Liam decidió acompañarlos en el viaje, para Dakota no fue de mucho agrado, había en él algo que a ella no le agradaba, Milina les dijo que no los podría acompañar, pues tenía que regresar a su aldea a resolver unos asuntos pendientes, ellos la comprendieron. Ahora su misión era encontrar a Darla, la solución era la clarividencia de Daniela, pues Milina les había entregado un hermoso brazalete que le había pertenecido a su hermana, esto les haría más fácil la búsqueda, se ahorrarían mucho tiempo, y eso les convenía, mucho, pues el tiempo era lo que menos les sobraba en esos momentos.
Por lo que Daniela pudo saber con el brazalete, Darla se encontraba cerca de la aldea Naper, una aldea de ninfas, ahí sería a donde se dirigirían, el camino no sería muy largo, pues esa aldea se encontraba muy cerca de las montañas Merqui y por suerte Liam conocía muy bien esos lugares, Dakota siempre lo tenía muy vigilado, no confiaba mucho en él, Valeria al ver que Dakota se encontraba muy extraña le preguntó que era lo que pasaba, Dakota le respondió que no confiaba en Liam, pero Valeria le dijo que no se tenía que preocupar por eso, tal vez no era nada de que preocuparse, eso mantuvo más calmada a Dakota e intentó tratar de aceptarlo en el grupo.
Estaban muy cerca del lugar donde vivía Darla, la hermana gemela de Milina, la belleza del lugar se hacía presente, el sinfín de aves cantando, aves tan raras para Valeria pero tan comunes para Dakota, aves que lanzaban fuego por sus pequeños picos, otras que parecían arcoíris por sus múltiples colores, sus tamaños, sus colores, todo era magnífico, lo desconocido le era hermoso y fantástico.
Ésta vez tardaron que las anteriores, tocaron la puerta de la casa y salió a recibirlos Darla, la reconocieron de inmediato por su gran parecido a Milina, un parecido obvio, lo único diferente entre ellas dos era que Darla era vampiresa, por lo que pudieron apreciar al verla, notaron que era de un carácter muy soberbio y muy agrandada, se veía un poco molesta, por suerte ella llevaba su anillo, eso los mantenía un poco seguros.
Darla, un poco molesta, los invitó a pasar, ellos aceptaron y se sentaron en unas sillas que ella les proporcionó, su casa era de estilo gótico, todo de colores oscuros, ella estaba vestida completamente de negro, el cual hacía que se viera más pálida, un brillo en sus ojos se hacía notable, por lo que su aspecto daba a entender, ella era una Ancilla, tenía unas uñas muy largas y puntiagudas, las cuales deslizaba vigorosamente por la pared emitiendo un escalofriante chillido.
-¿Qué es lo que ustedes quieren?- preguntó soberbia Darla- ¿a qué se debe su visita? Las personas solo vienen a mi cuando quieren algo que yo se los puedo dar.
-Es algo sencillo lo que queremos- respondió Dakota- y no te será muy difícil complacernos, o si, espero que no, pues me gustan los tratos fáciles.
-¿Qué ganaría yo con decírselos?- preguntó Darla- acaso me favorece o me perjudica, no les diré o haré algo que me perjudique, ténganlo por seguro.
-Depende de cómo lo tomes- respondió Dakota.
-Pero mis respuestas tienen un valor, y muchas veces es alto, no todos se atreven a pagar por mis favores, pero como veo que Liam está aquí, él es al que todos recurren, solo me buscan a mi cuando él no les puede proporcionar la información que quieren.
-¿Qué es lo que quieres?- preguntó Lia.
-Eso no importa ahorita, quiero saber cuál es la pregunta que tienen para mí- dijo Darla- de ese contenido dependerá lo que yo les pida a cambio, si la información es muy valiosa su precio será ostentoso.
-Pero nos garantizas que la respuesta sea la correcta- dijo Kylie- no sé si confiar en lo que digas, eres una desconocida para nosotros.
-Como ya les he dicho, si me perjudica no se las diré, pero si no me perjudica a mí, les diré la verdad y nada más que la verdad. Ahora quiero su pregunta, mi paciencia es corta y no puedo desperdiciar mi tiempo con ustedes- recalcó Darla.
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Vandestia: Un mundo desconocido © Editando
FantasyEn un mundo creado por los dioses de la Tierra, el elixir de la inmortalidad fue robado por una ninfa, su error fue dejarlos caer sobre dos pequeñas niñas con un destino más complicado del que se imaginaba. Separadas al nacer, una es enviada a vivir...