Competencia

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Con el paso de los días la relación de Shiroi con la generación de milagros había mejorado bastante, debido a que los chicos comenzaron a dejar la arrogancia y el egocentrismo de lado en señal de disculpas y la Kumo estaba encantada, no podría decirse que las cosas volvieron a ser como antes, ya que a veces ella los trataba con un poco de recelo y seguía profundamente dolida por la pérdida de su querida abuela, pero luego de un largo tiempo volvió a sentirse en paz.

-Vamos enana, es imposible que no los conozcas.

-Daiki, yo te juro que no tengo idea de quiénes son.

Aunque todos estuvieran comiendo en el Maji Burguer y estuviesen fingiendo que las hamburguesas eran lo más interesante del mundo; Kise, Midorima, Kuroko, Murasakibara, Akashi y Kagami escuchaban atentamente la conversación entre la peliblanca y el moreno.

-Shiroi, ¡son la maldita banda más escuchada! Satsuki no para de molestarme con que son los ídols más famosos y codiciados.-Aomine estaba sobresaltado, se suponía que a las chicas les fascinaba esa banda con canciones románticas.

-...Nunca oí hablar de ellos, ¿pero quieres que vaya a un concierto?

-¡Deberías de aprovechar e ir conmigo para conocerlos! ¡Tengo entradas VIP del evento!-Para Aomine era una oportunidad perfecta de ir a una cita con su querida enana, sin embargo...Claramente tenía competencia.

-Concuerdo con Aomine, deberíamos de ir a conocer a esos artistas.-Kise fingió inocencia, pero claramente no estaba en sus planes dejar a la querida Shiroicchi a solas con ese pervertido.

-Tienes toda la razón Ryota, yo puedo conseguir más boletos.-Seijuro no se inmutó ante la mirada fulminante que le había lanzado el moreno. 

-En ese caso, vamos todos para que Shiroi-san se sienta cómoda.-Kuroko tenía un rostro inexpresivo, pero internamente se burlaba del que había sido su luz en los tiempos de gloria de Teiko.

-Yo también iré, nanodayo.

-...Iré por los dulces y Shiroi-chin.-El titán morado bostezó con aburrimiento, pero de todas maneras se terminó uniendo.


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La Kumo no entendía muy bien cómo terminaron todos en el estadio del concierto siendo que a ella desde un principio no le había interesado la invitación.De todas formas la atención que le daban los siete jugadores la estaba sofocando exasperadamente.

-Necesito ir al baño.-Se excusó ella, comenzaba a arrepentirse de haber salido sin sus guardaespaldas.

-¡Te acompaño!-Todos gritaron al unísono.

-¡NO! No se molesten, por favor cuiden mis cosas, no me tardo.-La albina/pelinaranja (Shiroi llevaba una peluca) dejó su teléfono y su bolso en el asiento que estaba ocupando y se alejó a paso apresurado antes de que alguno de ellos cambiara de opinión.

Mientras buscaba el baño respiraba hondo, tenía tiempo ya que aún no habían llegado los dichosos "ídols" y ya estaba exhausta.No se demoró mucho en encontrar los sanitarios que estaban fuera del recinto debido a que esa zona se encontraba completamente vacía; las fanáticas locas no moverían ningún dedo de sus lugares hasta que sus artistas hayan terminado el concierto.

-...Mierda.-frente al espejo notó que los hilos tensores de su peluca se habían soltado y la cabellera naranja perfectamente alisada ya no cubría correctamente su pelo blanco y rizado, decidió no darle importancia, solamente caería aquella fachada si alguien jalaba la peluca.Dio la vuelta y caminó hacia la entrada.Pero quedó congelada al darse cuenta de que los boletos los tenía Aomine y su celular lo había dejado sobre el asiento.

Kanpeki•KnbDonde viven las historias. Descúbrelo ahora