Kanpeki•Knb

Subestimada

El concierto había terminado, los muchachos trataron de convencerla de que no fuese a cenar con aquellos cantantes, y de hecho, no planeaba hacerlo: la única idea que cruzó por su cabeza fue devolver las pertenencias para largarse de allí lo más pronto posible, aunque...Daiki había dicho que era un buen momento para conocerlos.

Con pasos lentos y silenciosos caminaba por los largos pasillos de los camerinos, el guardia de la entrada la dejó pasar en cuanto la reconoció y misteriosamente el lugar se encontraba vacío, siguió recorriendo hasta que oyó las voces tras una de las tantas puertas que tenía la zona, puso la mano en el picaporte, respiró hondo y estuvo a punto de abrirla hasta que escuchó su nombre en la conversación.

-¿Entonces qué hacemos con Shiroi?

-Vamos, es bonita, rica y famosa.Podríamos usarla para llegar aún más alto.

-Tal vez, si seguimos mostrándonos amables con ella formaríamos parte de su círculo cercano y ¡Bum! tendríamos millones de seguidores en muy poco tiempo.

-Eso sería por las buenas ya que, saben que si vamos por las malas usaríamos ciertas sustancias para que se ponga divertida nuestra querida amiga...-A los finos oídos de la Kumo se escuchó el sonido de una bolsa -posiblemente, un paquete de droga-.Dudo que sea muy complicado el mantenerla de nuestro lado sí fingimos ser bondadosos.Saben que el plan C es cogerla y filmarlo para poder chantajearla, si no colabora en esta cena haremos que se ponga simpática con el paquetito de reserva.-Shiroi escuchaba todo fuera de la habitación.Jamás nadie la había subestimado de esa forma y, en silencio mientras temblaba ideó una venganza ya que nadie podría faltarle al respeto y salir impune.
Como pudo se acomodó el cabello, levantó la cabeza y puso una sonrisa falsa en su precioso rostro antes de tocar la puerta.
-Adelate.-El grupo de cantantes se miraron entre sí con malicia una vez que la peliblanca puso un pie en el cuarto.
-Disculpen la tardanza...¿A dónde iremos a cenar?-Ella preguntó con emoción fingida y ellos pensaron que todo estaba saliendo de acuerdo al plan.
-De hecho que cenaremos aquí mismo en el camerino y tomaremos algo para conocernos un poco mejor.Ya mandamos traer la comida, por favor, siéntete cómoda y disfrutemos de esta velada.-Claramente Shiroi no era estúpida, pero de igual forma se sentó y fingió interés en el tema de conversación -que, era pura labia de parte de los tres para "conquistarla"- Por supuesto que no se dejaría tan fácil.
-Eres muy bonita.-Los halagos le entraban por un oído y le salían por otro, la Kumo se comportaba como si realmente estuviese cayendo ante esos "encantos" baratos, y...Mientras los demás se distraían, ella cambiaba de lugar los vasos y los platos -que, sabía, estaban llenos de droga- fue cuestión de esperar tan solo unos minutos para que los tres desgraciados estuviesen tirados en el suelo a penas con un hilo de coherencia tras comer de un utensilio equivocado.Sin ningún tipo de remordimiento Shiroi les sacó fotos con los paquetes de drogas que encontró entre sus prendas y salió caminando como una ganadora fuera del estadio -donde sabía, la estaban esperando los muchachos- Que apenas la vieron corrieron con desesperación a su encuentro.
-¡Enana! ¿Estás bien? Tú solo dime y rompo la cara de esos niños bonitos.
-Shiroichin, si te hicieron algo...Voy a aplastarlos.
-...Shintaro, ¿tienes tijeras?
-Para esta ocasión, claramente, nanodayo.
La peliblanca soltó risitas tras ver lo tensos que estaban todos, su pecho se sintió cálido tras saber que existían quienes se preocupaban por ella.

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En menos de 24 horas, las fotos de la famosa banda "drogadicta" no tardó en viralizarse, aquellos cantantes quedaron como escoria ante la sociedad debido a que la mayor parte de su público eran adolescentes/colegialas...
Nadie se mete con una Kumo.