Hikari Kumo

328 25 0
                                    

Su cabeza estaba por estallar y pocos fragmentos de lo que había ocurrido en la noche anterior taladraban su confundida mente una y otra vez.

"¿No lo entiendes aún, no, Shiroi? Nosotros te amamos y tú, no amas a nadie"

Rostros borrosos pero tan peculiarmente conocidos pasaban por sus ojos mientras la ansiedad la inundaba de a poco.

"Shiroi, me encantaría ser tu desastre.Pero no aquí, y no ahora"

"Oh querida, ¿crees que puedes jugar conmigo? Recuerda que tal cual el ajedrez, la reina caerá alguna vez"

"No puedes seducirme y esperar a que caiga rendido a tus pies por tu cuerpo, a mi me volvió loco tu forma de ser"

"¿Porqué no lo entiendes? No deseo tener sexo contigo, deseo descubrir todo lo que ocultas bajo tu máscara de indiferencia"

"Me gustaba lo dulce que eras, sin embargo...Te siento cada vez más amarga y creo que es mi nuevo sabor favorito"

"No puedes hacer como que ya no te importamos porque tú juraste que nos querrías para siempre"

"Lamento tanto haberte herido, y es frustrante, ¿sabes? Cada paso que doy para acercarme a ti termina alejándome cada vez más sin que me dé cuenta"

-¡Lárguense!

Shiroi parpadeó dos veces antes de enfocarse en todo lo que la rodeaba, no estaba en su mansión ni en el hotel de ningún país al que ella hubiese viajado.Era su apartamento, su querido santuario que se encontraba con cristales destrozados y gotas de ¿sangre?

-

-

-

-Localicen mi vehículo y tráiganmelo, quiero una taza grande llena de café y unas aspirinas, ¡Louis! Necesito que me ayudes a prepararme.Mi abuela me está esperando, apúrense, por favor.-Una peliblanca totalmente demacrada daba órdenes a diestra y siniestra con los nervios a flor de piel, luego de años volvería a ver a su queridísima abuela materna.

-

-

-

-Mi querida, delicada y preciosa Shiroi...¿Vas a mostrarle esa cara a esta vieja señora?-Hikari Kumo siempre fue una persona sabia, amable, honrada y amorosa.Cuando los padres de Shiroi fallecieron ella se encargó de aislarse de toda la familia tras no haber podido ser tutora de su única nieta debido a su avanzada edad.La debilidad de la Kumo menor siempre sería la ternura y gentileza que le brindaba su querida abuela.
El rostro frívolo de Shiroi rápidamente se convirtió en uno nostálgico tras dar un largo abrazo a la arrugada anciana.
"Shiroi-chan, ¿porqué no ayudas a tu abuela a hacer unas deliciosas galletas?"
"Niña bonita, ¿quieres dar un paseo por el parque con esta señora que te adora?"
"Shiroi-chan~ ¡juguemos al escondite!"
-Mi rostro generalmente intimida a las personas, abuela.Es un verdadero placer verte luego de tanto tiempo.
-¡Ya formo parte de la tercera edad y con la poca vista que me queda te aseguro que te convertiste en una jovencita absolutamente bella!
-Agradezco los halagos, abuela, sin embargo...¿Para qué me llamaste?-Ambas tomaron asiento poco antes de que todo se tornara en un incómodo silencio.
-La herencia que te dejaré...
-Abuela, ¿no crees que es muy pronto para hablar de ello?
-Tú tendrás todo lo que poseo, Shiroi.Sin embargo sólo será tuyo con una condición.-La Kumo menor no se mostraba ambiciosa ni interesada en la propuesta, ella sería exitosa con o sin ayuda de su apellido.-Sé que Kuroi no es una buena persona, por más que traté de criarla de la mejor manera que me fue posible nunca me dio herederos y sé que está tratando de arrebatarte todo lo que te pertenece...Quiero que te cases, Shiroi.Consíguete un hombre rico, cauteloso y empático.Sé que aún eres joven, pero quiero que me hagas bisabuela a penas termines la preparatoria.
-Abuela...No seas ridícula, es muy pronto y yo...
-Te equivocas, querida...-La elegante pañoleta que cubría la cabeza de la anciana cayó al piso.-A mi no me queda tiempo y me gustaría poder ayudarte a que críes a tus hijos...-La peliblanca abrió sus ojos como platos y se tapó la boca con horror, su querida abuela no tenía canas, de hecho...No tenía cabello.-Las personas que ya estamos en una edad tan avanzada corremos como podemos contra el tiempo, sin embargo, cariño...Ni siquiera todo el dinero del mundo será capaz de evitar que llegue nuestra hora.-La pequeña nariz llena de pecas por la vejez de arrugó en señal de disgusto un segundo antes de que empezara a chorrrear un líquido rojo: sangre.-Oh, no es agradable tener cáncer, querida.Siempre me gustó lucir bien y aunque me ponga prendas de lujo, peluca o maquillaje, nada logrará cubrir lo demacrada que estoy.-Y era cierto, las ojeras de la abuela eran profundas, oscuras y marcadas.Sus arrugas al costado de los ojos se sentían nostálgicas, su piel, arrugada, pálida y llena de pecas lucía lastimera y al mismo tiempo desbordaba amor.-Te lo pido por favor, Shiroi, cásate, ten hijos y sé feliz.Esta vieja podrá descansar en paz sabiendo que estás en buenas manos.-Hikari Kumo estaba arruinada --no en sentido monetario-- y Shiroi Kumo lo supo en cuando su tan apreciada abuela comenzó a toser sangre sin parar y ésta se desparramó sobre la elegante mesa de té.
Shiroi nunca lloró más que un par de lágrimas (de rabia, o dolor) sin embargo esa mañana las gotas saladas que cayeron sin parar de sus ojos avellanas fueron de tristeza e impotencia al saber que una vez más, perdería a un ser querido y no podría hacer nada para impedirlo.

Kanpeki•KnbDonde viven las historias. Descúbrelo ahora