Habían pasado casi cuatro años, eran los últimos días de Valeria en el internado. Ya había terminado su bachillerato. Era hora de regresar definitivamente a casa con sus padres y buscar a la chica que tanta confusión le había ocasionado. Sería un largo viaje, partiría en cinco días hacia su hogar. Tenía tanto tiempo de no ver a su familia, desde que llegó al internado no los volvió a ver. Tuvo la intención varias veces de ir a casa de vacaciones pero todo lo que le pasaba por las noches se lo impedía. No quería que sus padres se enterara y no la dejaran regresar.
En esos cinco días fue de compras para llevar unos presentes a su familia. Valeria estaba muy emocionada de regresar con sus hermanas. Ya era el último día, tenía que terminar de arreglar sus maletas y despedirse de Elisa.
—Adiós Elisa —dijo desde la puerta de salida del internado.
—Mejor dicho hasta pronto, me parece mucho mejor que un simple adiós —dijo entre risas Elisa.
— ¿A dónde iras ahora?
—Iré a estudiar la universidad a España, mis padres dicen que es bueno para mí variar en las culturas que conozco ¿y tú?
—Regresaré a casa y luego saldré de viaje.
— ¿Iras a aquel lugar que te tiene tan confundida y que es la única respuesta a tus preguntas?
—Correcto, tengo que ir, no me puedo quedar así. Es muy confuso todo aun, estos años no me han ayudado en nada, solo ir a ese lugar me ayudará. Pensé que alejándome de todos podría encontrar alguna respuesta y no fue así.
—Te deseo la mejor de las suertes y espero que logres aclarar tus dudas con respecto a ti y a tu hermana. Ojalá podamos vernos pronto.
—Gracias Elisa, has sido una muy buena amiga en estos años.
—De nada Valeria, ya sabes, para eso son las amigas —la estrechó entre sus brazos soltando unas lágrimas.
—Hasta pronto...
El vuelo de Valeria salía a las ocho de la mañana, lo primero que hizo Valeria antes de marcharse fue despedirse de todos sus amigos que la habían acompañado al aeropuerto. Se despidió de cada uno de ellos y siempre deseándoles lo mejor. Valeria estaba muy ansiosa de volver con sus hermanas. Con las únicas dos que le quedaban, pues no asimilaba del todo la existencia de Dakota y menos de que fuera su hermana, todo eso se debía a su confusión. Hacía unos cuantos meses que ella dudaba de la existencia de Dakota y más aún de ser hermanas, ya no sabía en qué creer y en qué no. Valeria se despidió por última vez de Elisa y le dijo que le mandaría muchas cartas.
— ¿Por qué te gusta escribir cartas? ¿Acaso no sabes que hay otras formas de comunicación como los teléfonos o el internet? —dijo Elisa.
—Me gusta escribir, yo no soy una fanática de la tecnología, no como tú, me gusta un poco más lo rudimentario. Me hubiese gustado vivir en una época sin tecnología.
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Vandestia: Un mundo desconocido © Editando
FantasyEn un mundo creado por los dioses de la Tierra, el elixir de la inmortalidad fue robado por una ninfa, su error fue dejarlos caer sobre dos pequeñas niñas con un destino más complicado del que se imaginaba. Separadas al nacer, una es enviada a vivir...