Capítulo 22: Elynor

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    Elynor había pedido que llevaran a Valeria al salón del trono y sin cadenas, los guardias las dejaron solas en el salón, pero luego Elynor decidió conducirla a la habitación, la habitación de Elynor estaba repleta de porcelanas y piedras preciosas, la cama de Elynor tenía incrustaciones de diamantes, tenía un poco más de color que la vestimenta que Elynor ocupaba diariamente, pues su vestimenta era gótica como el castillo de la antediluviana.

-Cuanta elegancia hay en esta habitación- dijo Elynor- como me hubiese gustado tener todo esto antes, cuando yo era pequeña y solitaria, bueno, aún soy solitaria, pero ya no estoy pequeña.

-La riqueza no le es toso- indicó Valeria- yo viví en la riqueza, pero eso no compra la felicidad, te lo aseguro.

-Tú dices así porque no sabes todo lo que tuve que pasar, si te hubiera tocado vivir mi vida no dirás eso, no estarías hablando de la forma que lo haces, la riqueza y el poder lo son todo, con eso mueves el mundo, compras a las personas y consigues todo lo que quieres.

-Pero no la felicidad, no puedes comprar la felicidad.

-¿Acaso no fuiste feliz Valeria?, tenías tanto, tú tuviste una familia, nadie jamás te molestó, tú tenías todo a tus pies.

-Tienes razón, fui feliz con esa riqueza.

-Ahora entiendes por qué quiero esto y por qué quiero poseer poder sobre todo, lo único que quiero es que todos sufran igual que como yo sufrí antes, quiero que sus corazones se llenen de dolor y odio, me gustaría verte muerta hermana.

-Entonces máteme, que ganarías con eso, acaso eso te haría más fuerte y poderosa, ¿Para qué quieres que yo muera Elynor?

-Quiero que mueras, pero no ahora, todo a su tiempo, a la vez eres mi hermana, eres la única familia que puede existir para los vandestianos, solo podemos tener hermanos gemelos, pero no padres y tú ya los tuviste, "ya sebes que es lo que se siente tener familia, yo ya lo he hecho, pero no contigo"- en ese momento se escuchó un suave golpe en la puerta, era Axel, él entró en la habitación- Axel te presento a mi hermana Valeria.

-Es muy diferente a ti- respondió Axel- ella es una niñita buena, aborrezco a las personas buenas.

-Mucho gusto en conocerte Axel- dijo Valeria sarcásticamente- aunque creo que para ti no lo es, ni en lo más mínimo.

-Axel quiero que hagas algo por mí- dijo Elynor- quiero saber si mi linda hermana es igual que yo, toma la daga que está sobre esa mesita, tú sabes lo demás que tienes que hacer.

Axel agarró la daga y se la introdujo violentamente a Valeria en el cuerpo, ella solo puedo dar un grito agudo de dolor y espanto al apreciar toda la sangre que manaba de su cuerpo herido, a los pocos minutos su herida ya había sanado y ya no sentía dolor, la sangre había dejado de brotar como un caudal.

-Veo que eres igual que yo- dijo Elynor-sanamos rápidamente, ahora haremos un cambio, tú ya no te quedaras en la celda, te proporcionaré una habitación del castillo para ti solita, pero no intentes escapar o rescatar a tus amigos, no creo que quieras que muera alguno de ellos, Axel le dirá a uno de mis sirvientes que te arreglen una habitación, mientras tanto nosotras dos iremos a Proquetro, específicamente al templo sagrado de la muerte, ahí será donde despertaremos todas mis almas y me introduciré las que todos juntos, sin saber que fin tendrían, consiguieron en el reino de los muertos, ocuparemos la misma gema que Darla nos proporcionó la vez pasada para ir al reino de los muertos, pero esta vez iremos más lejos y no te puedes oponer.

Vandestia: Un mundo desconocido © EditandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora