Desastre

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Shiroi reía al estar ebria y no sentir su diminuto cuerpo, la droga aún tardaría unos minutos en hacer efecto.El cantinero la escaneaba de arriba a abajo sin ningún ápice de pudor.
-¿Sabes, bonita? Hay un cuarto atrás que siempre está vacío, si quisieras acompañarme esta noch...-Un moreno golpeó la mesa de la barra con furia.
-No te atrevas a terminar la frase, desgraciado.
-Eres una irresponsable, nanodayo.-Midorima regañaba a la Kumo mientras le ponía su chaqueta para tapar un poco de su sugerente prenda, ya eran pasadas las una de la mañana y refrescaba fuera.
-Shintaro, en este momento es un caso prohibido tratar de hablar con ella.-Efectivamente, ella estaba borracha, borracha a más no poder y no podía siquiera cumplir la sencilla tarea de ponerse de pie.Seijuro la miraba con ojos duros pero en el fondo se sentía ciertamente culpable.
-Ah~ Shiroichin está ebria, aún no tenemos edad para tomar.-Se quejó el gigante morado.-Le exigiré unas papitas luego de esto~.-Con aparente flojera la cargó al estilo nupcial y se sorprendió, él recordaba que Shiroi era mucho más pesada cuando estaba en Teiko, ahora era tan condenadamente delgada que podía cargarla y no notar el peso extra.
-¿Porqué debe llevar Murasakibaracchi a Shiroicchi?-El rubio se quejó mientras pagaba la cuenta y se sorprendió al ver todo lo que ella sola había sido capaz de consumir.-Cielos, ¿acaso quiere entrar en un coma etílico?
-Kise-kun, es muy caballeroso de tu parte pagar la cuenta...
-¡AH! Kurokocchi, asustas.
-Lo siento, Kise-kun.
-Tch, vámonos.-Kagami rodó los ojos, tenía el entrecejo fruncido de la molestia: odiaba ver al Atsushi cargar a la hermosa peliblanca.
-¿En qué iremos?-Todos miraron a Akashi, él rodó los ojos.
-Por esta vez, pueden ir en mi limusina.
-La pregunta es...¿A dónde vamos?
-¿Al departamento de Shiroicchi?-Todos jadearon abrumados por los recuerdos de un acogedor lugar con olor a vainilla.-Siempre dejaba las llaves escondidas entre las macetas de plantas...-El corazón de seis chicos se encogieron tras recordar los buenos tiempos.
-Maldita sea.-Una maldición sonó seguido del sonido de una tela rompiéndose, el ajustado vestido de Shiroi se había roto por completo en la parte delantera tras haber sido cargada por Murasakibara, sus pálidos senos eran tapados por la chaqueta del peliverde y su entrepierna por la tela sobrante del vestido, los brazos del gigante ocultaban los glúteos expuestos.
-H-hay que apresurarnos...-Un gran sonrojo cubría el rostro de los basketbolistas que por "caballerosidad" apartaban la vista.

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Tras un largo viaje escuchando quejidos por parte de la Kumo llegaron al acogedor apartamento, a pesar de los años aún se encontraba en perfecto estado y con la electricidad funcionando correctamente.A penas Shiroi fue bajada al piso con las energías sacadas de quién-sabe-dónde corrió a vomitar al baño, sus ojos se pusieron rojos tras el esfuerzo y las arcadas, la gran chaqueta que tenía encima cayó al piso y ella quedó semidesnuda frente a siete adolescentes hormonales que cerraron la puerta bruscamente por respeto.Las náuseas iban y venían mientras Shiroi como podía se sostenía del retrete: la droga que consumió sin darse cuenta ya había penetrado su sistema y cuando se sintió irremediablemente caliente supo que algo andaba mal.Se levantó con cuidado, enjuagó su boca con agua y se vió al espejo: ojos hinchados y rojos, cabellera enmarañada, maquillaje corrido y casi sin ropa cubriéndola.
-...¿Perfecta?-Se preguntó a sí misma viendo su propio reflejo.Se sorprendió al escuchar una respuesta por parte de su subconsciente: siempre serás un desastre.Cogió papel higiénico y retiró el maquillaje que la hacía parecer la hija de la mismísima llorona y se desnudó: aunque realmente sólo se sacó las bragas ligeramente empapadas con orina que salió inesperadamente entre las arcadas.Trató de limpiarse lo que pudo con agua fría y se puso nuevamente aquel abrigo con colonia masculina.
-...-Al apenas salir del baño las miradas la escanearon de arriba a abajo, ignorando olímpicamente su vista nublada trató de dar un par de pasos en dirección a su habitación -atravesando el pequeño living- sin esperar que su sistema motriz le fallara, sus músculos se sintieron entumecidos de golpe y cayó sentada frente a frente con Midorima Shintaro.-Ah~.-Ella gimió ante el roce del inesperado arrebato.El de lentes no demoró en enrojecerse fuertemente tras sentir los tibios fluidos de Shiroi mojando su regazo.
-Shintaro...-Advirtió Akashi viendo seriamente al prodigio de los triples.Shiroi comenzó a frotarse bruscamente y sin disimulo sobre el bulto de Midorima soltando jadeos, la temperatura en ese cuarto subió considerablemente y todos quedaron impactados y con los nervios a flor de piel, el fiel creyente del horóscopo fantaseaba tras ver a la Kumo restregándose sobre él con su abrigo puesto.
-¡Shiroi-san está drogada!-Reprendió Kuroko trayendo a todos a la realidad, sin embargo la única joven estaba más que ida y lo hacía todo por instinto sexual: no dudó en jalar al fantasma y besarlo lujuriosamente sin parar su vaivén sobre Shintaro.
Aomine estaba como una piedra: congelado y duro, no sabía exactamente qué hacer ante el espectáculo erótico.Kise no estaba excitado: se encontraba en shock al observar por primera vez a su Shiroicchi siendo tan descarada.
Murasakibara observaba perezosamente todo con un leve sonrojo, las cosas desde su punto de vista se estaban poniendo interesantes, Kagami tosió sorprendido antes de entrar corriendo al baño y por último, Akashi: se sentía asombrado, excitado y dolido al mismo tiempo.
-Um...¿Sabes? Creo que me empezaron a gustar los morenos.-Rió tras apenas poder formular la oración.-Por esta noche...Tú serás el desastre que me dejará satisfecha.-Nadie sabe de dónde alguien tan diminuto quitó fuerzas para arrastrar a un desorientado y pesado Aomine, tras darse cuenta de lo que Shiroi insinuaba ya fue tarde: la puerta de la habitación había sido cerrada con pestillo y Daiki se sintió acorralado: él sería la presa y no le molestaría en absoluto ser devorado por ella.

Kanpeki•KnbDonde viven las historias. Descúbrelo ahora