Capítulo 6: Londres

61 14 0
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Había pasado más de un mes desde que Valeria llegó a Londres. En ese poco tiempo se había logrado hacer de varias amigas. Casi todos los días les llamaba a sus padres y cada mes ellos recibían una carta de ella y la respondían al igual que sus hermanas. El lugar donde Valeria estudiaba era muy grande y tenía unos hermosos jardines donde Valeria pasaba la mayor parte de su tiempo libre.

Pocas veces salía del internado a conocer la ciudad, las veces que lo había hecho era para ir de compras o conseguir algo que le faltase. Una de las cartas que ella envió a sus padres decía lo siguiente:

"Para mis queridos padres: La he pasado muy bien en Londres, mis maestros son muy buenos conmigo y me han enseñado muchas cosas. Ha sido bueno el cambio, no es igual con una institutriz, aquí es diferente, me siento incluida. Me he hecho de muy buenas amigas, son las mejores que he conocido, pero no se comparan con mis hermanas.

Mis amigas han sido muy amables conmigo, me tratan como si fuese hermana de ellas, me han ayudado a superar mucho lo de mis dos hermanas. No puedo estar todo el día con ellas por los diferentes horarios que tenemos, pero somos compañeras de habitación. Los extraño mucho, por esa razón he decidido ir a visitarlos pronto, aunque no estoy segura de ello aun. Hay muchas actividades que debo hacer y ayudar a algunas de mis compañeras.

La directora me estaba contando que en esta institución cada año los alumnos realizan viajes a otras ciudades. Hace poco, antes de que yo llegase, fueron a Paris. Mis amigos me contaron que les gustó mucho esa ciudad y que piensan volver muy pronto. Ya es hora de despedirme, espero que la pasen muy bien. Les dicen a mis hermanas que las quiero mucho y que las extraño, quisiera que ellas estuvieran aquí, que conocieran más a fondo esta ciudad, hasta pronto..."

Valeria tenía compañeros de todas partes del mundo. La mayoría eran hijos de ricos y de familias muy adineradas, de la misma clase social que ella, todos con historias tan diferentes. Una de sus compañeras se llamaba Elisa, con ella compartía habitación. Elisa era alta, delgada, su cabello era negro como la noche, de piel blanca y ojos marrones, tenía la misma edad de Valeria, la diferencia era solo por unos cuantos meses.

Cada día que pasaba Valeria sentía algo extraño en su cuerpo, algo que no podía explicar. Algunas veces era un dolor inexplicable que la hacía gritar, o en otras ocasiones sentía que se quemaba por dentro, y la consumía poco a poco un fuego intenso o tenía la sensación de ahogarse, de dejar de respirar y solo sentir que todo su ser se comprimía. Nadie la podía entender, algunos decían que estaba loca, otros trataban de entender su situación, aunque les era imposible. Elisa trataba de comprenderla un poco más que el resto de sus amigos. Las noches en que Valeria despertaba por alguna pesadilla era ella quien la consolaba por las noches, no dormía por cuidar de Valeria.

Era de noche. Todos estaban dormidos. Valeria estaba sobre su cama consumida por los brazos de Morfeo. Elisa la observaba desde su cama sin quitar la mirada de ella en ningún momento. En el sueño, Valeria se encontraba en un prado. La brisa era armoniosa, casi celestial. En el verde césped estaba reposando una hermosa rosa roja. Valeria se agachó y con delicadeza la cortó. Una de las espinas le hirió la yema del dedo. La sangre caía hasta el suelo. El césped se teñía de rojo y de la tierra brotaba más sangre. Alguien tocó el hombre de Valeria. Ella se asustó, pero no podía mover sus pies para salir corriendo del lugar. La apuñalaron por la espalda dejándola caer en el charco de sangre. La herida no dolía, pero no la dejaba moverse. En eso, una chica de cabello negro y largo se acercó a ella, los ojos de la chica eran extraño, uno era humano y el otro de gato. La chica se colocó sobre Valeria con un puñal para abrirle el pecho.

Vandestia: Un mundo desconocido © EditandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora