It Was Just A Dream

I Long To Be Like You.

Aun cuando las esperanzas huyen de la realidad, siempre habrá algo en qué creer, sea material, espiritual o incluso carnal; no importa qué, cuándo o dónde, la esperanza es la palabra clave para mantenerse firme. El problema es que el mundo está en constante movimiento, nunca se detiene, no espera a que tomes una decisión o espera por esos sueños, la aguja del reloj sigue corriendo de forma y continúa y créelo, el tiempo concertará o destruirá algo. Siempre es así. Como la muerte, la mayoría de las veces viene sin previo aviso y te apuñala por la espalda, se lleva el alma de alguien y dejan otras completamente vacías, sin esperar que te prepares o luches contra ella. Cuando tiene que ser, el ser humano no lo impide.

La noche estaba fría y la lluvia seguía cayendo fuertemente en la ciudad de Boston. Pero no era solamente la noche que congelaba, el alma de una chica parecía un bloque de hielo, y como si no fuera suficiente, hueca. Hace menos de media hora fue testigo de la escena más angustiante, terrible y dolorosa de su vida! No había reacción para ese tipo de causa, no habían palabras o sentimiento que explicara lo que había en el pecho de Lauren ahora, ella solamente condujo hasta la parte más alta de Lima y estacionó allá, de lejos la pequeña ciudad se podía ver como pequeños puntos y en su cabeza no había nada más que una sola palabra: Muerte.

Recostada al asiento del Dodge, sus ojos estaban hinchados y muy rojos, su boca seguía entreabierta y le hacía falta el aire. Luego vagamente recordó a una mujer vecina de los Iglesias, ella había fallecido cuando ella, Vero y Lucy eran pequeñas y su mamá le contaba que el corazón de la mujer simplemente se había endurecido. No hubo ningún aviso, él simplemente se detuvo. Esa historia aterrorizó a las tres chicas, la idea de que sus corazones se detuvieran y se negaran a bombear sangre era aterradora. Por la noche, cuando dormía, Lauren angustiada frotaba entre las costillas, en alerta con la pulsación débil.

De vuelta a la realidad de la noche fría, del auto en silencio, la lluvia cayendo en la carrocería, Lauren se dio cuenta de sus dedos una vez más sobre sus costillas, intentando y frotando, buscando el órgano que se espesaba bajo su piel. Esta vez, sin embargo, pareció haberlo encontrado. Había una oscuridad, una opresión, una inmovilización en su centro, que ella desconocía y que se estaba desenvolviendo ahí, pero que ahora le propiciaba una especie de consuelo. Su pecho estaba apretado y dolido –pero no se torció ni sudaba con el dolor, cruzó los brazos sobre las cotillas y abrazó su corazón, sombrío y oprimido, como un amante.

“-Recuerdas la historia de realizar sueños? –preguntó la pequeña dirigiendo una mirada seria hacia Lauren que se volvió confundida.

-Sí, amor. Qué con eso?

-Papá dijo que ya puedes tocar el piano, me gustaría escucharte.”

Cuánto tiempo pasó desde ese momento? 5,10, 20 años? 2 minutos? 5 horas?

“-Cómo sabes que no tengo intereses? –murmuró acariciando el brazo de la pequeña.

-Eres la persona más pura que conozco, realmente esperas que crea que eres interesada?

Lauren suspiró.

-Te vas a recuperar, nos casaremos y nos iremos a vivir a Nueva York. –contó bajo.- Vas a regresar a NYADA y yo estudiaré fotografía, compraremos una casa cerca de Central Park… Pero tiene que tener un gran jardín para que Benjamín no destruya nada.

Camila acarició el cabello de la chica a su lado, besó lo alto de su cabeza y completó:

-Sin llaves de emergencia…

-Sin llaves de emergencia. –repitió la morena bostezando.”

Las lágrimas ahora quemaban, su verdadero deseo era golpear a alguien hasta la muerte, gritar, sentir dolor, quería introducirse en el callejón más alto y sentir toda la angustia de ser tragada por la oscuridad.