-Ese secreto me lo llevaré a la tumba. Gritó la reina Dasalía.
Cuando Dasalía dijo esto, ella agarro una daga y se la introdujo a ella misma a un costado del abdomen, la bruja se había suicidado y había caído por una ventana de la habitación, cuando él cuerpo de la reina oscura golpeó el suelo, se pudo escuchar el crujir de sus huesos, el rey bajó a ver el cadáver, pero había desaparecido, todos dieron por ganada la guerra a excepción del rey, él lamentaba la muerte de Dasalía, el reino oscuro pasó muchos años deshabitado, la última vez que el rey visitó el reino oscuro fue un año después de la muerte de la reina oscura.
Habían pasado un poco más de quince años, el príncipe Fard tenía una esposa y una linda hija de diez años, su esposa se llamaba Vera y su tierna hija se llamaba Lamna, el príncipe vivía muy feliz al lado de su familia, un día decidió salir a pasear él solo cerca de la frontera y fue cuando encontró a una dulce niña como de quince años, el príncipe le preguntó a la niña por su madre, pero la niña le respondió que su madre había muerto hace pocos años, esa niña tan adorable se llamaba Korsténian, el príncipe Fard decidió llevársela al castillo y criarla como su propia hija, la esposa del príncipe también aceptó hacerse cargo de la niña y Lamna estaba encantada con su nueva hermana, también el rey la quería bastante y se llegó a encariñar mucho de ella. Todos la trataban muy bien, pero sobre todo el rey, él sentía que Korsténian era de su propia familia.
-¿Quieres que te cuente la historia del reino oscuro?- preguntó cariñosamente el rey.
-Sí- respondió dulcemente Korsténian- me gustaría saber más sobre mi naci... quiero decir, sobre esa nación.
-Hace mucho tiempo la reina Dasalía estaba enojada conmigo, esa razones después las sabrás, cuando sea necesario decírtelo, ella estaba enojadísima y empezó a atacar el reino con magia oscura, este reino antes era más grande que ahora, la reina oscura no venía solo en su ataque contra nosotros, los guerreros oscuros venían con ella, ellos eran almas oscuras, no se podían matar, muchos de mis guerreros murieron ese día, en lo más lejano de mi reino, ella desató una peste, la cual mató las plantas, los animales y las personas que habitaban ahí, así fue como la reina Dasalía obtuvo la mitad de mi reino, por años hemos intentado recuperar esa otra mitad y ahora que está muerta, no podemos hacer que vuelva a estar como antes, nada sobrevive en ese lugar, ni siquiera la luz del sol- terminó de explicar el rey.
-Era muy poderosa la reina, quisiera ser igual de poderosa que ella.
-No digas eso, tú no eres como ella Korsténian, las brujas son seres malignos y crueles, no se puede confiar en ellas.
-¡Tú no las conoces, no sabes cómo son!- exclamó Korsténian- ustedes son los culpables de que sean como son, ustedes son los malos.
-Hablas como si las conocieras, eres muy pequeña como para comprender esto, eres muy inmadura todavía.
-Ustedes tienen la culpa, no quiero que me vuelvas a hablar.
-¿¿Qué te pasa??
-¡¡Cállate!!
Korsténian salió corriendo de la habitación, el rey se quedó un poco confundido, no se podía explicar la reacción de su nieta, el rey salió de la habitación y se dirigió al salón del trono, donde se encontraba su hijo y la esposa de este, el rey les contó lo que había sucedido, también ellos se extrañaron por la reacción de Korsténian, aunque no era la primera vez que lo hacía, el comportamiento de Korsténian era muy raro e inusual.
Había pasado un año desde que el príncipe Fard encontró a Korsténian en la frontera de los dos reinos. Un día entró una mujer al castillo cubierta con una gran capa negra, ella dijo que conocía al príncipe y que le era de mucha urgencia hablar con él, los guardias la dejaron pasar, cuando llegó al trono donde se encontraba el rey, le pidió que llamara al príncipe Fard y al resto de la familia real, el rey obedeció las suplicas de la plebeya, el príncipe llegó al salón acompañado de su esposa e hijas.
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Vandestia: Un mundo desconocido © Editando
FantasyEn un mundo creado por los dioses de la Tierra, el elixir de la inmortalidad fue robado por una ninfa, su error fue dejarlos caer sobre dos pequeñas niñas con un destino más complicado del que se imaginaba. Separadas al nacer, una es enviada a vivir...