Siempre tuya

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Anna

Realmente te estoy llorando otra vez, he estado luchando por no hacerlo. Nunca debí decir adiós, pero eso es lo que hace la gente estúpida, o eso es lo que tu me decías. Te vuelvo a escribir para admitir que tu eras mi medicina, pero no puedo encontrar la que te cura a tí. Así que te escribo de nuevo, pidiendo que vuelvas a mí. Gracias por el mejor año de mi vida, el único que pudimos ser lo que nunca pudimos ser. No creo que pueda perdonarme por no haber luchado un poquito más, pero tu me pediste que no lo hiciera, que necesitabas este año para vivir todo lo que imaginaste conmigo. No sabes el dolor que me hiciste sentir al saber que cada día era uno menos para tí y uno más junto a mi. Nos herimos los dos para poder saborear nuestros labios una vez más ,y ahora estoy de rodillas pidiéndote uno más.

Quiero que me despierten cuando haya una máquina del tiempo.

Quiero que me despierten cuando estabas a mi lado durmiendo, besando cada una de mis cicatrices.

Quiero volver atrás, donde tú no tenías una fecha y ni yo una barrera límite.

Tu creaste una burbuja que nos separaba de la realidad. Del tiempo. Del mundo. De la razón. Del cáncer que se expandía por tu cerebro sin tener un poco de empatía. El cáncer nos robó el "fuimos", y lo que "pudimos ser", pero siguió manteniendo "Lo que una vez fuimos" y eso fue lo que nos mantuvo en esa mentira que creamos para intentar que no todo se nos fuera de las manos. Te fuiste por una razón, estoy segura de que hubo una razón, porque han pasado dos años desde que ya no estas en mi mundo, desde que me dijiste que estaríamos completos, pero, ahora que lo pienso, me siento más sola cada vez que pienso en tí. El destino fue quien tuvo lo última palabra de nuestra historia, fue quien puso el fin justo cuando venía el capítulo más esperado de la novela, el que yo más esperaba vivir junto a tí. Siempre tuviste razón, el destino no nos quiso nunca juntos, nunca escuchamos sus advertencias, y sonara loco, pero me alegro de no haberlas prestado atención, porque nunca cambiaría este amor verdadero por uno totalmente falso. Escribirte esto empaña cada punto de mi memoria, y me atraviesa el corazón con la daga de lo injusto. ¿Quién hubiera pensado que todo esto terminaria así? Tú en un mundo que nunca quisiste pisar sin mi, y yo, rogandote que nunca dejes de observar cómo sigo abrazando tu ropa cada noche. Ahora es de noche y estoy mirando las estrellas mientras escribo esto. Vi una estrella fugaz que me recordó a ti y supe que si estuvieras aquí te narraría esta misma historia. Tú estás en el otro lado, estoy a millas de años de verte. Yo puedo ver las estrellas desde nuestro balcón, me preguntó, ¿Tú también las ves?, y si es así abre los ojos y mira en la forma en la que nuestros horizontes se siguen uniendo, y observa cómo todas las luces de las estrellas te conducirán en la noche conmigo donde nos dijimos el sí quiero. Sé que estas heridas sangrarán pero nuestros corazones creen que todas estas estrellas nos guiarán a casa. Tiempo atrás, tomaste mi mano volviendo a casa a través de las calles iluminadas y esa noche supe que tus labios serán el sabor que más amaré, que tu risa sacará la luz a los lugares más oscuros, que tus caricias serán mis buenas noches, y que nuestros cuerpos juntos siempre serán el lugar que siempre llamaremos casa. Por eso y por nuestra historia, si ves las estrellas, abre los ojos y deja te vuelvan a traer conmigo, a casa.

Hasta dentro de unos años más,

Siempre tuya,

Anna Shirley Blythe.





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