la cabeza recordando la escena en casa de Normani.- Nos vemos en el colegio?
La noche pasada Dinah hizo a Camila prometer que iría con ella al colegio, matar la nostalgia, volver a ver antiguos alumnos, nada con lo que Lauren concordara, ella no quería a Camila cerca de Drew, temía una recaída o algo peor.
-Allá nos vemos. –Camila abrió la puerta, dejó la cobija caer en el asiento del pasajero y comenzó salir, luego volvió y recitó sin mirar a Lauren; -Nuestras dudas son traidoras y, a menudo, nos hacen perder las cosas buenas que pudiéramos conseguir, por simple miedo de arriesgar.
Lauren tragó en seco y dijo;
-No conozco esa.
-Shakespeare.
Ella salió del auto, cerró la puerta y Lauren siguió estacionada, presa en sus pensamientos y confusiones.
ESTÁS LEYENDO
It Was Just A Dream
Fanfic—nos casaremos y nos iremos a vivir a Nueva York. –contó bajo.- regresarás a NYADA y yo estudiaré fotografía, compraremos una casa cerca de Central Park… Esta historia no es mía, solo quise subirla. Todos los derechos a la autora original a la cual...