Vandestia: Un mundo desconocido © Editando

Capítulo 18: las brujas

Estando en la aldea Zacda, pasaron desapercibidos, eran confundidos con cazadores, por la vestimenta que llevaban, propia de los cazadores. Nadie ataca a los cazadores, no lo hacen por temor a morir, por suerte de ellos en esa aldea vivía Milina y cuando la encontraron, ella les ofreció posada por unos días, ellas aceptaron gratificada mente, pues habían rumores de que una gran cantidad de cazadores rondaban cerca de la aldea en busca de unos usurpadores, el peligro era que los podían reconocer, así que lo más seguro para ellos era esperar por un par de días hasta que todo se calmara.

Le contaron a Milina, con grandeza de detalles, todo lo que había pasado desde la última vez que la vieron, ella se puso un poco triste por Dakota. Milina les propuso acompañarlos, pero ellos no quisieron aceptar, no querían que alguien más saliera involucrado en la mala fortuna que por el momento los acompañaba, ella se decepcionó, pues en verdad quería acompañarlos y ayudarlos en lo necesario, en lo que pudiera, pero no era posible, corría mucho peligro al acompañarlos.

Cuando todo se calmó en la aldea Zacda, decidieron continuar su largo viaje, había algo que también les aquejaba, no habían descubierto ningún indicio sobre el paradero de Balduin, tenían que cumplir la promesa o de lo contrario morirían, solo esas dos opciones poseían, a Ragenil no se le podía engañar y menos sobre este tipo de asuntos, uno tan importante para ella, algo que ella anhelaba con toda el alma.

El bosque Tenmayer aún se hallaba lejos, se lamentaron mucho del tiempo que habían desperdiciado en la aldea, por suerte no tenían ningún revés y podían cabalgar lo más rápido posible que se les antojara, en las noches tenían que descansar, pues el cuerpo les impedía continuar, siempre terminaba el día muy dolientes y fatigados, en el día el único momento en el que se daban el privilegio de descansar era cuando tenían que buscar alimento, tenían que tener mucho cuidado con lo que comían, muchas cosas en Vandestia se pueden ver tan inocentes como una flor en un prado, pero ser más venenosas que una víbora hambrienta.

-Espero que lleguemos a tiempo- dijo preocupada Kylie.

-Yo igual- repuso Liam.

-Claro que llegaremos a tiempo, no perdamos la esperanza- exclamó Lia- la esperanza es lo último que debemos perder, no nos rediremos tan fácilmente.

-Yo no sabía que Isabela era mal- dijo Katie- eso nos tomó por sorpresa, un lobo disfrazado de oveja indefensa, era una sínica conmigo, se dijo llamar mi amiga, pero no sé para qué, no le beneficia en nada.

-¿Pero por qué tuvo que capturar específicamente a Dakota?- preguntó Valeria- por qué no a mí, se supone que yo soy la humana, lo más lógico era que me hubiera capturado, tal vez la reina le propuso alguna recompensa, pero en realidad no sé ni qué soy ni de dónde vengo.

-Quizás fue porque no pudo capturar a alguien más y a la que tenía más accesible era a ella- propuso Daniela.

-No lo creo- dijo muy pensativa Shannon- si hubiera sido así, la que estuviera cautiva no sería Dakota sería Katie, sin ofender, Dakota es una experta en combate, sabe dominar muchas armas y su poder le sirve de mucho, aunque Isabela también lo posea, Dakota lo puede dominar más, tiene un mayor control de la telequinesis, así que no creo que sea la razón que tú expusiste Daniela, tiene que haber otra razón y tal vez nosotros seamos ajenos a ella, no nos queda más que esperar a que el tiempo lo resuelva por sí solo.

-Tiene mucha lógica- añadió Kylie- si hubiera sido por la razón que dijo Daniela, cualquiera de nosotros hubiera sido capturado antes que ella, no me lo puedo explicar.

-O quizás Dakota sea la mente criminal detrás de todo esto e Isabela es su cómplice- dijo sarcástica y burlonamente Katie.

-Que graciosa eres Katie- dijo Lia riéndose- algo demasiado improbable que suceda, imagínense, una persona tan buena e inocente, incapaz de matar una mosca, ya me la imagino, como un persona cruel y despiadada, esa es una respuesta muy estúpida- después de decir esto se puso a reír al unísono junto con los demás.